Cuando una pareja queda embarazada (porque aunque sea la mujer la que gesta son ambos quienes sienten una gran ilusión dentro de su corazón), el sentimiento de felicidad es casi innato. Un bebé esperado es lo más bonito que una pareja puede tener, es un regalo maravilloso.
Pero todo el color se puede volver oscuro cuando ocurre un aborto inesperado. El dolor puede ser inmenso y el sentimiento de pérdida muy profundo.
El bebé arco iris
Un 'bebé arco iris', es un bebé que nace después de un doloroso aborto involuntario, de una muerte fetal, una muerte neonatal o cualquier pérdida que signifique la muerte de un bebé no nacido o recién nacido. En nuestro mundo real, el arco iris es un efecto hermoso y brillante que siempre sigue tras una horrible tormenta, nos da esperanzas de que las cosas pueden mejorar. El arco iris es muy preciado en mitad de las tormentas, es bello y nos hace sentir mejor.
La tormenta (la pérdida del embarazo o del bebé) ya ha sucedido y nada puede cambiar esa horrible experiencia. Las nubes de tormenta todavía están encima de las familias que sufren y continúan frente a la pérdida, pero algo colorido y brillante aparece entre la oscuridad y el sentimiento de miseria. Se trata del bebé que está en camino.
El término 'arco iris' tiene mucho sentido a la hora de nombrar de este modo a los bebés que nacen después de haber pasado el dolor y la pérdida, de haber sufrido esa tormenta interna que en ocasiones no permitía recordar que el sol siempre se encuentra por encima de esas nubes y que tarde o temprano volverá a aparecer para darnos su cálido amor.
No se olvidan
Nadie olvidará a los bebés que se convirtieron en ángeles antes de tiempo, un bebé arco iris trae luz y amor pero de ninguna manera sustituye al bebé que se convirtió en ángel.
Aquellos que han experimentado una muerte fetal o una pérdida, sienten en los bebés arco iris un cierre de ciclo para abrir una nueva etapa en la vida. Aunque es cierto que de ninguna manera se eliminará del todo la tormenta vivida, el arco iris nos recuerda que las cosas pueden mejorar. Además, sin tormenta, nunca llegaría el arco iris.
Un embarazo arco iris
Un embarazo arco iris tiene muchas emociones encontradas, es posible que no se quiera planificar el nacimiento y que la ilusión de estar embarazada nada tenga que ver con los primeros embarazos. El dolor aún sigue en el corazón de las personas que han perdido un embarazo anteriormente. Existe el miedo de no saber si realmente podrán llevarse ese bebé a casa. Un embarazo arco iris de algún modo se vuelve especial porque al sentir las patadas del bebé, es muy emocionante... aunque el miedo de que sea la última está ahí. Muchas madres que han sufrido la pérdida no se quedan tranquilas hasta que tienen a su bebé en brazos y saben que estará totalmente sano.
El ángel bebé nunca será reemplazado, pero sí habrá un arco iris que mitigue el dolor y que realmente pueda disfrutar del amor incondicional de sus padres, y de su hermano ángel. Un bebé arco iris regala la oportunidad a una pareja de ser padres o de serlo de nuevo, de disfrutar de la creación de la vida, de superar el duelo y de aprender a vivir con ilusión de nuevo. Un bebé arco iris ayudará a las parejas a darse cuenta que aunque jamás reemplazarán a su bebé no nacido, sí es un rayo de luz en mitad de las tinieblas... que poco a poco se convertirá en un rayo de luz mucho más fuerte y especial.