Cuando se piensa en la relación con los abuelos, se piensa en una relación amorosa, cariñosa, donde los abuelos se desviven por sus nietos y les colman de amor y mimos. Es lo más habitual. Los abuelos quieren a sus nietos muchísimo y harán cualquier cosa por ellos, siempre que esté dentro de sus posibilidades. Aunque también, es posible que la relación con los abuelos no sea tan buena.
Hay abuelos que se quedan anclados en el pasado y es necesario que se den cuenta para saber cómo tratar y mejorar la relación familiar.
Las buenas intenciones no son suficientes
La mayoría de los abuelos se esfuerzan por ser los mejores abuelos posibles. Pero las buenas intenciones no siempre se traducen en hacer lo correcto. Incluso los abuelos que intentan más de lo que quizá debieran, se convierten en abuelos problemáticos.
Quizá los abuelos estén cansados de ser autoritarios después de haber criado a sus hijos y ahora, quieran ser demasiado indulgentes. Esto puede causar problemas de relación con sus hijos dependiendo del tipo de crianza que quieran llevar a cabo.
También puede ser que haya una brecha generacional grande y que los niños no quieran mantener contacto con los abuelos aunque éstos insistan. En este caso, será deber de los padres (e hijos de los abuelos), trabajar por un buen vínculo emocional. Los valores se inculcan en casa y trabajar para conseguir un núcleo familiar consistente se hace con el ejemplo y con la buena voluntad de todos.
Abuelos demasiado tradicionales
Hay abuelos que quizá se hayan quedado anclados en el pasado y no quieran aceptar que los tiempos cambian... Aunque en realidad, todos los abuelos tienen mucho que compartir con sus nietos. Los niños pueden beneficiarse de estar expuestos a sus habilidades tradicionales, su conocimiento de la historia familiar y sus valores.
También hay que tener en cuenta que no todo lo relacionado con los viejos tiempos era bueno. Algunas de las formas en que solíamos hacer las cosas han sido reemplazadas por mejores maneras de actuar. Los abuelos no deben esperar que sus nietos cumplan con los estándares que la mayoría de los padres han desechado durante mucho tiempo. Estas son algunas de las áreas problemáticas:
- Antes , no se escuchaba a los niños. Hoy en día los padres quieren que sus hijos hablen y sean escuchados. Se deben sentir respetados y así respetarán a la autoridad sin miedo.
- 'Porque yo lo digo' ya no es válido. Antiguamente los padres con un 'porque yo lo digo', era suficiente razón para que los hijos callasen... los padres de la generación anterior no sintieron la necesidad de justificar sus acciones. La mayoría de los padres de hoy se esfuerzan por explicar sus acciones a sus hijos. Todavía esperan obediencia, en su mayor parte, pero no obediencia ciega.
- Los padres no se involucraban en la vida de sus hijos. La mayoría de los padres no se involucraban en la vida de sus hijos... posiblemente los niños fueron más independientes como resultado (también a nivel emocional), pero probablemente hubo otras ocasiones en las que podrían haber usado un poco más de supervisión o acercamiento emocional.
- Se esperaba que los niños trabajasen. Las tareas para los niños iban más allá que sacar la basura únicamente. En muchas ocasiones implicaban tareas destinadas a adultos. Tenían más exigencias que ahora en cuanto a las tareas del hogar. En la actualidad, muchos padres prefieren que sus hijos se centren en otras tareas como la música o los deportes que en realizar las tareas del hogar.
Estos abuelos anclados en el pasado, pueden aportar mucho a sus nietos, pero siempre que se centren en vivir en el presente y en ser flexibles en su forma de pensar y relacionarse con sus nietos.