Hay adolescentes que pasan estos años de una manera algo más complicada de lo normal. Pueden tener sentimientos de odio y resentimiento hacia todo lo que les rodea. Esta forma de sentir no es algo que sea normal en la adolescencia, aunque sea una época de cambios, no significa que el adolescente deba pasar todos estos años de manera tan negativa. Siempre que existen sentimientos de odio o rencor hay algo en la base emocional que lo está provocando.
Observar la ira e incluso el odio que emana de tu hijo adolescente puede ser algo confuso y aterrador. Aunque los adolescentes a menudo enfrentan una gran cantidad de emociones a medida que avanzan hacia la edad adulta y la independencia, las emociones extremas pueden ser una señal de que existen problemas subyacentes. Ayuda a tu hijo adolescente a superar estos momentos difíciles para que pueda controlar sus emociones de manera efectiva y positiva.
Por este motivo, si tienes un hijo adolescente que parece que odia a todos y a todo, entonces es necesario que sigas leyendo. Porque convivir con adolescente así no es nada sencillo, pero es que no es vida ni para ti, ni para él. Sigue estos consejos y todo comenzará a mejorar notablemente.
Habla con tu adolescente
Encuentra un momento de relativa calma cuando tú y tu adolescente puedan hablar sobre el comportamiento odioso y los sentimientos de enfado que ha estado exhibiendo. Lo ideal es que te acerques a tu hijo para comunicarle tu amor y preocupación.
No le juzgues, ni le ataques, porque si lo haces podría poner a tu hijo a la defensiva. Es mejor que le digas lo que percibes y que has sido testigo de un comportamiento que te preocupa porque cuesta sus sentimientos de enfado. Contrarresta tu declaración diciéndole también a tu hijo que no harás palanca ni interferirá, pero que siempre estás disponible para ayudarle si te necesita.
Reconocer y señalar la ira
Cuando tu hijo muestre sentimientos y emociones enfadados, ayúdale a reconocerlos llamándole la atención. Podrías decir algo como: "Pareces realmente enfadado en este momento y puedo entenderlo". Aunque es tan simple, esta oración le enseña a tu hijo a reconocer los sentimientos de enfado, le da validez a los sentimientos de tu hijo y le ayuda a aceptarlos. Tu empatía puede ser el punto de partida para que tu hijo maneje sus emociones de manera más efectiva.
El control de las emociones
Una vez que ayudes a tu hijo a reconocer el enfado, es hora de ayudarle a superarlo de manera positiva y efectiva en lugar de permitir que exudes energía odiosa de él. Manejar las emociones puede ayudar a tu adolescente a evitar altercados físicos, lenguaje corporal negativo y verbalización de ira o resentimiento.
Ayuda a tu adolescente a darse cuenta de que alejarse de una situación provocativa alejándose puede ser una forma efectiva de darse un poco de tiempo para refrescarse. Una vez que se haya enfriado, podrás hablar mejor sobre sus sentimientos, acercarse a las personas para resolver problemas y trabajar para encontrar una solución.
La ira es peligrosa
Algunos adolescentes pueden experimentar una ira incontrolable, durante la cual el adolescente amenaza con violencia, se involucra en violencia contra otros o destruye bienes... esto es peligroso para él mismo y para quienes le rodean.
Si eres testigo de ira y odio incontrolables en tu hijo adolescente, busca ayuda profesional de inmediato. Tu adolescente puede necesitar intervención y asesoramiento de crisis. Tu hijo adolescente también puede necesitar tratamiento psicológico para un trastorno de agresión que afecta a algunos adolescentes. La ira también puede ser una manifestación de depresión... si crees que tu adolescente tiene depresión, también deberás buscar ayuda inmediatamente.