Parece lógico que si un bebé (o niño pequeño) está cansado pueda dormirse antes, pero esta no es la realidad. Un bebé o niño pequeño muy cansado estará más alterado y le costará más poder conciliar el sueño. Tratar con un bebé cansado que no duerme puede ser agotador y frustrante para los padres. Establecer una rutina constante para acostarse y seguirla puede ayudar a preparar a tu hijo para dormir al final de cada día. Existen trucos como poner música relevante para intentar calmarle y que se duerma cuando está demasiado cansado o molesto como para relajarse.
Pero si crees que has probado de todo y solo encuentras frustración porque tu bebé no se duerme aunque está cansado y solo se enfada más y más porque quiere descansar pero no es capaz de hacerlo por sí mismo, no te pierdas esta consejos que seguro que te vendrán de perlas.
Que no te falte la rutina
Aplica una rutina para acostar a tu bebé cada día y síguela religiosamente. Puedes bañar a tu hijo, ponerle su pijama, cenar, lavarle los dientes (en caso de que no sea bebé), leerle un cuento y acostarlo. En caso de que sea un bebé que aún se alimenta a base de leche, la alimentación sería justo antes de ir a dormir.
Mantén una buena temperatura
Lo ideal es que el dormitorio donde dormirá tu bebé se mantenga fresca. Muchos padres cometen el error de mantener la temperatura demasiado alta para que lo bebés duerman de manera más cómoda, pero esto no siempre es así. Lo ideal es que vistas a tu bebé con la misma ropa que usas para dormir.
Si durante la noche tu bebé tiene las manos y los pies fríos, entonces es posible que lo ideal sea que le pongas un saquito para dormir para bebés que puedes encontrar en cualquier tienda de ropa infantil. Las mantas pesadas, las fundas de colchones y las colchas se han relacionado con un mayor riesgo de síndrome de muerte súbita infantil, por lo tanto, evita colocar estos artículos en su cuna.
Apaga las luces
Apaga las luces para que tu bebé pueda descansar. Así asociará a la habitación oscura con la hora de dormir. La habitación no tiene que estar completamente oscura, pero un bebé sobreestimulado responderá bien a una habitación mayormente oscura con solo la luz de una pequeña lámpara o luz nocturna.
Algo para mirar o escuchar
Si le das a tu bebé algo para mirar o escuchar que le ayude a concentrare y calmarse, será más fácil que se duerma. Un bebé sobreestimulado puede responder bien a un teléfono móvil de movimiento lento en el que puede centrarse mientras se relaja para dormir, y puede disfrutar del ruido blanco, la música relajante o un cuento antes de irse a dormir a la tierra de los sueños.
Envuelve a tu bebé
Esto significa que uses una manta diseñada para mantener la parte superior del cuerpo de tu bebé envuelto y apretado. Asegúrate de poder deslizar tus dedos entre su pecho y la manta para evitar interferir con su respiración. Los pañales pueden calmar a un bebé inquieto y cansado y ayudarlo a dormir un poco. Los recién nacidos están acostumbrados a la estrechez del útero y los pañales pueden ayudar a recrear esa sensación.
Lo más importante además es que conozcas a tu bebé y sus necesidades. Tendrás que estar atengo a las señales que tiene de forma natural cuando quiere descansar y no esperar demasiado desde el momento que aparecen para llevarle a descansar. Algunas de estas señales pueden ser bostezar, estar menos activo o frotarse los ojos. La Academia Americana de Pediatría recomienda poner a su hijo a dormir boca arriba para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita infantil.