Con la llegada de la adolescencia es asi inevitable que nuestros hijos prueben el alcohol. Salen con amigos, se divierten y dependiendo de los sitios que frecuenten muchos pueden acabar bebiendo alcohol... porque por muy bien que hayamos educado a nuestros hijos al final son ellos los que deciden que o que no hacer... Y la presión social no es buena consejera de los adolescentes.
Vivimos en una época en la que el uso del alcohol se ha vuelto tan habitual como el aperitivo de media mañana. Bebemos el vino del mediodía, la cerveza de las tapas, el carajillo tras una comida abundante... ¿Y qué me dices de las bodas, las comuniones, las despedidas e incluso las fiestas navideñas? ¿Te has imaginado alguna vez esos eventos sociales sin alcohol? Es difícil ¿verdad? Estamos tan acostumbrados a tomar alcohol que es normal que los adolescentes lo vean como algo ocasional pero divertido, un privilegio "de adultos". Si además a esto sumamos los efectos desinhibidores que envalentonan a los adolescentes a ser menos tímidos y relacionarse con "ese chico/a especial" y la presión de los amigos es muy probable que acaben consumiendo.
¿Es muy frecuente el consumo de alcohol en la adolescencia?
Según los resultados del último informe hecho por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en el 2015, los adolescentes comienzan a una media de 16,7 años a tomar alcohol en España. Además otro dato que pone los pelos de punta es que en el intervalo de apenas un mes el 68,2% de los adolescentes entre 13 y 16 años lo habían consumido. Por otro lado, según la encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) más del 78% de los adolescentes ya lo habían bebido antes de los 18 años de edad. También se vio que en el último mes tras hacerse la encuesta un 68% habían probado el alcohol, de ellos un 34% se había dado un atracón y el 57% había estado en al menos un botellón ese último año.
Estos datos son preocupantes, por eso en este artículo te damos algunos consejos sobre que hacer si descubres que tu hijo está bebiendo alcohol.
Qué hacer si nuestro hijo adolescente bebe alcohol
1- Hazle entender que ninguna cantidad de alcohol es segura.
¿Cuántas veces hemos oído decir que una copa de vez en cuando no hace daño? Es falso y más en los menores. No existe ninguna cantidad de alcohol que sea segura en un adolescente porque su cuerpo no ha terminado todavía de desarrollarse y el alcohol les afecta en mayor grado, por eso es ilegal hasta que se es mayor de edad.
Por eso, si sospechas que tu hijo está bebiendo alcohol hazle entender todos los efectos perjudiciales que tiene sobre el organismo tanto a corto como a largo plazo, que aunque ahora mismo no esté notando nada con el tiempo su salud se puede ver perjudicada. La información que le des tiene que ser objetiva, es decir, que el mismo vea que tiene efectos perjudiciales demostrados en el organismo y que si no te hace gracia que beba es por un motivo real. ¿Y aun así sigue bebiendo? Si sospechas que tras la charla tu hijo seguirá consumiendo al menos déjale claro la diferencia entre un consumo moderado y otro excesivo.
2- Se su modelo de conducta.
Este consejo está más orientado a prevención pero también es importante cuando sabemos que nuestro hijo bebe. Si el adolescente ve a los familiares adultos beber ten por seguro que es darle permiso para hacerlo. "Tú estás bebiendo, ¿por qué no yo?". Cuando se hacen esa pregunta poco podrás hacer al respecto por controlar que no beba a escondidas. Aunque eso si, solo tú eres el que puede decidir si quieres que beba o no en tu casa.
3-Reacciona de forma adecuada tras una borrachera adolescente.
Si en alguna ocasión ves que tu hijo llega a casa borracho es mejor que le ayudes a pasar el mal momento sin echarle nada en cara, y mucho menos broncas. Estate a su lado y apóyale, que vea que eres comprensivo con él y que podría haberle pasado a cualquiera a pesar de las advertencias. Después espera al día siguiente (tendrá una resaca horrible...) y pregúntale sobre lo que pasó y por qué decidió beber tanto. Pregúntale como nota su cuerpo y que se le ocurre que debería hacer la próxima vez para que la situación no se repita.
Es importante que los padres mantengan la compostura y que no reaccionen con gritos o reproches. Si no lo único que conseguiremos es que la próxima vez nuestros hijos nos mientan... Peor aun, podrían emborracharse igualmente y esperar en la calle hasta que se les pase la borrachera por miedo al castigo, lo cual es aun más peligroso.
4- ¿Tiene un problema con el alcohol?
Aprende a detectar aquellos signos que nos indican que tu hijo podría estar teniendo un problema de consumo tales como:
-Cambios muy repentinos de humor o estados emocionales que no eran propios de él antes del consumo: irritabilidad, depresión, anhedonia.
-Cambios en las amistades que coinciden con los cambios de comportamiento, tal vez dejen de queda con los amigos de toda la vida y salga con otros nuevos que apenas conoces.
-Pérdida de interés por los hobbies que antes tenía.
-Falta de apetito.
-Ausencias escolares.
-Cansancio y falta de energía.
5-Investiga si podría haber un problema detrás.
Muchos adolescentes recurren al alcohol como una manera de escapar de otro problema : malas notas o presión por los exámenes, timidez excesiva, un problema de amores, inadaptación escolar, el duelo por un ser querido... En este sentido la botella se convierte en un aliado para la persona, el problema es que aunque al principio parezca ayudar a "olvidar" los problemas, estos no se solucionan. Si sospechas que los tiros podrían ir por ahí y el adolescente no consigue abrirse y ser sincero contigo es recomendable que busques ayuda profesional para que tu hijo sepa como gestionar sus emociones de forma correcta y sin tener que acudir al alcohol, la mejor opción es un psicólogo infantil o familiar.