Estar embarazada es una experiencia maravillosa y única que vivimos las mujeres. Es la indicación de que nuestro cuerpo es perfecto, pues en tan solo 40 semanas es capaz de crear una vida humana. Empezamos a ser mamás desde el momento en que se produce la concepción, y nuestro instinto protector nace hacia nuestro futuro hijo.
Por esto debemos cuidarnos y mimarnos más que nunca, disfrutar al máximo cada día del embarazo. Aunque es cierto que según el embarazo a veces es complicado disfrutar, entre las náuseas, mareos, bajadas de tensión, o vómitos, debemos encontrar hueco para disfrutarlo, pues cada día de gestación es único, y no se volverá a repetir. También hay embarazos realmente buenos, en los que la mamá no sufre nauseas ni vómitos, y se encuentra fenomenal.
El ácido fólico, ingrediente indispensable en el embarazo
Decidimos tener un bebé
Si decidimos tener un hijo podemos acudir a nuestro médico o matrona para consultarlo, y pedir información, por ejemplo si tomábamos anticonceptivos hormonales, con sus respectivos efectos secundarios.
El médico o matrona nos guiará, y nos dirá si tenemos que esperar un tiempo después de dejar los anticonceptivos hormonales, ya sean píldoras, parches, aros vaginales, etc. Si tenemos un DIU nos lo tendrá que quitar para poder quedarnos embarazadas. También nos recomendará que empecemos a tomar un complemento de ácido fólico.
¿Qué es y para qué sirve el ácido fólico?
El ácido fólico también llamado folato o vitamina B9, es una vitamina hidrosoluble. Es muy necesario para la creación y el mantenimiento de nuevas células. Por este motivo, durante el embarazo necesitamos un complemento de ácido fólico, normalmente lo empiezas a tomar en el momento en el que tomas la decisión de quedarte embarazada, y durante todo el embarazo.
El ácido fólico en la embarazada previene:
- Deformaciones en la placenta.
- Defectos cerebrales en el feto.
- Defectos en la columna vertebral del feto, espina bífida.
- Anemia en el bebé.
- Nacer prematuro.
- Bajo peso al nacer.
- Hipertensión en la embarazada.
- Ayuda a tener una matriz sana.
El ácido fólico podemos encontrarlo en las verduras de hoja verde, como espinacas, acelgas, en aguacates, plátanos, naranjas y espárragos. También en legumbres y frutos secos.
Más consejos saludables para un embarazo sano
- Si antes de quedarte embarazada practicabas algún deporte, consúltale al médico si puedes seguir haciéndolo. Y si no, busca un deporte moderado más indicado para tu nuevo estado.
- Si no practicas ningún deporte antes de quedarte embarazada, este es un buen momento para empezar a moverse un poco, podrías dar paseos diarios de unos 30 min, para ejercitar los músculos y sentirte mejor, activar tu circulación y oxigenar el cuerpo.
- No fumar desde el momento en el que decidimos tener un bebé. Si ves que no puedes dejarlo consulta con tu médico, pues el tabaco es muy peligroso para el desarrollo de tu bebé.
- Beber dos litros de agua diaria.
- Evitar los refrescos, por su alto contenido en azúcar, si bebes intenta que sean light.
- Comer alimentos saludables, verduras frescas, frutas, pescados y carnes cocinados a la plancha o al horno.
- Evitar los fritos y los alimentos precocinados.
- Evitar la comida rápida o comida "basura" por su alto contenido en calorías vacías.
- Intenta no ir a dormir inmediatamente después de la cena.
- Intenta no saltarte ninguna de las 5 comidas diarias.
- Si puedes, descansa un rato después de comer, o incluso duerme una pequeña siesta, te ayudará a coger energía y a sentirte más descansada.
- Mimar tu vientre con cremas hidratantes, como la corporal, o puedes comprar una específica de argan, o aceite de almendras.
- Mantener tus relaciones sexuales, a no ser que el médico te recomiende reposo, disfrutar de tu pareja igual que lo hacías antes.
- Apúntate a clases prenatales y acude a grupos de lactancia. Te ayudará mucho hablar con otras mujeres, explicarles tus dudas, o consultar lo que necesites.
- Decide qué clase de parto te gustaría vivir, háblalo con tu ginecólogo o matrona.
- Relájate y date un baño de espuma, mímate y deja que te mimen.
- Prepara con tiempo toda la ropita de tu bebé.
- Prepara también tu maleta para el hospital.
- Llegado el momento intenta respirar y no ponerte nerviosa, seguir los consejos de la matrona, y prepárate para darle la bienvenida al mundo a tu bebé.