No hay que olvidarse de reflexionar y valorar muy bien todas las opciones disponibles antes de decidir llevar a los niños a actividades extraescolares. La edad de los hijos, su personalidad, gustos, aficiones e incluso carencias son factores a tener en cuenta antes de decidirse por una u otra actividad. Lo que sí es común en todos los casos es la necesidad de atender más a las necesidades de los niños que a la comodidad de los padres ya que, esto último, puede repercutir en la vida de los pequeños, en su desarrollo e incluso en su felicidad pudiendo tener consecuencias a medio y largo plazo.
¿En qué consisten las actividades extraescolares?
En busca de la diversión de los hijos, su entretenimiento de una forma didáctica o para potenciar o fomentar la adquisición de habilidades, los padres suelen inscribir a sus vástagos en numerosas actividades que les enseñan disciplinas muy distintas y diferenciadas de las que pueden aprender durante las horas lectivas en el colegio.
No hay que olvidar que los niños necesitan jugar, divertirse y relajarse
Las actividades más demandadas suelen ser los deportes como el fútbol, baloncesto o gimnasia rítmica. También son muy populares las disciplinas artísticas como la música, el baile en sus más variados estilos, así como el dibujo y la pintura. Pero existen muchas opciones muy variadas que facilitan la posibilidad de encontrar la más adecuada para cada niño según sus gustos, aficiones o talentos.
Escoger actividades y controlar la carga lectiva
Por regla general, los pequeños menores de seis años no requieren ningún tipo de actividad extra además del colegio, sin embargo, es muy común que la necesidad de adaptar el horario infantil al laboral al cual se ven sometidos los padres, los hijos se vean obligados a pasar una gran parte de su horario no lectivo en clases extra.
En estos casos es conveniente contar con la opinión de los niños y buscar alternativas que supongan para ellos un menor esfuerzo. No hay que olvidar que se trata de personas de muy corta edad y el mayor aprendizaje para ellos es el juego. Por esta razón, no está de más optar por actividades lúdicas en las que puedan interactuar con sus amigos, que impliquen cierta actividad física y que les ayuden a combatir el estrés. Un número excesivo de horas realizando actividades intelectuales lleva a cualquier persona a aumentar sus niveles de estrés hasta límites peligrosos para la salud y los niños son más proclives a sufrir este tipo de trastornos.
Para los niños algo mayores es mucho más fácil escoger las actividades puesto que en muchas ocasiones son ellos mismos los que las sugieren a los padres. A una edad superior a los seis años, los niños ya tienen interés por diferentes disciplinas, comienzan a destacar en algunos deportes o desarrollan talentos específicos. Atendiendo a estos intereses del menor se pueden elegir las clases extra más acertadas para desarrollar su potencial y aprender disfrutando. Sin embargo no hay que sobrecargar a los hijos con un exceso de horas extra que les lleve al cansancio y al deseo de abandonar; se trata de divertirse y aprender por ello estas horas de más no deben plantearse como una obligación aunque les enseñe a responsabilizarse de sus compromisos.
Juegan un papel fundamental en la sociabilización y actividad física de los niños
Actividades extraescolares durante el periodo escolar
No hay que olvidar que los niños necesitan jugar, divertirse y relajarse. Durante el periodo escolar se ven sometidos a muchas horas de actividades dirigidas y esfuerzos intelectuales que les deben ser valorados. Hay que tener cuidado de no cargarles con un exceso de trabajo que les encamine al estrés con muchas clases de refuerzo escolar o disciplinas que no disfruten como entretenimiento.
Salvando las necesidades lectivas que pueda tener cada niño, las actividades extra más recomendables durante el periodo escolar son aquellas que les enseñan valores, disciplina y esfuerzo de una forma agradable, asequible y entretenida. Así, estas clases sirven de complemento a lo aprendido en la escuela, aportando nuevos conocimientos que puedan ser de utilidad en diversas situaciones de la vida. Seguir un horario y cumplir unos compromisos con un resultado gratificante es una valiosa educación para los niños.
Atendiendo a las lógicas limitaciones para evitar el estrés infantil, las actividades extraescolares durante el periodo escolar son altamente recomendables por numerosas razones. Fundamentalmente, estas clases juegan un papel fundamental en la sociabilización y actividad física de los niños. Durante el invierno, con tardes más cortas y un clima frío, los pequeños están más tentados a quedarse en casa ante el televisor sin recibir estímulos variados. La ilusión por acudir a los compromisos extraescolares les aporta un incentivo y los mueve a llevar una vida menos sedentaria.
Actividades extraescolares en verano: consejos
Con el verano se acaba el colegio, llegan las vacaciones y es el momento ideal para olvidar las obligaciones, la disciplina y los deberes cotidianos. Sin embargo, muchos padres consideran que sus hijos deben continuar con ciertas horas lectivas durante el periodo estival y, en este caso, no hay que olvidar la necesidad de descanso y juego que, en verano, debería ser mayor que el resto del año.
Al igual que raras veces un padre se lleva trabajo a las vacaciones, es fundamental que no se cargue a los hijos con obligaciones excesivas y se les deje disfrutar del juego y de cierta libertad hasta que se acerque de nuevo el periodo escolar.
No hay que sobrecargar a los niños
En caso de que el niño suspenda alguna o varias asignaturas hay que tomar la nota obtenida como un castigo en sí misma. En lugar de anular sus vacaciones lo mejor es reflexionar sobre los errores cometidos y plantear un sistema de trabajo que compagine el estudio y recuperación de las asignaturas con el juego y la diversión de una forma ordenada.
En cualquier caso, existen numerosas actividades de verano tales como deportes o campamentos que pueden resultar atractivas para los niños y que permitirán el cuidado de los mismos en ausencia de los padres. A pesar de esto, no hay que olvidar que lo mejor de las vacaciones es la oportunidad de pasar ratos en familia y crear momentos inolvidables que refuerzan los lazos entre padres e hijos. Por ello no hay que olvidarse de encontrar esos momentos para viajar juntos, salir al campo, jugar y conversar.
Una vez más la práctica de algún deporte será el pretexto perfecto para pasar ratos en familia. Otro método para potenciar estos momentos en comunidad son los juegos de mesa ya que son divertidos, integran a personas de todas las edades y fomentan el aprendizaje.
Actividades extraescolares y el estrés de los niños
Como ya se ha mencionado, una sobrecarga de horas lectivas y actividades extra, así como un excesivo esfuerzo intelectual y físico puede llevar a los niños a la saturación con el consiguiente resultado de estrés infantil.
Esta dolencia se puede manifestar con dolores de cabeza, mal humor, trastornos del sueño, falta de apetito, desajustes emocionales y signos evidentes de malestar. Para evitar esto la mejor medida es la planificación racional de las horas de trabajo y la introducción de más momentos de juego cuanto más joven sea en niño. La comunicación y la comprensión serán fundamentales para la felicidad de los pequeños.