Cuando se cambia la hora en algunas partes del mundo puede generar consecuencias en los organismos de las personas. En el caso del retraso de la hora en 60 minutos, significa que se entra en el horario de invierno y que amanece antes y anochece más temprano. Con dicho cambio de hora se supone que se ahorra energía aunque eso a los padres poco les importe. Está demostrado que dicho cambio de hora afecta de manera negativa a los adultos y demás manera a los más pequeños de la casa. Acto seguido te doy unas pautas y consejos para que el cambio al nuevo horario de invierno sea lo mejor posible.
Cómo repercute en los niños el cambio de hora
En el caso del horario de invierno el cuerpo no se ve perjudicado ya que en teoría al retrasarse se duerme una hora más. Por lo tanto el niño duerme sus 8 o 9 horas aunque se despierte más temprano. El problema es que al igual que pasa con muchos adultos, hay algunos niños a los que al trastocarle su horario habitual y su biorritmo pueden sufrir ciertos trastornos de sueño.
El cambio de hora en invierno
El nuevo horario de invierno va a suponer algún que otro cambio en el biorritmo tanto de los adultos como de los niños. Los días van a tener menos horas de luz que durante el resto del año, lo que termina repercutiendo negativamente en el estado de ánimo de los más pequeños . Amanece antes y anochece más temprano haciendo que los pequeños apenas puedan disfrutar de la luz del día sobre todo entre semana.
Es bastante normal que hasta el cuerpo no termine de acostumbrarse al nuevo horario de invierno, los niños puedan sufrir una especia de jet lag y puedan sentirse algo más cansados y con un leve dolor de cabeza. Este cambio puede hacer incluso que algunos niños puedan llegar a sufrir algún que otro problema relacionado con el sueño. Son bastante frecuentes episodios como el insomnio o terrores nocturnos.
Otro de los grandes problemas que suelen sufrir a diario los padres hace referencia al momento de acostarlos en la cama. A partir de ahora es aconsejable acostarlos antes de las 10 de la noche, algo que no suele gustar a los más pequeños de la casa. En tal caso, sólo queda armarse de paciencia e intentar que con el paso de los días se vayan acostumbrando a la rutina de acostarse temprano para poder levantarse sin problema alguno a la hora de ir al colegio. De todas maneras esto es algo que suele desaparecer a los 4 o 5 días como mucho por lo que no debes preocuparte en exceso.
A pesar del nuevo horario de invierno es importante el conseguir que los más pequeños de la casa puedan dormir las horas necesarias para que puedan levantarse al día siguiente con las fuerzas renovadas.
Pautas a seguir para conseguir una buena adaptación al cambio de hora
Acto seguido te voy a dar unas pautas o consejos que te ayudarán a que la adaptación sea la mejor posible:
- Antes de que llegue el cambio de hora es aconsejable el acostar al niño un poco más temprano de lo habitual, ya que de esta forma el cambio de hora es mucho menos brusco.
- Al igual que el pequeño se va a acostar más temprano, es bueno que las demás rutinas se adelanten como es el caso del baño o la cena.
- La cena debe ser poco copiosa y ligera para que no tenga problemas digestivos a la hora de acostarse.
- Si quieres que tu hijo no tenga problemas a la hora de acostarse, es bueno que las siestas no sean demasiado largas.