Seguramente cuando eras más pequeño te pasabas el tiempo jugando a los videojuegos si darte cuenta de las horas y las horas que pasabas ante la pantalla. Con el paso de los años, la cosa no ha cambiado y los niños de hoy en día siguen pasándoselo en grande a la hora de jugar a los videojuegos. Como todo en la vida, el problema aparece cuando se abusa y el jugar a dichos videojuegos se convierte en una auténtica obsesión. Es tan grave el tema que la adicción a los videojuegos ha sido catalogada como un trastorno de la conducta que hay que tratar lo más pronto posible.
Cómo saber si tu hijo es adicto a los videojuegos
Hay que empezar diciendo que no es lo mismo el jugar demasiadas horas a los videojuegos que el ser un adicto a los mismos. La adicción va a provocar un deterioro en el niño en todos los campos, desde el físico pasando por el mental y el social. Hay una serie de síntomas que pueden indicar que el menor sufre un problema de adicción a los videojuegos:
- Sufre un cambio de comportamiento brusco cuando no puede jugar.
- Se aisla en su habitación y apenas sale de la misma.
- Las relaciones con otros amigos se van deteriorando poco a poco .
- Comienza a mentir con el fin de conseguir sus propósitos.
- Hay un cambio importante tanto en los hábitos de sueños como alimentarios.
Qué hacer para prevenir tal adicción a los videojuegos
Por desgracia cada vez son más los jóvenes los que sufren tal adicción a los videojuegos. Ante ello es muy importante el seguir una serie de pautas o consejos que ayuden a prevenir la posible adicción:
- Antes de comprar un determinado juego, los padres deben informarse sobre el mismo.
- Lo más aconsejable es el optar por juegos que sean educativos o que fomenten la creatividad.
- Hay que descartar aquellos juegos que permitan al menor jugar de una forma online.
- La pantalla en la que va a jugar el niño debe estar a la vista de todos para poder controlarlo lo máximo posible.
- No es mala idea el observar al niño mientras juega para ver de qué manera reacciona al jugar.
- Es bueno ponerle unos límites y un horario para jugar. No puede ser que el menor se ponga a jugar unas horas antes de irse a dormir.
- No hay que olvidar que el tiempo de ocio que tiene el niño se gaste por completo jugando a los videojuegos. Hay que hacerle ver que también tiene que hacer algo de ejercicio físico y jugar con otros niños.
El control parental
El control parental es clave a la hora de controlar lo que el niño juega y prevenir el posible abuso de los propios videojuegos. Gracias al mismo los padres pueden controlar los juegos, el tiempo que va a pasar el menor frente a la pantalla, permitir o no el acceso a contenido online o gestionar la privacidad del perfil de usuario.
La mayoría de las veces los problemas de adicción de muchos niños se debe a la inoperancia de los propios padres. La labor de los progenitores no es otra que la de supervisar en todo momento lo que hacen sus hijos y no dejarlos a su libre albedrío. Los videojuegos crean adicción y es por ello que hay que enseñarles a hacer un uso correcto de los mismos. No te olvides que el tiempo de ocio que tiene el niño no se puede limitar de una manera exclusiva al uso de los videojuegos y que debe hacer otras cosas más productivas tales como jugar con otros niños o el compartir actividades en familia.