Si tienes un hijo/a adolescente es posible que te hayas dado cuenta de que es más complicada que cómo la recordabas (cuando la viviste en primera persona). Probablemente tus padres tengan otro recuerdo de tu adolescencia, quizá también bastante más complicado. La adolescencia es un camino difícil tanto para padres como para hijos.
Es muy difícil ver que un hijo maltrata a un hermano, y parece incluso que te extrañas al verle, que no parece ser al hijo que has estado criando todos estos años... ¿qué es lo que está pasando? ¿Realmente tu hijo adolescente se está empezando a comportar con "maldad"? A continuación vamos a hablar sobre esto y que te des cuenta de que en realidad no hay maldad en sus actos, solo necesita aprendizaje.
¿Realmente es un mal comportamiento?
Los adolescentes también sufren los estragos de su propia adolescencia y sienten que las cosas se vuelven difíciles para ellos. Las hormonas, la presión de los compañeros, los problemas sociales y los desafíos académicos desempeñan un papel en la generación de un tremendo estrés. Esos sentimientos reprimidos se pueden contener alrededor de los maestros y amigos, pero tienen que manifestarse en algún momento, o alimentan la ansiedad y la depresión.
Desafortunadamente, la válvula de descarga es la vida del hogar, la gente y el lugar donde los niños se sienten lo suficientemente seguros como para dejar que todo salga. No es personal... ten esto en cuenta en todo momento.
Busca lo bueno
Tu adolescente no es malo, simplemente no sabe que puede tener una mejor versión de sí mismo. Ellos pueden saber que se están comportando mal pero que no saben cómo pararlo (a muchos adultos les pasa lo mismo....). Cuanto tu hijo adolescente esté haciendo algo bueno, díselo. No solo te guardes las palabras amargas cuando hace algo que está mal... Si le remarcas lo que está haciendo bien le estás ayudando a saber que todavía ves la buena persona que es, a pesar de que en ocasiones tenga comportamientos negativos.
Fomenta la cercanía y la conexión
Es mucho más difícil ser cruel con alguien cuando sentimos que nos gustan. Busca oportunidades para compartir una risa, preparar un postre o tener un abrazo mientras miráis una película juntos. Tu adolescente lo necesita, incluso si sientes que se está alejando con su comportamiento desagradable.
Comportamiento disruptuvo contra los hermanos
Si tu hijo adolescente comienza a arremeter contra un hermano menor o contra ti, mira si puedes romper el ímpetu y ayúdale a encontrarse nuevamente. Es posible que esto no siempre funcione, pero a veces un joven que está en un alboroto negativo constante estará inmensamente agradecido cuando ale ayudemos a salir de ese círculo de auto destrucción.
Para romperlo podéis jugar a pillar en casa, hacer luchas con pistolas de agua en el jardín, poner música alta para bailar... Puede que funcione y que de paso, os lo paséis en grande juntos.
Crea una conversación sincera
Enseña a tus hijos a escuchar sin interrumpir, a no poner los ojos en blanco o a discutir en lugar de hablar. Tu trabajo es enseñar a tus hijos a expresar lo que siente y que también sepa comunicarse adecuadamente con sus hermanos.
La sinceridad es necesaria para que al comunicación sea efectiva. En este sentido, recuerda que para que exista buena comunicación con tus hijos, primero debes trabajar esa comunicación con ellos. Desde que son pequeños los niños aprenden a comunicarse mirándote a ti cómo hablas con los demás y teniendo en cuenta también cómo ha sido tu relación con ellos desde que nacieron. Cuando llegan a la adolescencia los hijos tendrán una comunicación contigo que serán los frutos que has cultivado durante tanto tiempo. Si lo has cultivado bien, los frutos serán buenos... pero si lo has cultivado mal, quizá no tengas frutos que recoger y tendrás que comenzar la siembra de nuevo.