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¿Es cambiar de colegio un buen remedio contra el bullying?
¿Es cambiar de colegio un buen remedio contra el bullying?

ACOSO ESCOLAR

¿Es cambiar de colegio un buen remedio contra el bullying?

Cuando nuestro hijo o hija sufre una situación de acoso escolar o bullying, tenemos varios opciones para ponerle remedio, una de ellas es el cambio a otro centro educativo.

Descubrir que tu hijo o hija está siendo acosado en la escuela por sus compañeros puede ser una pesadilla horrible para cualquier padre. La sensación de impotencia cada mañana al dejar al hijo en el colegio hace que muchos padres decidan que sus hijos, simplemente, dejen de acudir a la escuela aunque las autoridades se les echen encima. Es injusto ver cómo estas se alarman porque un niño no va a la escuela en lugar de entender que no va por miedo y que se deben buscar soluciones para evitar finales trágicos.

Los niños que se atreven a hablar de la burla, del comportamiento que otros tienen con ellos en la escuela... no siempre es fácil ya que pueden sentir vergüenza y lo que es peor, en ocasiones sienten que es culpa suya. Puede ocurrir que para cuando los padres se den cuenta de lo que está pasando, la situación ya está fuera de control. En muchas ocasiones los padres ante una situación tan grave deciden cambiar de colegio a su hijo en busca de un entorno mejor que le haga sentirse más seguro.

Las políticas de los sistemas escolares

La mayoría de los sistemas escolares tienen sus propias políticas con respecto a cómo enfrentarse al acoso escolar y de cómo acercarse al niño acosado y al agresor. Hay escuelas que tienen políticas de 'tolerancia cero' y si identifican a los agresores están suspendidos o enviados a escuelas alternativas.

Las situaciones de acoso nos pueden hacer sentir con las manos atadas sin encontrar una solución aplicableLas situaciones de acoso nos pueden hacer sentir con las manos atadas sin encontrar una solución aplicable

Otros dejan que sea el maestro quienes regulen la situación si son sus alumnos los acosados o los acosadores. Pero debido al terrible aumento de casos de bullying en las escuelas, está claro que todas estas medidas no siempre son efectivas en los centros escolares.

La lucha de los padres

Son muchos los padres que lucha cada día para proteger a sus hijos del tormento o la humillación que sufren en las escuelas. En lugar de compartir alegrías los padres se ven obligados a contactar con la administración, hablar con las juntas escolares e incluso en algunas ocasiones con la policía local para detener el ataque constante que están sufriendo sus hijos diariamente.

En ocasiones los padres y madres pueden perder la calma e intentar hacer frente a los acosadores de sus hijos, pero la violencia por violencia no es la mejor opción porque se les enseña a los niños a que la violencia está bien. Se intenta frenar una conducta con una igual, por lo que la situación sólo podría empeorar.

Cuando los padres tienen un hijo acosado por sus compañeros es posible que se sientan con las manos atadas por culpa del bullying. Las leyes estatales y las políticas de las escuelas parece que protegen más a los agresores que a las víctimas. Cuando los padres llaman o van a las escuelas para quejarse de la protección de sus hijos, las escuelas suelen decir que 'son cosas de niños' e incluso intentan hacerles sentir mal a ellos mismos... cuando deberían sentirse mal ellos por no hacer lo suficiente para proteger a sus alumnos. Cuando esto ocurre los padres pueden sentir que se han agotado todas sus opciones y que lo mejor que pueden hacer es cambiar de colegio a sus hijos para que no tengan que seguir aguantando a sus compañeros acosadores.

¿Cambiar de colegio es un buen remedio contra el Bullying?

El buen remedio contra el bullying sería que la sociedad fuera consciente del grave problema. Que en las familias se trabajase desde que los niños son pequeños para educarles desde la empatía, el respeto y la tolerancia y que las escuelas tuvieran un protocolo efectivo de actuación para que en los casos de acoso escolar. También sería necesario que los acosadores tuvieran terapia psicológica con profesionales de forma obligada para que pudieran trabajar las emociones y sus conflictos internos.

Pero esta realidad es demasiado idílica, y muchos padres se ven en la obligación de decidir si sus hijos deben seguir sufriendo el calvario o si es mejor cambiarle de escuela. Cambiar de colegio es un buen remedio contra el bullying, porque es una manera de que el niño pueda salir del ambiente tóxico y que pueda empezar de cero. Pero antes de empezar en un nuevo colegio será necesario que haga terapia para poder trabajar de nuevo las habilidades sociales y poder interactuar adecuadamente con el grupo de iguales.

Cambiar de escuela no es la primera opción que debemos tomarCambiar de escuela no es la primera opción que debemos tomar

Pero cambiar de escuela no siempre es tan fácil. Normalmente las leyes no permiten un cambio de escuela tan fácilmente y si los padres quieren hacerlo deberán buscar una escuela concertada o privada con el gasto que eso supone.

Incluso si logras escoger una buena escuela y cambiarle no hay garantía de que los problema son sigan en la nueva escuela. Por ejemplo, si los niños de la nueva escuela saben que se cambió porque sufrió acoso escolar y que no aguantaba más la situación, es posible que lo vean como una víctima fácil y que el tormento vuelva a continuar. Por eso, es mejor que si se realiza un cambio de escuela se justifique por un cambio de domicilio, por cambio de trabajo de los padres, por valores educativos, etc. Aunque el equipo directivo sí puede estar al corriente siempre y cuando garanticen la confidencialidad de todo.

La seguridad ante todo

El mayor objetivo de los padres es proteger a sus hijos de cualquier daño. Cuando un niño ha sido humillado y atormentado durante mucho tiempo por sus compañeros de clase, el daño emocional es bastante grande, algo que puede interferir también en sus resultados académicos. Cuando unos padres deciden cambiar a un niño de escuela es porque han agotado todos los recursos existentes, debe ser siempre la última opción. Pero si ya no hay más recursos que explorar, entonces el cambio de escuela puede ser algo a tener en cuenta, siempre y cuando esté ayudado por un profesional de la psicología que ayude al menor a poder manejar sus emociones.

Si el cambio de escuela no es posible, los padres de la víctima de acoso escolar deberán seguir luchando por el bien de su hijo, porque se sienta seguro y para que la administración de la escuela haga todo lo posible para que todos y cada uno de sus alumnos estén seguros y protegidos dentro del recinto escolar. Si todos los esfuerzos son ineficaces contra el acoso escolar o el centro escolar no quiere hacerse cargo o no quiere tomar responsabilidades, entonces la mejor opción es tomar acciones legales mediante un abogado.

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