Cada etapa de nuestro bebé tiene algún pequeño inconveniente. Cuando le empiezan a salir sus primeros dientes las encías se hinchan y se vuelven dolorosas. Entonces el niño tendrá la necesidad de morder todo aquello que esté a su alcance. Por eso es muy positivo comprarle un mordedor, diseñado para calmar el dolor de sus encías irritadas, asegurándonos de que es un objeto higiénico y proporcionado por nosotros mismos que hará sentirse aliviado a nuestro bebé.
Qué son los mordedores
Los mordedores son unos objetos de goma o plástico blando diseñados para que el niño se lo ponga en la boca y lo muerda con sus encías con tal de aliviar el dolor que le causan la aparición de los primeros dientes. Normalmente, los mordedores suelen tener una forma redondeada en el otro extremo, el que queda fuera de la boca, para que el bebé pueda sujetarlos con una o ambas manos mientras lo muerde.
El material del cual está hecho el mordedor es totalmente higiénico y se puede lavar con agua hirviendo, ya que al niño se le caerá probablemente al suelo muchas veces. Por lo tanto, debemos estar atentos siempre al mordedor de nuestro bebé, porque puede caerle en lugares poco higiénicos y se lo volverá a llevar de nuevo a la boca. Si el mordedor entra en contacto con alguna superficie de este tipo, deberemos lavarlo con abundante agua o con un producto desinfectante. Todos los mordedores son fáciles de lavar y constan de una, máximo dos piezas, para que el niño no se lo trague accidentalmente. Sin embargo, como cada vez que dejamos al bebé con algún objeto, debe estar siempre supervisado para evitar así posibles sustos. Cada vez se va avanzando más en la creación de mordedores y hoy en día podemos encontrar muchos modelos diferentes.
Tipos de mordedores
El mordedor más común es el que tiene una forma parecida a un chupete. Con un anilla en la parte para sujetarlo y una parte de goma en el extremo opuesto. La parte de goma no es demasiado blanda, ya que la dureza de la misma le ayuda a aliviar el dolor de los primeros dientes de leche al niño, a la vez que se moldea ligeramente a sus encías para no causarle ningún daño en las mismas.
El mordedor más habitual es el que tiene una forma similar a un chupete
No obstante, algunos de estos mordedores que se pueden congelar pesan en exceso para un bebé de tan corta edad que todavía no tiene la fuerza necesaria como para sujetarlo y eso puede hacer que deje de utilizarlo o se le caiga constantemente al suelo. Los mordedores evolutivos son ergonómicos y se adaptan a todas las fases del crecimiento de los dientes de leche para el niño. Desde las primeras encías hinchadas, hasta terminar de completar la totalidad de la dentadura. Este tipo de mordedor es de goma y se puede tanto congelar como si no, ya que es efectivo en ambas vertientes.
Existe el mordedor didáctico, el cual hace diferentes sonidos cada vez que es mordido enseñando una nueva palabra al bebé. Con este efectivo mordedor el bebé se divertirá a la vez que alivia el alto dolor en sus encías. De este modo, preferirá usar el mordedor antes que su mano o cualquier otro objeto para llevarse a la boca asegurándonos de ese modo que su salud no corre peligro. Hay un tipo distinto de mordedor que tiene forma de collar. Este no tiene asa porque va atado alrededor del cuello de la madre, evitando así que caiga tantas veces al suelo. Está diseñado para cuando el niño va en brazos de la misma exclusivamente. Así mientras está en nuestros brazos o regazos puede ir mordiendo el mordedor atado a la cuerda del collar.
Sin embargo, no debemos dejar nunca el collar en manos del niño si no lo tenemos alrededor de nuestro cuello, puesto que podría asfixiarse o hacerse daño con la cuerda que no está pensada para estar en manos del niño y el mordedor atado a ella no tiene asa para cogerlo. Finalmente, un nuevo mordedor muy innovador es el que tiene una asa como un chupete por un lado y una redecilla de plástico en el otro. Se le llama también malla para fruta y es un mordedor en el cual podemos introducir un trozo de fruta (o el alimento que prefiramos dentro) y el bebé podrá aliviar el dolor de sus encías a la vez que prueba un nuevo sabor. Es recomendable que no utilicemos este tipo de mordedor hasta, mínimo, los seis meses de edad y que tengamos en cuenta posibles alergias que pueda sufrir el bebé. Por otro lado, debemos mantener la malla siempre limpia y eliminar todos los rastros de comida en ella después de su uso.
Edad para usar los mordedores
No a todos los bebés le salen los dientes al mismo tiempo, este es un proceso como el hablar o el andar por el cual cada niño necesita su tiempo. Normalmente suelen salir los incisivos entre los cinco y los seis meses de edad. Puede que semanas antes de que empiecen a salir estos dientes delanteros, el niño ya tenga las encías hinchadas y enrojecidas y empiece a llevarse cosas a la boca. Podremos notar también que l lorará con más intensidad y frecuencia y que babeará más de lo normal. Todo esto no debe alarmarnos, es normal en todos los niños sufrir alguno o todos estos síntomas. No obstante, si hay algo que podemos hacer para paliar su dolor y eso significa proporcionarle un mordedor.
El primer mordedor será de goma y cuidadoso con sus encías irritadas. A partir del año le empezarán a crecer los molares al bebé y eso le generará también dolor. Como su dentadura estará casi completa, lo mejor es que le compremos un mordedor más duro. El que puede ponerse en el congelador será perfecto porque remediará su dolor. En el último período de salida de los dientes restantes el bebé tendrá ya un año y media de vida, por lo que le podemos o bien comprar el mordedor interactivo para que aprenda nuevas palabras o bien la malla para fruta para que vaya probando nuevos sabores con su nueva dentadura.