Con la llegada de la primera regla, son muchas las madres que comienzan a pensar en acudir al ginecólogo junto a su hija. Esto se debe a que es importante que esta tenga presente los cambios que están produciéndose en su cuerpo y que a su vez, se le resuelva cualquier tipo de duda con respecto a ellos. Sin embargo, hay madres que prefieren tratar este tema con sus hijas y esperar un poco más de tiempo para hacer su primera visita al ginecólogo.
Información en la adolescencia
Sea como sea, es importante que una vez llegada la adolescencia se tenga conocimiento de diversos temas: menstruación, higiene vaginal, protección durante las relaciones sexuales, cambios en el cuerpo, etc. Además, también es recomendable que la madre le haga perder los posibles miedos o prejuicios a su hija acerca de las pruebas que le van a realizar una vez acuda al ginecólogo. Es decir, es importante que se naturalice la situación y que entienda que es necesario llevar a cabo esa exploración por cuestiones de prevención y salud.
Para conseguir esta confianza será bueno acudir a un profesional con el que la adolescente sienta que está en buenas manos. De hecho, si así lo deseara, la madre podría estar en todo momento a su lado aunque es a partir de los dieciséis años cuando la hija podría entrar sin acompañante si así lo decidiera. Algo que, a su vez, ocurre en muchas ocasiones ya que, a veces, les cortan las preguntas de tipo sexual y prefieren que sus madres no estén delante para contestar con total sinceridad.
Consejos para acompañar a tu hija al ginecólogo
Finalmente, antes de llevar a cabo una visita al ginecólogo con su hija, cualquier madre deberá de conocer los siguientes consejos:
- ¿Sola o acompañada?: Es importante que la madre conozca si su hija quiere que le acompañe al ginecólogo y a su vez, que espere fuera o esté presente durante la exploración. Esto permitirá que la niña esté más tranquila y no se produzcan momento incómodos en la propia consulta.
- Resolver dudas: La madre deberá de explicarle a su hija cual es exactamente la función del ginecólogo y qué temas va a tratar durante su visita. Por ejemplo, la adolescente podrá conocer si su desarrollo está siendo normal, si son común las irregularidades de la menstruación que puede padecer, si tiene algún tipo de problema o anomalía...
- Normalizar los temas tabúes: Esto es algo que debería de hacerse no por el hecho de acudir al ginecólogo sino porque es importante que hoy en día las hijas tengan la confianza suficiente para poder tratar ciertos temas personales con sus madres o padres. Normalmente, todo lo que atañe a las relaciones sexuales es algo que suele generar cierto pudor en las hijas y precisamente esto es algo que hay que intentar evitar a toda costa haciéndoles ver que el tema se puede tratar con cierta normalidad y no juzgándoles. Sólo de esta manera se conseguirá tener una relación más estrecha entre padres e hijas y que estas puedan ser confiarles ciertas preocupaciones, dudas o problemas con respecto al tema.
- Datos médicos: Durante la visita, es normal que el ginecólogo se interese por algunos aspectos personales de la niña. Por ello, no sólo esta sino también su madre deberá de tener claro todo lo que se le puede preguntar para poder dar respuesta. Normalmente, las preguntas más frecuentes del historial médico suelen ser acerca de: El período, hospitalizaciones pasadas, cirugías, tratamientos o medicamentos, datos familiares, relaciones sexuales, anticonceptivos...
- Sinceridad: Esta palabra es clave durante la visita al ginecólogo. Se trata de un profesional al que hay que serle honesto porque realmente, quien se juega la salud no es él o ella sino quien le visita. Por ello, no servirá de nada no ir con la verdad por delante y esto es algo que tanto madre como hija deben de tener claro. No hay que tener miedos, vergüenzas o prejuicios ya que posiblemente, cualquier cosa que se le cuente ya la habrá oído anteriormente.
- Conocimiento del proceso: Si se sabe, más o menos, qué tipo de pruebas se llevarán a cabo durante la visita al ginecólogo probablemente, la tranquilidad por parte de la adolescente en cuestión será mayor. Por ello, la madre deberá de informarla que pueden realizarla un examen externo, una exploración de mamas y un examen pélvico. Algo que, como se ha comentado antes, se suma a ciertas preguntas personales.
- Limpieza: Como es lógico, para poder llevar a cabo esta visita con normalidad y que, a su vez, el ginecólogo pueda examinar la zona es importante la higiene personal. Es decir, lavar la zona antes de ir. Con eso bastará para poder hacer del proceso algo sencillo y cómodo.
Finalmente, una vez haya terminado la visita es importante que la madre hable con su hija acerca de la misma y se interese por saber si se ha sentido cómoda en todo momento y cuáles han sido las conclusiones que ha sacado. Además, habrá que atender a las indicaciones del ginecólogo y tener en cuenta que de ahí en adelante, cada cierto tiempo, habrá que visitarle por precaución.