En la vida, todos tenemos que tratar con personas que son difíciles y es importante interactuar de la manera más efectiva posible para que su posible toxicidad no te afecte más de la cuenta. Si alguna vez has tratado con personas difíciles o tóxicas, sabrás que no es una experiencia agradable y que si no pones límites a tiempo, puede convertirse en un problema real en tu vida.
Que te pase a ti no te importa tanto porque puedes saber cómo manejar la situación, pero si le pasa a tu hijo adolescente quizá te preocupes más de la cuenta. Quizá llegue a casa diciendo que su profesor le odia o que tiene problemas con algún compañero de clase. Cuando esto ocurre es posible que se niegue a ir a clase o a ir a practicar deporte por la relación con esas personas difíciles. No sabe cómo manejar la situación y le genera ansiedad.
Como padre o madre es posible que cuando hieren los sentimientos de tu hijo/a lo primero que quieras hacer es hablar con esas personas y pedir explicaciones o simplemente, entrar en una guerra... Pero no es necesario, ni ético, ni le servirá de nada a tu hijo/a. Es necesario hacer entender a tu hijo que no todas las personas encajan y eso no tiene que ser nada malo realmente, y si se necesita, siempre se pueden hacer cosas para mejorar la relación.
Considera algunas cosas
Antes de ponerte nervioso porque han lastimado los sentimientos de tus hijos hazte la siguiente pregunta: ¿ Tu hijo tiene tendencia a sentir cierta ansiedad cuando percibe rechazo por otras personas aunque esto no sea así exactamente? Si es así, no invalides los sentimientos de tu hijo diciéndole que es demasiado sensible. En su lugar, ten en cuenta la sensibilidad de tu hijo cuando le enseñes a llevarse bien con los adultos "difíciles" de su vida.
En la vida todos tenemos que lidiar con personas que son difíciles y es importante interactuar de la manera más efectiva posible. Cuanto antes compartamos estas habilidades con nuestros hijos, mejor estarán ahora y en el futuro.
Lidiar con personas difíciles: qué enseñar a los hijos
No siempre será fácil llevarse bien con todos
Habrá personas a las que guste más y a los que guste menos y a la inversa. También habrán personas que le gustará más y otras que les gustará menos. Esto es perfectamente normal y tampoco tiene que buscar gustar a todos. Cada uno es como es y se acepta o no se acepta, pero siempre se respeta.
Observar las interacciones entre compañeros y detectar a las personas difíciles
Con demasiada frecuencia nos olvidamos de enseñarles a los hijos la importancia de las buenas habilidades de observación. Al observar a sus compañeros, pueden aprender lo que se necesita para llevarse mejor con los demás. Aprende a usar esta técnica: si te encuentras en una situación con el tipo de personalidad que es difícil, rápidamente detente y piensa en cómo un amigo que es bueno con este tipo de personalidades podría manejar la situación. Inténtalo lo mejor que puedas y aplica técnicas de manejo con personas difíciles y verás cómo la relación cambia rápidamente.
Enseña a tus hijos a centrarse no solo en sus sentimientos, si no también en sus comportamientos
Los niños deben saber cómo su comportamiento impacta directamente en los demás. Quizás haya algo que tu hijo esté haciendo que contribuya a hacer que la relación sea estresante o tensa. Si se das cuenta de esto, puedes señalarlo a tu hijo con delicadeza y amor. Le harás un gran favor.
Sé un buen ejemplo a seguir
Como bien sabrás el ejemplo es fundamental en este tipo de situaciones y en todas. Tus hijos aprenden con tu ejemplo y no puedes pedir que cambien algo si tú lo haces peor. Sé su mejor maestro y aprende técnicas para poder lidiar con personas con personalidad difícil. Tu hijo aprenderá mucho observándote.