Cuando estás embarazada, debes tomar algunas medidas para incrementar la salud de tu bebé, tales como las revisiones frecuentes a tu médico, dejar de fumar y beber alcohol, hacer ejercicio de manera regular y llevar una dieta sana y equilibrada. No obstante, la salud dental durante el embarazo también es de suma importancia, y en la mayoría de las ocasiones ésta es ignorada. Pero, ¿Es aconsejable acudir al dentista si estás embarazada? ¡En Bekia te lo contamos!
Los cuidados dentales rutinarios y preventivos son seguros durante el embarazo
Con estos cuidados nos referimos al tratamiento de posibles caries, problemas en las encías, limpiezas bucales y endodoncias, incluyendo el uso de la anestesia local en todos estos casos pues son muy importantes para la salud de la madre y del futuro bebé. No obstante, otros tratamientos más opcionales como el blanqueamiento dental, tratamientos cosméticos u otros procedimientos más complicados y de larga duración deberían ser retrasados hasta que nazca el bebé.
En definitiva, el cuidado dental básico no debería dejarse para otro momento. Un chequeo durante el embarazo es seguro e importante para tu salud dental. No sólo pueden hacerte limpiezas e intervenciones antes de que nazca tu bebé, sino que también tu dentista podrá ayudarte con cualquier síntoma dental relacionado con el embarazo.
No olvides avisar en la clínica dental al dentista y al personal auxiliar para que se puedan tomar las medidas oportunas según el mes de embarazo en el que te encuentres, pues les será más fácil realizar su trabajo teniendo en cuenta la medicación, la anestesia empleada y las radiografías a realizar en el caso de ser estrictamente necesarias.
La mayoría de los anestésicos locales se consideran seguros durante el embarazo
La lidocaína es la anestesia dental más utilizada en la actualidad y, aunque traspasa la placenta, no es tóxico para el desarrollo de tu bebé. Otros anestésicos locales son la Mepivacaina y la Articaina, ambos igual de seguros que el anterior pues aseguran el confort del paciente y, por tanto, la del bebé.
Algunos dentistas utilizan lidocaína combinada con epinefrina, pero es conveniente evitar este tratamiento con las mujeres embarazadas pues, aunque no sea perjudicial en las dosis correctas, en ocasiones puede causar un estado de excitación el cual provoca un ritmo cardíaco acelerado que podría ser estresante para el feto.
El segundo trimtestre del embarazo es el mejor para acudir al dentista
En este trimestre, los dentistas deben centrarse en los cuidados básicos que se han mencionado anteriormente, tales como resolver y controlar problemas como las caries o la enfermedad periodental, eliminando así complicaciones que podrían aparecer al final del embarazo y durante la lactancia.
En el primer trimestre del embarazo se aconseja no acudir al dentista a no ser que sea una urgencia o una limpieza dental, pues la mayoría de los órganos del feto se están formando durante este periodo. No obstante, después del primer trimestre la mayoría de los sistemas del bebé ya están desarrollados, por lo que los peligros en el desarrollo del mismo disminuirán considerablemente.
En cuanto al tercer trimestre del embarazo, debemos señalar que no es peligroso someterse a un tratamiento dental, pero si es cierto que el incremento de la barriga de la madre puede hacer que la experiencia en el dentista sea más incómoda de lo habitual.
Recuerda que es altamente recomendable acudir al dentista durante el embarazo. Es preferible que tu boca esté sana durante el embarazo aunque ello implique la aplicación de la anestesia local (la cual puede ser utilizada siempre que sea preciso), a posponer este cuidado, pues puede desenvocar en problemas dentales y bucales más graves si te esperas al final de la gestación.