El embarazo no es cómodo. Cuando estamos en estado de gestación, las mujeres nos sentimos hinchadas y doloridas, especialmente en la zona de la espalda, de las piernas y de los pies. La comodidad es algo vital para sentirnos mejor durante los nueve meses de embarazo y cualquier alivio es poco. Por ello, una de las primeras cosas en las que debemos pensar cuando empecemos a sentirnos más cansadas estando embarazadas es en los zapatos.
Si de normal ya supone una gran diferencia caminar con unos zapatos cómodos, que se adapten a los pies y que sean ligeros, esto resulta mucho más importante para el cuerpo de una mujer embarazada. Las piernas deben de descansar en la medida de lo posible, por lo que unos zapatos que nos produzcan esa sensación serán primordiales para el bienestar de la futura madre.
Calzado recomendable para la mujer embarazada.
Pero entonces, ¿entre qué zapatos deberíamos elegir? Son dos los que destacan por su comodidad: los zapatos planos para invierno y las sandalias o chanclas para cuando hace mejor tiempo.
Otros zapatos que te irán bien para el verano son las sandalias. Son un calzado muy bonito y dependiendo de su modelo bastante sencillo, por lo que seguro que combinarán bien con tu ropa y al mismo tiempo te sentirás atractiva. Si quieres una opción que destaque todavía más por su comodidad puedes optar por las chanclas. Como ya hemos comentado procura que poner el pie dentro te sea lo más fácil posible porque si estás en un estado avanzado del embarazo lo último que te apetecerá será tener que inclinarte hasta los pies.
Un factor que debes tener en cuenta es tu estado de gestación en el momento en el que compras los zapatos. Está prácticamente asegurado que tus pies van a hincharse entre media y una talla entera de calzado, así que será mejor que lo tengas en mente cuando vayas a buscar un nuevo par, ya que no será lo mismo comprarlos al principio que en la recta final. Si lo haces al inicio del embarazo procura que te queden ligeramente grandes, así cuando se te hinchen los pies habrá espacio para ellos. Mientras tanto puedes ponerte unos calcetines más gruesos.
¿Puedo llevar tacones estando embarazada?
Es una pregunta que se hacen la mayoría de las madres acostumbradas a llevar tacón en su día a día o que tienen que acudir a un evento formal. La respuesta corta es que los especialistas recomiendan no llevar tacones durante el embarazo. Esto se debe a que el volumen de la madre va a aumentar y con ello el centro de gravedad de su cuerpo, haciendo que su forma de caminar cambie y sea más probable que pierda el equilibrio.
Pero no sólo se debe a un tema de seguridad, tus pies dolerán mucho más si llevas tacones. Son unos zapatos incómodos de por sí, así que imagina llevarlos cuando tienes los pies hinchados y tumefactos, además del dolor en la parte baja de la espalda y en las piernas.
Si es necesario llevar tacón porque la ocasión así lo requiere, lo más acertado será buscar un calzado con el tacón más pequeño y grueso posible. Las cuñas y plataformas son una buena alternativa a los tacones, ya que su base es más rígida y estable, lo que reducirá las probabilidades de que te caigas.
En definitiva, el mejor calzado es el que tiene una horma ancha y sea plano. Pero cuando decimos plano no es en el sentido literal. Lo mejor es que la suela tenga entre 2 y 4 centímetros ya que de lo contrario puede causar tensión en el tendón de Aquiles y dolor en la zona. A la hora de comprar los zapatos lo básico es la comodidad porque seguramente vas a estar utilizándolos exclusivamente durante unos meses, así que tómate tu tiempo para decidir cuáles te van mejor.