El embarazo adolescente es un fenómeno que aunque nos pueda parecer aislado no lo es tanto. Cuando uno se fija en las estadísticas descubre que cada año en España hay 600 chicas que no han alcanzado la mayoría de edad que se quedan embarazadas. Unas deciden continuar con el embarazo y ser madre, otras dar al bebé en adopción y otras deciden abortar.
Las situaciones de cada adolescente que se queda embarazada son diferentes. Influye la relación con el padre de la criatura, las circunstancias económicas y emocionales de su familia y el grado de madurez de la propia madre. Sin embargo todas ellas tienen en común el hecho de haberse quedado embarazadas a una edad muy temprana, tanto que están llenas de dudas acerca de lo que han de hacer y su futuro.
Hoy en día existe multitud de información sexual para que los adolescentes puedan disfrutar del sexo sin quedarse embarazados. La documentación está al alcance de cualquiera que tenga a mano un ordenador o que pueda pasarse por un centro de atención sexual.
Cuéntaselo a tu familia o tutores
Aún así hay ocasiones en que la prevención fallan y las parejas adolescentes no son tan responsables como cabría esperar. Pueden venir debidas a una revolución hormonal, a las ganas por estar con la pareja y no esperar o simplemente a un uso no adecuado de los anticonceptivos. De encontrarse en esta situación hay que recordar que se puede acudir a un centro de planificación familiar y pedir la pastilla del día después que evitará un embarazo. Se trata de una medida excepcional que no puede ser utilizada como recurso habitual.
Dudas acerca de si se está embarazada
Si has practicado sexo sin protección y tienes sospechas de estar embarazada no lo dudes hazte una prueba ante la primera falta de la menstruación. En ocasiones, puede que la regla se retrase unos días por los nervios ante la posibilidad de estar embarazada, así que cuanto antes salgas de dudas mejor. En caso de que el resultado sea positivo has de analizar las opciones que tienes a partir de entonces respecto a tener o no el bebé.
Lo primero que es de hacer es acudir al médico. Él será el que te vea y diga cómo se encuentra el bebé y cómo se encuentra tu propia salud. Hay que tener en cuenta que los embarazados en adolescentes se diferencian de los de personas adultas en que el cuerpo que ha de albergar el feto es aún muy joven. Esto puede suponer más complicaciones debido a que tiene que 'madurar' apresuradamente.
Los embarazos de adolescentes suelen ser considerados de alto riesgo, por lo que el control por parte del médico debe ser continuo. Hacer frente a un embarazado en solitario resulta difícil, más aún cuando se es muy joven y no entraba en sus previsiones ser responsable de otra persona.
Busca apoyo en tus seres queridos, no te sientas sola
Tendemos por lo general a refugiarnos en personas del mismo sexo, quizás porque ellas pueden pasar o haber pasado por un embarazo y son mayores conocedoras de todo lo que ocurrirá durante los próximos meses. La madre suele ser el mayor apoyo que podemos tener en estos casos pero puede que no sea la persona con la que más cómoda te sientas para comentarle el embarazo en un primer momento.
Es importante que durante todo el embarazo la joven madre reciba apoyo. A ninguna mujer en su situación le convienen las situaciones estresantes, mas aún si cabe si es una adolescente que no sabe qué hacer. Rodéate de gente que te pueda ayudar y en la que confíes. Pídeles que te acompañen al médico y a cualquier trámite que tengas que hacer y que no sientas que estás preparada para afrontar en solitario.
Ser madre u optar por la adopción
Las dos opciones principales que existen cuando una adolescente descubre que está embarazada son seguir adelante o ponerle fin. Sea una u otra la decisión ha de ser ampliamente sopesada y estudiada por la madre -y el padre en caso de implicarse- y ha de ser respaldada en la misma por su entorno más cercano. En el primero de los casos también se plantean dos posibilidades: quedarse al bebé una vez haya nacido y que pase a formar parte de su familia, quizás incluso con el padre; o dar al niño en adopción.
Quedarse embarazada siendo adolescente supone para la madre, y al menos debería serlo también para el padre, tener que madurar rápidamente para asumir una serie de responsabilidades. Si a ello se une el hecho de que quieran ejercer como padres y formar una familia propia han de ser conscientes de que la suya será muy diferente a la vida de sus amigos ya que se convertirán en padres de una criatura que precisará atención constante, sin contar con la necesidad de conseguir recursos económicos para sacarlo adelante. Esto conllevará hacerse con un trabajo y probablemente finalizar los estudios o ponerlos en suspenso durante una temporada.
En ocasiones puede que la familia de uno de los progenitores o de ambos se comprometa a proporcionar los recursos necesarios de tal manera que los padres puedan seguir desarrollando una vida normalizada para alguien de su edad.
Hay adolescentes que deciden continuar con su embarazo pero no se ven con la fuerza necesaria para ser madre siendo tan joven y deciden dar en adopción al bebé de modo que muchas de las parejas que buscan un hijo puedan tenerlo. En el caso de España las adopciones se tramitan a través de los servicios sociales y una vez llegas al hospital para dar a luz.
Sin embargo se puede consultar con ellos el proceso (tienen oficinas en todos los municipios, dependientes del ayuntamiento) y existen grupos de apoyo para mujeres que quieran dar a su bebé en adopción a otra familia. También te pueden informar de los plazos y derechos que tienes sobre el bebé como madre.
El aborto en adolescentes
La opción del aborto es muy recurrida entre adolescentes que se quedan embarazadas sin pretenderlo y no desean ser madres. La interrupción voluntaria del embarazo puede realizarse hasta la semana 14 de gestación sin tener que alegar motivo alguno. Esto según la legislación vigente en España ya que el gobierno trabaja actualmente para modificar la ley y hacerla más restrictiva.
Sin embargo, las leyes están cambiando y cada vez hay más trabas para poder interrumpir el embarazo de manera voluntaria. Debes informarte correctamente sobre cuál es tu situación para saber si puedes o no abortar.