Has de saber que los signos de la alergia son crónicos, es decir, aparecen con frecuencia y están presentes durante un determinado tiempo. En cambio, los resfriados o gripes invaden el cuerpo, se desarrollan y luego "mueren" y desaparecen, siguiendo unas pautas muy parecidas entre una persona y otra.
Las alergias infantiles no son tan sencillas de clasificar como las alergias de los adultos, ya que el sistema inmunológico del niño todavía no ha madurado ni se ha desarrollado suficientemente y es más susceptible a los efectos nocivos de las sustancias alérgenas, por lo que pueden darse varios síntomas al mismo tiempo.
Otra cuestión a abordar es el mensaje que los padres deben dar a sus hijos alérgicos. Es importante que el niño desde el primer momento sepa que, a pesar de tener una alergia, es un niño sano y fuerte. También que no debe asustarse por no poder comer (por ejemplo) determinados alimentos o acercarse a ciertas plantas. Hay que inspirarle que cada día que pasa se va a sentir mejor y que podrá superar su alergia, sin tener que preocuparse ni que esto interfiera en su vida diaria.
Alergia Alimentaria. Leche de vaca
En España, los niños alérgicos a leche de vaca en su primer año de vida están entre el 0,36% y el 1,95%. Es la tercera patología alérgica, detrás de la alergia al huevo y al pescado. Cerca del 20% de los niños alérgicos a la leche de vaca tienen el riesgo de desarrollar alergias a otros alimentos, alrededor del 40% desarrollan asma y el 30% una rinitis alérgica.
La alergia a la leche de vaca desaparece en un 90% de los casos a los 3 años de edad
Hablamos de alergia a las proteínas de leche de vaca cuando un niño, tras la ingesta de un lácteo, tiene una respuesta anormal en su organismo, con síntomas típicos de reacción y con un mecanismo inmunológico comprobado.
La diferencia entre la alergia a las proteínas de la leche y la intolerancia a la lactosa está en que ésta ocurre cuando el cuerpo no puede digerir el azucar de la leche (la lactosa), pero no se trata de una reacción alérgica. Los síntomas de la intolerancia a la lactosa son diarreas, dolores abdominales y gases.
Proceso de la alergia a la leche de vaca
El proceso de la alergia es el siguiente: tras la primera exposición a la leche de vaca (sustancia alérgena) el organismo del niño se sensibiliza y produce anticuerpos específicos para algunas proteínas de la leche. En esta primera ingesta el niño no tiene reacción alérgica. Es cuando sucede una segunda exposición, que el alérgeno se fija a los anticuerpos y se desencadena una respuesta orgánica de rechazo, es decir, se produce la reacción alérgica. Por frecuencia, lo más habitual es encontrar síntomas cutáneos, seguidos de digestivos o una asociación de ambos, y finalmente síntomas respiratorios e, incluso, anafilaxia. En ocasiones, los síntomas son leves y poco valorados, o no parecen estar relacionados aparentemente con la leche de vaca.
Cuando en el bebé comienza la lactancia artificial se le da un tipo de leche conocida como leche de inicio y luego leche de continuación. Estas leches se fabrican a partir de leche de vaca, pero se les realizan modificaciones para acercarse lo máximo posible a la composición de la leche materna, añadiendo suero láctico. Estas leches están pensadas para evitar en lo posible que el bebé tome leche de vaca antes de que su sistema inmunológico esté desarrollado. Por ello nunca se recomienda introducir en la dieta del bebé leche de vaca hasta los 2 años de edad como muy pronto.
La alergia a la leche de vaca desaparece en un 90% de los casos alrededor de los 3 años de edad, siempre y cuando se hayan eliminado de la alimentación del niño la leche de vaca y todos los productos que puedan contener proteínas alérgicas.
Síntomas de la alergia a la leche de vaca
El tratamiento para la alergia se basa en una estricta eliminación de la leche y sus derivados, así como de otros productos que la contengan. También se excluyen la leche de cabra y oveja, pues tienen proteínas similares y pueden producir la reacción alérgica. Si se combina la leche materna con la leche de continuación, la madre también evitará tomar leche de vaca. En la leche de continuación, sólo se tomarán aquellas que han prescrito el pediatra o el alergólogo. También hay que vigilar los champús, geles y lociones para el bebé pues algunas incluyen en su formulación proteínas de leche de vaca.
Alimentos de la leche de vaca
Exponemos algunos alimentos que contienen leche o proteínas lácteas: leche fresca, leche en polvo, leche condensada, yogures, quesos, postres lácteos (natillas, flanes, arroz con leche, queimadas, petis, etc.), cremas, helados, chocolates, turrones, algunas salsas, mantequilla, perritos calientes, purés, repostería, mayonesa, pan (en los que se les ha añadido leche), platos precocinados....
En cambio, en el mercado hay una gran variedad de alimentos sustitutos de la leche de vaca que se pueden utilizar en las recetas, como la leche de soja, la leche de arroz, o los yogures de soja.