Con la llegada del verano vivimos varios cambios relacionados con la alimentación, tanto niños como adultos. Tenemos más calor, por lo tanto el apetito disminuye y aumenta la sed, y no apetecen comidas muy calientes ni muy elaboradas, pues no nos apetece pasar mucho rato entre fogones. Tendemos a descuidar un poco nuestra alimentación, y por lo tanto también la de nuestros niños, pero veremos que se puede comer de forma muy saludable y fresca también en verano.
Los días se alargan, apetece salir a la calle más tarde, las cenas se retrasan y cuando los niños han acabado las clases aún más. Puede que acudan a escuelas de verano, campus o espacios lúdicos, pero ya no es lo mismo, en general nos lo tomamos con más calma. Variamos nuestros horarios y las rutinas pueden verse un poco alteradas. Pero esto no quiere decir que dejemos de comer de forma saludable, aunque es cierto que el verano incita a las comidas rápidas, comidas "basura", fritos, tapas, refrescos, y otros caprichos con mayor aporte calórico.
Alimentación sana también en verano
El agua debe ser nuestra bebida preferida, tanto para pequeños como para grandes, debemos hidratarnos. Beber unos 2 litros de agua al día los adultos, y mantener bien hidratados a los más pequeños. Si tenemos un bebé lactante veremos cómo demanda más pecho en verano, si el bebé ya es mayor debemos ofrecer agua más a menudo.
En verano podemos variar horarios pero no saltarnos comidas
Alimentos para niños en verano
Frutas de estación
- Melón: Muy refrescante por su gran contenido en agua, rica en potasio, y en vitaminas A, B y C. Podemos darlo de postre, o como tentempié, merienda. En tajadas grandes o a taquitos. Los más pequeños lo pueden chupar, y también puede aliviarse con la salida de los dientes.
- Melocotón: Es muy refrescante, tiene gran contenido en agua. El melocotón es dulce, pero tiene una pizca de acidez, con lo que su sabor es distinto para los niños. Hay varios tipos de melocotones, los de agua y los de viña. Tendremos cuidado con la piel, pues puede producir alergias, debemos pelarlo y lavarnos las manos cuando lo ofrezcamos a bebés pequeños.
- Cerezas: Son ricas en vitamina A, B y C. Su sabor es ácido y muy peculiar, para ofrecerla a los bebés tendremos que deshuesarla y trocearla, al ser pequeñas los bebés más pequeños tardarán en comerla por sí solos, pero podemos darles trocitos pequeños nosotros, mientras ellos comen melón o sandía solitos. Las cerezas son ideales para llevar como merienda o tentempiés a la playa o piscina, bien lavadas en un recipiente cerrado.
Verduras y hortalizas
- Tomates, cebolla y pepino: Para preparar un buen gazpacho fresquito. O comerlo solo, el pepino cortado de forma alargada es ideal para niños pequeños, ayuda en la dentición, pues les refresca y les calma. El tomate se puede dar al vapor, pero dejándolo enfriar, o natural, podemos quitarle la piel si el bebé es pequeño.
- Crema de calabacín, berenjenas o calabaza acompañada de patatas: Frías o templadas, es ideal para primer plato, nutritivo y rápido de elaborar.
Lácteos
- Yogures: Natural o de sabores, fresquito es ideal como merienda o postre, aunque no debe ser la costumbre, el yogur es complementario a la fruta. Podemos batir un yogur natural con melón, o meter trocitos de melocotón dentro.
- Batidos, helados y sorbetes: De elaboración casera, son un alimento genial en verano para los niños. Podemos hacer batido de fresas, de cereza, de naranja, etc. Los helados casero son una gran alternativa mucho más nutritivos y sin tantas calorías vacías. Y sorbetes, de manzana, de limón, de naranja, hay infinidad de frutas que podemos convertir en un delicioso sorbete.
- Leche: La ingesta de leche puede aumentar en bebés lactantes, pues hace más calor y demandan más pecho o leche de fórmula. Igualmente en niños que también comen otros alimentos es probable que demanden más leche, la del pecho sale a temperatura natural, pero si ya son mayores y la toman de vaca es mucho más rica fresquita de la nevera, y mucho mejor sin azúcar ni cacao. Más nutritiva y menos calórica.
Cuidado con los snacks y preparados
Tendremos que moderar la ingesta de alimentos tipo patatas chips, bolas de queso, cortezas, etc., o comidas preparadas, son más típicas de consumir en verano, pues salimos más, las terrazas, las vacaciones, incitan a comer otro tipo de snacks o tapas, alimentos nada saludables, con altos contenidos en grasas trans, en sal y muchos aditivos, que no benefician a nadie, pero mucho menos a los niños.
Los menores de un año no deben ingerir sal, por lo tanto estos snacks están prohibidos para ellos. También debemos decir que son poco saciantes, por lo que siempre queremos más, picas una patata chip y ya no puedes parar, pues a los niños les ocurre igual, y debemos tener cuidado pues contienen muchas calorías y no son nada nutritivos.
¡Feliz verano saludable!