La maternidad no tiene fecha de caducidad y por tanto la celebración del día en que se conmemora tampoco. El hecho de que los hijos sean adultos y ya no vivan en el hogar familiar no tiene porqué significar que no se celebre del Día de la Madre. Al contrario. Madres e hijos pueden aprovechar esta ocasión para disfrutar de un día juntos.
Atrás quedaron las manualidades ideadas por las profesoras de tus hijos en el colegio para que los niños obsequiaran a mamá en este día especial. Los regalos estrambóticos y a menudo con poco acierto que tu hijo escogió para el Día de la Madre durante su adolescencia también son cosa del pasado. La madurez no implica cesar en las celebraciones, sino que brinda a las mujeres con hijos adultos y a éstos la posibilidad de optar por una celebración cargada de complicidad.
Una ocasión para reunir a la familia
Celebración del Día de la Madre
Madre no hay más que una. El refranero popular es sabio y por tanto, el hecho de que tus hijos se hayan independizado no significa que la celebración del día de la madre deba quedar relegada a un segundo plano. Tanto tú como ellos tenéis obligaciones que atender, pero siempre hay tiempo para buscar un hueco el primer domingo de mayo y rendir tributo a mamá.
Trabajo, viajes y compromisos pueden impedir que madres e hijos celebren el primer domingo de mayo juntos. La distancia no tiene porqué ser un problema para celebrar el Día de la Madre en familia. Enviarle flores o un regalo a mamá, a buen seguro despertará su sonrisa. Sin embargo, si quieres sorprenderla de verdad, busca un aliado entre tus familiares o amigos y consigue sentarte a la mesa con ella aunque sea de forma 'virtual'. Las nuevas tecnologías pueden ayudar a estar más cerca a madres e hijos en días especiales como éste.
Regalos para el Día de la Madre
Como hijo adulto, las posibilidades de contentar a tu madre en su día se incrementan. Conoces sus gustos y conoces sus necesidades. Aprovecha la información de la que dispones para dar con el regalo apropiado. Las propuestas que te presentamos te servirán tanto para homenajear a tu madre, como si tú eres la mamá y crees que tus hijos no disponen de demasiado tiempo para organizar una celebración especial. Ten iniciativa y prepara tu propio día con ellos.
Complicidad. Una escapada madre e hija puede ser el modo perfecto de celebrar el Día de la Madre. Pasar tiempo juntas y a solas será una de las mejores celebraciones. Una sesión de belleza, un día en un spa o un viaje de fin de semana os proporcionará diversión y tiempo para conversar de forma distendida.
Regalo intergeneracional. Haz partícipes a los nietos de la celebración del Día de la Madre. Como madre y como hija, contar con las distintas generaciones de la familia juntas en la celebración de este día resultará gratificante. La experiencia resultará encantadora para abuela, madre y niño.
Visitas sorpresa. Acudir a visitar a tu madre en su día, le encantará. Pero te proponemos que vayas más allá. Aprovecha la ocasión para sorprender a la homenajeada de la jornada llevándola a visitar a alguna amiga que hace tiempo que no ve o incluso haciendo una excursión con ella a lugares que marcaron su pasado.
Recuerdos del pasado. La originalidad, la diversión y las emociones se aúnan en la siguiente propuesta. Fotógrafos, artistas e incluso series de televisión han avivado la moda de recrear fotografías del pasado. Busca la complicidad de tus hermanos y recrea con ellos una de las instantáneas de vuestra infancia. Las carcajadas están aseguradas.
Sabores familiares. No sólo los hijos pueden sorprender a las madres en este día. Aprovecha que tus hijos son adultos e independientes para crear legados familiares. Escribe todas las recetas de la familia y recopílalas en un libro. A buen seguro, es un regalo que tanto el receptor como su estómago agradecerán.