Los bebés menores de un año obtienen la mayor parte del líquido que necesitan de la leche materna o la fórmula, pero después del primer cumpleaños de tu hijo, tienes que empezar a hacer del agua una parte de su rutina diaria. Todavía tu bebé tomará leche y posiblemente zumo natural a diario, pero ofrecerle agua regularmente le ayudará a acostumbrarse al sabor, por lo que será más probable que se calme la sed sin exigir siempre una bebida con sabor o azucarada. Es importante que se acostumbre a beber agua para calmar su sed.
Cantidad de agua necesaria
Los niños entre 1 y 3 años de edad requieren un poco más de un litro de líquido al día. Sin embargo, esto no significa que tu niño necesite beber tanta agua todos los días. Alrededor del 20% de las necesidades diarias de líquidos de tu hijo provienen de los alimentos, y un niño de 1 año debe beber más de medio litro de leche al día. Esto significa que un niño promedio de 1 año necesita beber aproximadamente medio litro de agua al día, dependiendo del clima.
Ofrece agua
Una buena manera de ayudar a asegurar que tu hijo pequeño cumple con sus requerimientos diarios de líquidos es ofrecer leche con sus comidas y agua en otras ocasiones. Intenta ofrecer agua en un vaso adaptado a su edad o con una pajita para darle independencia a tu hijo.
Esto podría hacerlo más receptivo a tomar agua si tiene dificultades para aceptarlo al principio. Es posible que un niño de 1 año no pueda decirle cuándo tiene sed, así que trata de ofrecerle una pequeña cantidad de agua cada hora que esté despierto y cuando se despierte durante la noche.
Preocupaciones de deshidratación
Mantener a tu hijo hidratado puede ser un desafío en climas cálidos o cuando un niño está enfermo por ejemplo con diarrea. Ofrece a tu hijo agua cuando hace calor, sobre todo si estáis al aire libre.
Servir agua fría de la nevera o con hielo puede aumentar la probabilidad de que la tome en un clima más cálido. Controla los pañales de tu hijo de 1 año y asegúrate de que está orinando al menos cada seis a ocho horas.
Tendrás que llevar a tu hijo al pediatra o a la sala de emergencias si muestra señales de deshidratación grave como por ejemplo: ojos hundidos, mareos, somnolencia excesiva o manos o pies fríos o moteados.
Beneficios del agua
El agua potable proporciona varios beneficios para tu hijo. Ayuda a reducir los riesgos de estreñimiento e infecciones del tracto urinario. Ofrecer agua en lugar de zumo u otras bebidas ricas en calorías ayuda a los niños pequeños a mantener un peso saludable y expulsar los productos de desecho a través de la orina.
Sin embargo, tu hijo de 1 año todavía necesita las calorías, la grasa y los nutrientes que obtiene de la leche y los alimentos sólidos, así que limita la cantidad de agua que bebe si descubres que se está llenando de agua y no toma leche ni come sus comidas cuando debe hacerlo.
Recuerda que las personas necesitamos agua para poder sobrevivir y cuando tu hijo ya no se alimenta exclusivamente de leche materna o de leche de fórmula, necesitará agua para poder tener una buena salud y mantearse bien hidratado todo el tiempo. Si tienes cualquier duda acerca de cuánta agua debería beber tu hijo según sus características individuales o según el clima donde te encuentras, no lo dudes ni un segundo y acude a tu pediatra para que te pueda orientar sobre la cantidad de agua que debe tomar tu hijo. Tampoco le des que beba demasiada agua porque también puede ser peligroso para su salud, el agua debe ser proporcional.