La maternidad es uno de los mejores regalos que una mujer puede experimentar, pero también puede tener un costo enorme en su cuerpo, tanto emocional como físicamente. Esto no dura solo los primeros meses después del parto. Algunas madres todavía se sienten deprimidas, letárgicas y profundamente fatigadas años después de dar a luz. La recuperación no dura tan solo 16 semanas por mucho que la sociedad intente hacer creer esto a todo el mundo.
Hay mujeres que pueden sentir los efectos de haber sido madre, incluso hasta 10 años de haber tenido a su bebé, tanto a nivel emocional como físico o psicológico. El agotamiento postdata puede tener efectos muy adversos en las personas que lo padecen.
El agotamiento postnatal
En primer lugar, es importante comprender que el agotamiento postnatal y la depresión postparto no son la misma condición. La depresión postparto es un trastorno fisiológico diagnosticable que se puede diagnosticar hasta un año después del nacimiento. Los síntomas incluyen un estado de ánimo bajo persistente, pérdida de interés y disfrute, falta de energía y cansancio todo el tiempo, dificultades para dormir, aislamiento, dificultad para vincularse con el bebé y dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
El agotamiento postnatal, por otra parte, es una constelación de síntomas que afectan a todas las esferas de la vida de una madre después de dar a luz. Estos síntomas surgen de problemas fisiológicos, cambios hormonales e interrupción del ritmo circadiano del ciclo de sueño de una madre, en capas con componentes psicológicos, mentales y emocionales.
Síntomas
La reducción postnatal puede comenzar durante el embarazo debido a la cantidad de grasa que necesita el feto en desarrollo, lo que deja a la madre con niveles más bajos de una cantidad de grasas y otros nutrientes después del nacimiento. Alrededor de 7 gramos de grasa pasan de mamá a bebé todos los días, mientras que el cerebro del bebé por nacer pasa por la etapa más significativa de desarrollo durante el tercer trimestre. Esta transferencia de ácido graso es esencial para el bebé, pero puede dejar a la madre agotada.
Además, esto sumando a las demandas de la vida laboral y las presiones sociales, así como la falta de sueño, pueden llevar al agotamiento postnatal.
Los síntomas incluyen:
- Olvidar las cosas
- Fatiga
- Agotamiento
- Sueño no reparador o insomnio
- Pérdida de elasticidad de la piel, piel seca, uñas más endebles, pérdida del cabello, aumento de la translucidez de los dientes, retroceso de las encías y moretones más fáciles de hacerse en la piel
- Sensibilidad a la luz y al sonido
- Mala concentración
- Labilidad emocional (cambios rápidos del estado de ánimo)
- Sentimientos de aislamiento, inadecuación y vulnerabilidad
Factores que contribuyen
Quizá antes de tener hijos ya estabas agotada por otros asuntos. Añade el embarazo y el parto así como todos los recursos físicos que necesitarás para atender a tu bebé una vez que haya. nacido. Las madres se sienten abrumadas, con muchas cosas que hacer todo el tiempo, sobre estimuladas y sin tiempo para su uso personal.
Factores principales que causan el agotamiento postnatal:
- Estrés
- Problemas económicos
- Menos actividad social
- Sentimientos de soledad
- Pero salud física y mental
- Toxinas ambientales
- Malos hábitos como fumar
Cómo recuperarte más rápido y mejor
Para poder superar este síndrome tendrás que tener una dieta equilibrada y saludable para que no te falten recursos en tu organismo. Además, es necesario que tengas un apoyo adecuado y continuo tanto a nivel práctico como emocional. También, ten en cuenta lo siguiente:
- Come lo mejor que puedas
- Toma suplementos si lo necesitas (habla con tu médico)
- Limita tu ingesta de alimentos procesados
- Haz ejercicio diario, no hace falta que sea mucho
- Intenta dormir más... aunque sean cabezadas durante el día
- No tengas miedo de pedir ayuda
- Si te sientes sobrepasada, habla con tu médico sobre tus sentimientos