Un fular portabebés es un sistema que se emplea para que la madre o el padre transporte a su bebé durante sus primeros meses de vida. Cuidan la seguridad del pequeño al estar en contacto con la figura paterna en todo momento y les ayuda a adquirir una postura adecuada a lo largo de su desarrollo.
Antiguamente no existían los carricoches como transporte para los bebés. A las madres no les quedaba más remedio que llevar a sus bebés colgando de ellas si querían recorrer distancias como cruzar selvas, desiertos, bosques... En los últimos años en nuestra cultura se está replanteando de nuevo la idea de utilizar portabebés por la gran cantidad de beneficios que se han descubierto. Algunos creen que utilizar un fular portabebés una forma de malacostumbrar a los bebés, pero no nada más lejos de la realidad. Los niños crecen y ninguno va a querer ser llevado siempre, es más, la mayoría piden a la madre que les dejen bajar al suelo para interactuar con el mundo, el bebé dará señales de que quiere caminar y pasar más tiempo en el suelo.
Hay varios tipos de portabebés, desde el famoso Mei Tai oriental hasta la típica mochila ergonómica que se lleva como transporte en la espalda. Sin embargo, hoy nos centraremos en el fular portabebés y sus beneficios.
9 beneficios del fular portabebés
Existen múltiples beneficios del uso del fular portabebés, te destacamos algunos para ayudarte a decidirte entre esta y otras opciones de transporte:
1. Reduce la probabilidad de muerte súbita
En aquellos tiempos (cuando la madre portaba al bebé) la muerte súbita tal y como la entendemos nosotros no existía. Los bebés se llevaban continuamente encima, estaban más vigilados y la seguridad era mayor. Además se sabe que el contacto directo con la madre ayuda a desarrollar más deprisa algunos sistemas aun en crecimiento, por ejemplo el sistema respiratorio.
2. Favorece el desarrollo físico del bebé:
Con el uso del fular portabebés el niño adquiere una posición correcta que permite un buen crecimiento de la espalda, piernas y caderas.
3. Aumenta el bienestar psicológico del niño
El bebé se sentirá más seguro y tranquilo porque existe un contacto con la madre, sienten los latidos de su corazón, su calor y su respiración. Se ha comprobado que los niños que se crían sintiéndose seguros se convierten en adultos más independientes y con mayor confianza en sí mismos. Sin embargo, los niños que han crecido en ambientes ambiguos e inseguros tienden a ser huidizos, desconfiados y tímidos.
Según la experta Sussane Lenk, que trabaja como instructora de porteo en la Escuela Llévame Cerca, defiende lo bueno que es que el bebé sienta el contacto físico con la madre. "El instinto de supervivencia del bebé responde a dos sentidos: el tacto y el movimiento. Y eso lo favorece el portabebés. Así el niño se siente más seguro, se favorece su aprendizaje y se reduce su estrés".
4. Mejoran la salud general del niño
Como comentamos antes el fular portabebés proporciona mayor seguridad en el niño. Al sentirse más tranquilo (y estar menos nerviosos) aumentarán a su vez los tiempos de sueño y disminuirán los lloros y los episodios de cólicos y vómitos.
5. Mayor estimulación neuronal
El niño que viaja en portabebés tiene una gran ventaja respecto al resto: se relaciona e interactúa más con el entorno. Al estar al mismo nivel que el resto de las personas tiene experiencias con el medio más enriquecedoras. Su cerebro madurará antes y acelerará su aprendizaje.
6. Facilita dar el pecho
Si amamantas al pequeño, el fular portabebés es una manera fácil y discreta de hacerlo. Además el contacto físico continuo con el niño va a favorecer que sigas segregando leche.
7. El bebé no pasará tanto calor
Una de las creencias típicas es pensar que el niño pasará calor al estar continuamente encima del regazo de la madre, sobre todo en verano. Al contrario, el niño estará más fresco con el fular portabebés que dentro de un carricoche. Es cierto que dependiendo de la tela con la que esté hecha el portabebés pueden agobiarse, pero más calor pasan si tienen que estar encerrados dentro del carrito con los cuatro costados recogidos y ni una pizca de aire que se filtre dentro. Las sillas podrían parecer una buena alternativa porque al ser abiertas los niños reciben más aire. Sin embargo, los materiales sintéticos con las que las construyen hacen que pasen más calor. La próxima vez podéis que saquéis a vuestro hijo de la silla podéis comprobarlo, seguramente lo notaréis más sudoroso que cuando entró. Escoger un portabebés fresco para el verano es una buena opción. Elige los tejidos naturales que ayuden a transpirar el calor y el sudor, como el algodón.
8. Los padres están más "liberados"
Al tener las manos libres pueden dedicarse a sus quehaceres diarios mientras vigilan a su bebé en todo momento. Por otro lado tienen más libertad de movimiento para salir por donde quieren. Por ejemplo, no tendrán que preocuparte por si las plazas para carritos del autobús están llenas o si el ascensor del portal es demasiado pequeño (ya no tendrán que bajar por las escaleras).
9. Cambiará tú visión de hacer la compra
Es muy estresante tener que llevar al bebé de compras. Tienes que cargarlo todo en el carrito e ingeniártelas para no pasarte comprando, ya que en la parte baja del carrito seguramente no te quepan todos los productos. Con el fular puedes empujar tranquilamente el carro de la compra y cargar después con las bolsas.
Además de todas estas ventajas, el fular portabebés te ofrece una gran cantidad de modelos para elegir Según tus necesidades y el momento del año en el que te encuentres puedes escoger una gran cantidad de tejidos y diseños.
¿Existe peligro de asfixia?
Es un tema que ha suscitado a las críticas porque ha habido alguna noticia de bebés asfixiados. La causa de estas desgracias no es otra que un mal uso del portabebés. No son peligrosos si se usan correctamente. Isabel Izquierdo, coordinadora del Grupo de trabajo para el estudio de la muerte súbita infantil de la AEP (Asociación Española de Pediatría) y pediatra de Neonatología del hospital Universitario La Fe de Valencia afirma: " Este sistema sí se recomienda en las consultas de pediatría. El niño está en contacto con su madre y la madre tiene más libertad para manejarse. Pero tiene que ser bien utilizado. El problema es cuando por costumbre ya no se pone tanto cuidado en su uso. Los niños se pueden escurrir, se les puede tapar la cabeza y corren riesgo de asfixia".
Para hacer un buen uso las piernas tienen que formar un ángulo de 90º y la espalda tiene que verse en perfil con forma de C que según vaya creciendo el pequeño acabará formando una S. El peso del bebé caerá sobre el trasero. También hay que evitar que el bebé esté demasiado inclinado si no a una altura adecuada (que lleguemos a darle un beso si bajamos la barbilla), el fular no debe presionar ni cubrir la cabeza y el cuello del bebé no tiene que estar demasiado flexionado para evitar posibles asfixias. No lleva mucho aprender a adecuarlo bien y estaremos haciendo un gran favor al usarlo como transporte tanto en nuestros hijos como a nosotros mismos.