Nunca es demasiado temprano cuando se trata de enseñar a tus hijos buenos hábitos en el hogar. Para dejar un hábito y cambiarlo por otro se necesitan 21 días, pero se necesitarán 66 para que se convierta en un hábito automático. Cuanto antes se empiece a realizar un hábito antes se comenzará a grabar en la mente. Es por esto que resulta tan importante comenzar a enseñar a los hijos los buenos hábitos en el hogar desde una edad temprana.
De esta manera cuando tus hijos ya comiencen a entender lo que les dices cuando les haces, entonces podrás explicarles que tienen que guardar sus juguetes en su sitio o guardar su ropa sucia en el cesto, por ejemplo. Existen algunos hábitos que pueden esperar a que sean más mayores, pero igualmente tendrás que comenzar a inculcárselos.
Los hábitos de salud, mente y cuerpo son hábitos que también deberán ir aprendiendo poco a poco, pero a continuación vamos a centrarnos más en los hábitos del hogar necesarios para que tus hijos tengan un buen desarrollo integral. Una buena de incorporar estos hábitos es creando un gráfico de pegatinas o un sistema de recompensas para motivarles a realizar la tarea.
Hacer la cama
El cambio en el mundo comienza cuando haces la cama. Tu hijo de 7 años quizá no esté muy interesado en hacerlo pero es tu responsabilidad como padre o madre transmitir el mensaje de que necesita hacerlo y aprenderlo lo antes posible. Es su responsabilidad. Si animas a tu hijo a escoger la ropa de cama para su dormitorio le estarás motivando para que se sienta responsable con su cama.
Si por ejemplo, tiene un dibujo que le guste en el edredón, entonces querrán verlo en todo momento y no sentirán pereza para arreglar la cama y ver la imagen en su cuarto. No esperes que tu hijo haga la cama como lo hacen en un hotel, pero no te preocupes porque la práctica hace al maestro.
Recoger sus cosas
Otro buen hábito en casa es recoger las cosas de uno mismo. Si tu hijo a tomado una bebida o ha comido algo con un plato, al acabar tendrá que recogerlo y llevarlo a la cocina. Si se quita la ropa en el salón, tendrá que llevarlo a su dormitorio o al cesto de la ropa sucia si está para lavar, etc. Hay muchos adultos que fracasan en estas tareas porque nunca fue un hábito incorporado, sino más bien lo has sentido como una tarea ardua y pesada.
Esa es otra ventaja de construir estos buenos hábitos desde el principio, no parecerá una tarea ardua, sino más bien algo que se debe hacer y listo, porque las cosas, no se hacen solas. Siguiendo estas líneas también puedes enseñarle sobre convivencia y si por ejemplo, llena su vaso de gua que pregunte si alguien más quiere o si recoge su plato, que empiece a recoger la mesa y que los demás también ayuden. etc. O, cuando caminan por la casa y ven algo fuera de lugar, la recogen y la devuelven, ya sea que lo vayan a utilizar o no.
Enseñando a que recojan sus cosas también les estarás mostrando a limpiar sobre la marcha. Si se usa algo, se deja donde estaba, si se derrama zumo se limpia en el momento... Hay niños (y adultos) que tienen la mala costumbre de esperar a que otros limpien lo que ensucian. El hábito comienza intentando arreglarlo antes de necesitar ayuda.
Nunca duermas en una habitación desordenada
Si tus hijos hacen la cama al levantarse, también deben asegurarse de que su dormitorio esté bien recogido por la noche. Dormir en una habitación desordenada afecta al sueño y también a su estado emocional. A los padres también les afecta ver el dormitorio desordenado con todo por medio.
Antes de que se vayan a la cama o cuando terminen su juego por la tarde, deben guardar sus cosas (un hábito práctico). Este hábito también les enseñará a ser más organizados y los hará más propensos a "limpiar sobre la marcha" para que no tengan que hacerlo cuando llegue la hora de acostarse.