Cuando el bebé se encuentra dentro del vientre materno y aunque mucha gente no lo crea, empieza a perfilar poco o poco lo que en un futuro serán los cinco sentidos. El feto es capaz de distinguir algunos niveles de luz y de oscuridad además de oír diversas voces del exterior. Además de ello también es capaz de oler y de saborear el líquido amniótico con el que se nutre a diario. Sin embargo en el momento en el que sale al exterior los cinco sentidos comienzan a rendir a pleno funcionamiento gracias a la gran cantidad de estímulos que recibe del exterior. Acto seguido te hablo de una manera más detallada de cada uno de los cincos sentidos que tiene el bebé.
El sentido de la vista en el bebé
El bebé es capaz de ver perfectamente una vez que nace. Durante los primeros meses ve bastante bien a una distancia corta de unos 25 cm y con el paso del tiempo es capaz de ver perfectamente a mucha más distancia. El recién nacido suele reconocer sin problemas los rostros de las personas gracias a la conocida como distancia de enfoque. En cuanto al tema de los colores, se cree que al principio es capaz de ver en blanco, negro y gris y conforme pasan los meses empieza a ver los diferentes colores.
El sentido del tacto en el bebé
El tacto es sin lugar a dudas el sentido más importante para el bebé ya que necesita el sentir la piel de su madre o padre. El sentir la piel de sus padres ayuda al bebé a relajarse y a tranquilizarse rápidamente. El tacto en el caso del bebé es mucho más sensible que el de los adultos por lo que es capaz de sentir de una manera mucho más importante sensaciones como el frío o el calor.
El sentido del olfato en el bebé
Otro de los sentidos más desarrollados del recién nacido es el olfato. Gracias a dicho sentido es capaz de reconocer a su madre de otras personas diferentes. El olor de la madre es el más importante para el bebé y el que necesita a diario para sentirse protegido además de relajado.
El sentido del gusto en el bebé
El gusto es sin lugar a dudas el sentido menos desarrollado de los bebés. A pesar de ello es capaz de rechazar sabores como los ácidos y disfrutar de sabores como los más dulces. A partir de los seis meses el bebé ya es capaz de percibir los diferentes sabores. Hasta llegar a dicha edad el bebé no necesita diferenciar tales sabores ya que sólo se alimenta de la leche materna.
El sentido del oído en el bebé
Mientras que se encuentra en el interior del útero, el bebé es capaz de escuchar sonidos desde el exterior y empezar a familiarizarse con la voz de su madre. Es por ello que los expertos en el tema aconsejan que la madre hable a su futuro hijo a pesar de encontrarse todavía en el interior del útero. Una vez que ha nacido puede diferenciar diferentes sonidos y optar por aquellos que le gusta de otro que les incomoda. De esta manera le desagradan los sonidos agudos y se asusta con los sonidos muy fuertes. Por el contrario disfruta mucho con los sonidos suaves. En cuanto a las voces de las personas se queda perplejo cuando las escucha sobre todo la de su madre. La suele reconocer al momento y se encuentra protegido y arropado una vez que la escucha.
Como has podido ver los recién nacidos tienen los cinco sentidos bastante desarrollados y en pocos meses de tiempo son capaces de aprovecharlos en toda su plenitud.