El seguir unas buenas rutinas en los niños a la hora de irse a la cama, es mucho más importante de lo que se pueda pensar en un principio. Son muchos los beneficios que aporta para la salud tanto de los pequeños como de los padres.
Hay estudios que han llegado a la conclusión de que el hecho de que los niños se vayan a la cama temprano, repercute positivamente en la felicidad de la familia además de mejorar la salud mental de los padres. Hay que indicar que el momento en el que el niño se va a la cama es el ideal para que los padres puedan desconectar de los problemas del día a día y puedan disfrutar en pareja unos minutos.
La importancia de acostar temprano a los niños
Dormir bien y las horas adecuadas son esenciales en la salud mental de los más pequeños. Los padres deben establecer una serie de rutinas que ayuden a los hijos a descansar plácidamente y de la mejor manera posible. Dormir mal puede tener consecuencias negativas en el desarrollo del pequeño tanto a nivel físico como mental.
Es importante que los menores se vayan pronto a dormir y no se queden haciendo otras cosas hasta horas más intempestivas. Si se van a la cama temprano, el nivel de melatonina es alto lo que ayuda a que el cerebro se relaje y descanse. En muchas ocasiones los niños se van a la cama demasiado tarde, no llegando a descansar las horas aconsejadas para que el cuerpo descanse por completo.
La calidad de vida y la salud mejoran en el caso de que los niños se van a dormir a una hora prudencial. Estos beneficios no solo lo reciben los menores ya que los padres mejoran también su salud mental. Si los niños se van a la cama tarde, la salud mental de los padres se ve dañada en muchos aspectos. La ansiedad o el estrés empiezan a aparecer con el paso del tiempo repercutiendo negativamente en la salud de los padres.
Cómo conseguir un buen descanso en los niños
Acto seguido te damos algunas pautas y claves a seguir para que los niños logren descansar de manera adecuada:
- Es clave acostarlos temprano y no demasiado tarde. Lo ideal es hacerlo a partir de las nueve de la noche.
- De nada vale el acostarlos temprano un día si más adelante se van a volver a acostar tarde. Es importante por tanto el seguir un horario y unas rutinas en relación con el irse a dormir.
- Nada de pantallas antes de irse a la cama. Las mismas solo van a conseguir que el niño se ponga nervioso y tenga serios problemas en el momento de conciliar el sueño.
- Los niños deben realizar ejercicio físico durante el día para que puedan gastar energía y de esta manera poder llegar cansados en el momento de irse a la cama.
- En el caso de la cena, la misma debe hacerse una hora antes de irse a la cama. No puede ser una cena copiosa ya que ello le dificultaría la digestión y tendría serios problemas a la hora de poder conciliar el sueño.
- Como ya te hemos comentado más arriba establecer rutinas es esencial a la hora de conseguir que los niños duerman perfectamente. Para conseguir que se relajen es aconsejable el leerles un cuento o cantarles una canción.
Como conclusión hay que decir, que son muchos los beneficios que tiene el acostar temprano a los niños. No solo los pequeños resultan beneficiados ante ello, los propios padres también reciben una serie de beneficios que ayudan a mejorar la salud tanto a nivel físico como mental.