El aceite de rosa mosqueta es un emoliente que facilita la síntesis de colágeno. Procede de regiones como Europa del Este, Chile o Argentina. Su flor se encuentra en un arbusto silvestre. Tras prensar sus semillas se obtiene su aceite. Es familia de las rosas, Rosa Moschata. El nombre aceite de rosa mosqueta es altamente conocido en el campo de la salud, cosmética y nutrición, y sobre todo popular entre las mujeres que hemos estado embarazadas, ya que favorece a mantener una piel hidratada y rejuvenecida, evitando posibles marcas. Entre sus modalidades se encuentran nutrir, regenerar, hidratar y cicatrizar.
Al cubrir zonas de nuestro cuerpo con el aceite se forma una banda protectora que ayuda a mantener la humedad de la piel y así permite que siga estando hidratada.
Es una fórmula totalmente cotizada en la actualidad. No falta en los kits de belleza. Su protagonismo es indiscutible.
Modo de aplicarlo
Cuanto antes lo empecemos a utilizar durante el embarazo, más ventajas tendremos en un futuro. Debe ser una sustancia untosa.
A la hora de aplicar el aceite de rosa mosqueta en nuestro cuerpo debemos tener la piel limpia. Lo mejor es hacerlo tras la ducha. Podemos ponernos el aceite directamente en una dosis de unas cuantas gotas, tres o cuatro, y que sea esencial puro, o bien añadirlas a la crema hidratante de cuerpo que nos pongamos diariamente.
Respecto a conseguir un mayor beneficio, es recomendable una primera presión en frío con una composición de aceite esencial puro del 100% y no mezclado con otros aceites o compuestos minerales. En este caso debemos tener cuidado porque puede manchar la ropa con esa composición.
Para lograr que se absorba más fácilmente lo ideal es que masajeemos las zonas en las que lo aplicamos, sea vagina, pechos, muslos o perineo. Es recomendable aplicarlo dos veces al día, una por la mañana y otro por la noche tras la ducha y con la piel bien seca.
Su aplicación durante el masaje perineal unas semanas antes de dar a luz, favorece la elasticidad en la vagina y el perineo, aumenta así la dilatación, pudiendo evitar la episotomía durante el parto. La episotomía es una incisión que se le practica a la mujer desde la comisura posterior de la vulva hacia el ano y con ello se pretende evitar posibles desgarros en los tejidos en el momento del parto y posibilitar una mejor y más fácil salida del bebé.
Es habitual que algunas mujeres crean que el aceite puede llegar hasta el útero al realizar el masaje, sin embargo, está protegido por el tapón mucoso y es improbable que suceda.
Acto seguido vamos a explicar un poco más los beneficios del aceite.
Principales beneficios del aceite rosa mosqueta
La importancia de la rosa mosqueta durante el parto y el postparto como referimos es inmensa.
El aceite de rosa mosqueta tiene un alto contenido en vitaminas A, E, C, B1 y B2 y ácidos grasos esenciales poliinsaturados (linolénico y linoleico) y mejora la pigmentación de la piel. Esto favorece que nuestra piel se mantenga hidratada y lo suficientemente elástica como para soportar los cambios que suceden en nuestro cuerpo durante el embarazo. Nuestra piel da mucho de sí, se estira en el proceso de los nueve meses de embarazo y tras el parto se contrae de un modo drástico y provoca microroturas, que dan lugar a esas temidas marcas. Nuestros pechos también sufren esa modificación no solo durante el embarazo, también durante la lactancia, al alimentar a nuestros hijos.
Por otro lado su propiedad curativa ayuda a la cicatrización de la zona afectada, bien sea porque haya tenido lugar una cesárea o una episotomía e incluso existan desgarros. Con el aceite conseguiremos que la curación se produzca con más rapidez.
Para utilizar el aceite de rosa mosqueta en cicatrices y penetre con mayor facilidad, debemos realizar masajes del mismo modo que en otras partes, pero debemos ser muy cuidadosos y aplicarlo sobre la zona tras haberla lavado con cuidado con agua y jabón.
Dos cualidades importantes del aceite son que al ser inodoro y absorberse fácilmente no tenemos que masajear las zonas demasiado tiempo, ni preocuparnos porque el olor sea desagradable y puedan percibirlo otras personas.
El uso del aceite tras el embarazo, dada las altas concentraciones de ácidos grasos esenciales que posee, previene la aparición de estrías y posibles marcas. Con ello la piel lucirá más sana. Su uso debe ser diario y al igual que en el caso anterior, podemos añadir unas gotas del aceite en nuestra crema habitual anti-estrías o aplicarlo directamente sobre el cuerpo.
Las zonas donde se produce un mayor estiramiento de la piel, vientre, pecho y caderas, serán aquellas donde debemos ser más constantes. Debemos tener en cuenta no tocar el pezón a la hora de masajear los senos.
Para conseguir mejores resultados y que sean duraderos, lo mejor es echarnos el aceite, no solo en el embarazo, si no también tras de él, ya que es ahí donde la piel comienza a volver a su sitio.
Otra de las ventajas que tiene el uso de la rosa mosqueta en nuestra piel es que gracias a su capacidad antioxidante y foto-protectora se favorece la no aparición de manchas que pudieran producirse durante el embarazo, sobre todo provenientes de la acción del sol. Pero utilizándolo no evitamos quemaduras, ni otros daños que pudieran producirse mientras nos exponemos a los rayos del sol. Para prevenir la posible problemática, debemos protegernos con un alto factor de crema solar.
Se añade a esto que gracias a sus propiedades ayuda a reducir la celulitis y favorece la circulación sanguínea. Es perfecto para pieles sensibles.
Las propiedades moderadamente astringentes del aceite, manteniendo la piel suave y elástica, puede limpiar el exceso de impurezas de células muertas y poros y conseguir darle de nuevo brillo y vida.
Para interesadas en el cuidado de su piel y que estéis atravesando uno de los momentos más especiales en vuestras vidas, como es un embarazo podéis encontrar el aceite de rosa mosqueta en farmacias o herbolarios. Allí pueden daros información al respecto. Pero si tenéis cualquier duda, podéis acudir a vuestro ginecólogo o matrona y que os explique lo necesario.