La alimentación que lleves durante el embarazo puede influir, negativa o positivamente, en el correcto desarrollo de tu bebé. Hay cierta controversia al respecto, mientras que hay médicos que recomiendan llevar una dieta (casi) normal, otros prefieren evitar ciertas sustancias. Nosotros te damos toda la información para que puedas consultar con tu ginecólogo cuál es la mejor opción para ti si estás embarazada.
Cada futura mamá es un mundo y será tu especialista el que determine qué tipo de alimentación es más adecuada en tu caso y si tienes algo prohibido. En la mayoría de ellos podrás comer de todo, pero con moderación en ciertos grupos de alimentos. Aquí tienes 9 alimentos necesarios durante el embarazo.
Es tan importante comer la cantidad de comida adecuada (el aumento de peso excesivo durante el embarazo no es saludable) como el hecho de que la dieta sea variada y equilibrada y no solo durante el embarazo, antes también. Ingerir demasiados alimentos de un tipo puede ser tan perjudicial como no hacerlo lo suficiente. Piensa que tu pequeño se alimenta y crece directamente de lo que tú comes, así que cuídale/cuídate bien y ¡cuidado con los antojos!
Estos son los alimentos prohibidos y aquellos con los que tienes que tener cuidado mientras estés embarazada:
1. Carne poco hecha
La carne poco cocinada, ya sea de vaca, cerdo o pollo, puede transmitirse toxoplasmosis, una enfermedad que en condiciones normales no entraña ningún riesgo, pero que durante el embarazo está prohibido, ya que puede provocar malformaciones en el feto. Tampoco se recomienda consumir productos de casquería, sobre todo el hígado, ya que este almacena muchas toxinas.
2. Pescado crudo
No deberías tomar pescado crudo, esto incluye el sushi, los boquerones en vinagre, el tartar... todos deliciosos pero igual de contraindicados en este momento. Estos alimentos son más proclives a provocar intoxicaciones o infecciones, como el anisakis.
Tampoco deberías comer pescados de gran tamaño como el atún rojo, el emperador o el cazón estando embarazada porque pueden contener cantidades elevadas de mercurio. Esto está prohibido porque puede afectar al desarrollo correcto del cerebro y hacer que el proceso de aprendizaje sea más difícil.
3. Frutas y verduras mal lavadas
De nuevo, el caballo de batalla aquí vuelve a ser la toxoplasmosis. Imprescindible lavar bien cada pieza de fruta o verdura que vayas a consumir. Para ello, nada mejor que utilizar una lejía alimenticia o retirar la piel de todas las que puedas. Y un consejo: evita comerlas fuera de casa, nunca puedes estar segura del proceso que se ha seguido para limpiarlas.
4. Embutidos que no sean cocinados o congelados
No pasa nada porque los tomes de vez en cuando pero es mejor que optes por aquellos que hayan sido cocinados previamente, como el jamón cocido o que hayan estado debidamente congelados. Lo que sí está totalmente prohibido son los embutidos caseros de matanza, porque no se suelen seguir las medidas sanitarias adecuadas en su elaboración.
5. Huevos crudos
Es preferible que evites el huevo crudo, esto significa excluir de tu dieta todas las salsas que se elaboran con a partir él como la mayonesa o la salsa holandesa, sobre todo durante los meses de más calor, porque es más fácil que te contagien una salmonelosis.
6. Azúcar y sal en exceso
No tienes que dejar de comer con sal o de añadir azúcar a tus postres, solo debes moderar el consumo. Evitarás retención de líquidos en el caso de la primera y en el caso de la segunda que desarrolles diabetes gestacional.
7. Refrescos
No es recomendable que tomes bebidas con burbujas si estás teniendo problemas con los gases durante el embarazo. Los refrescos suelen contener edulcorantes, colorantes y aromatizantes, así que en exceso no son buenos, ni durante el embarazo ni durante cualquier otra etapa de la vida.
8. Alcohol
Las bebidas alcohólicas están terminantemente prohibidas si estás embarazada. Ni siquiera puedes tomar una copa de vino o una caña de cerveza. Cada gramo de alcohol que ingieras irá directo al bebé.
9. Café y té en exceso
Debes reducir su consumo al mínimo, incluso si puedes sacarlos de tu dieta temporalmente mucho mejor, aunque por una taza al día no pasa nada. En dosis más altas no es recomendable porque puede dificultar el proceso de crecimiento normal del bebé dentro del útero.
Si tienes alguna duda respecto a los alimentos que puedes o no tomar durante el embarazo consúltalo siempre con tu ginecólogo o con tu matrona. Serán ellos quienes te indiquen qué es lo que debes y no tomar en esta etapa. Pero recuerda que lo más importante es que lleves una alimentación equilibrada que aporte a tu bebé todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.