Todos los años, a comienzos del curso escolar, a los padres nos ataca la misma duda: ¿Qué actividad extraescolar elijo este año para mis hijos?
Elegir las actividades extraescolares de nuestros hijos no debe ser una tarea que nos tomemos a la ligera. Estas actividades tienen como finalidad completar la formación de los niños, ayudarles en su desarrollo físico, emocional y cognitivo.
Hoy en día, existen una amplísima variedad de actividades para elegir.
A la hora de escoger la actividad más adecuada, debemos tener en cuenta los gustos de nuestros hijos : si son pequeños, deberemos elegir por ellos y si son mayores, debemos darles lugar a expresarse y a escuchar sus preferencias. Incentivar a nuestros hijos a hacer deporte siempre es una buena idea, por eso, una de las actividades más demandadas para los niños es la natación.
-¿Por qué elegir la natación? ¿Qué beneficios les aporta?
Se dice que la natación es uno de los deportes más completos. Entre sus muchos beneficios están estos:
- Como actividad física que es, el nadar ayuda a los niños a desarrollar una musculatura fuerte y sana, mejora la flexibilidad, la velocidad...
- Nadar reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, ya que para realizar esta actividad, ponemos en movimientos todas las partes del cuerpo.
- Aprender a desenvolverse en una piscina, hará que aumente el control sobre sí mismos y su autoconfianza.
- La natación es un deporte que practicarán con más niños en la clase, por lo tanto aprenderán a trabajar con respeto a los demás, a respetar las reglar que marca el profesor y a sociabilizar.
- Nadar puede ser una actividad que hagamos en grupo pero nadie podrá nadar por nosotros. Por lo tanto, los niños aprenderán a ser más independientes y a desarrollar su personalidad
- Los padres pueden aprovechar esta actividad para mejorar la relación padre-hijo. Nadar juntos puede ser una idea muy divertida. Si tus hijos ya son adolescentes, el verano y una piscina al aire libre puede ser el momento perfecto.
- Nadar aumenta la capacidad respiratoria y mejora la circulación sanguínea.
- Ayuda a desarrollar el equilibrio, la orientación y la percepción espacial y por lo tanto, a hacer que el niño sea más autosuficiente, dentro y fuera de la piscina.
- La natación ayudará a que tus hijos descansen y coman mejor. Es una actividad muy indicada para niños con problemas de sueño y apetito.
- Ayuda a la relajación corporal. Los movimientos en el agua harán de efecto relaja nte por lo que es indicado también para niños muy inquietos y activos.
- Ayuda al niño a ser más consciente de su higiene y hábitos de higiene corporal, ya que en una piscina se suelen compartir duchas, vestuarios... Además de completo y como veis, lleno de ventajas para los niños, es un deporte muy divertido.
- Inconvenientes de la natación
Practicar natación a penas tiene inconvenientes. Tan solo tenemos que tener en cuenta que si nuestro hijo tiene alguna enfermedad o afección, deberemos consultar a nuestro médico primero.
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Cuándo apuntar a los niños a clases de natación
Un niño puede empezar a practicar natación desde casi recién nacido aunque la edad recomendada para empezar a llevarlos a la piscina es a partir de 6 meses. La natación puede ser beneficiosa a lo largo de toda nuestra vida, por lo tanto, es aconsejada tanto como para niños como para adultos. Además, al poder realizarse la actividad en piscina cubierta climatizada, no importará la época del año en la que se practique ya que el agua de la piscina climatizada siempre estará a la temperatura adecuada.
Lo más recomendable es que el bebé empieza la natación a partir de los 6 meses
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¿Qué pasa si mi hijo no quiere ir a la piscina? ¿Le obligo?
Todos los cambios tienen un periodo de adaptación. En el caso de la natación, puede haber niños a los que les de miedo el agua o se sientan especialmente inseguros practicando la actividad. No se recomienda obligar al niño a ir a natación pero tampoco es válido que sucumbamos a los deseos del niño sin más porque muchas veces pueden ser fruto de un mero capricho. Lo ideal sería atacar el problema de raíz y poner solución. Si el niño tiene miedo al agua por ejemplo, habrá que poner más hincapié en los ejercicios de confianza. Quizás una buena idea sea ir a la piscina unos días antes de que empiecen las clases de natación y jugar con nuestro hijo en el agua. Que se lo pasen bien es indispensable y deben asociar la idea de natación con la de diversión.
Si la elección final es optar por las clases de natación, podemos estar seguros de que nuestros hijos crecerán más sanos, y fuertes y mucho más felices, que en definitiva eso es lo que importa.