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El citomegalovirus durante el embarazo
El citomegalovirus durante el embarazo

VIRUS POCO COMÚN

El citomegalovirus durante el embarazo

La gran mayoría de personas que contraen la infección por CMV no enferma ni tiene efectos secundarios.

Embarazada haciéndose un chequeo médicoEmbarazada haciéndose un chequeo médico

El citomegalovirus (CMV) es un virus bastante más común de lo que pensamos. Se relaciona con los virus que causan otras enfermedades como la mononucleosis infecciosa (también llamada "enfermedad del beso"), el herpes o la varicela.

Este virus puede encontrar a lo largo y ancho del mundo, ya que no hay una zona en la que se desarrolle especialmente. Pero sí sabemos un rango de edad en el que es mucho más contagioso: de 0 a 6 años.

Por regla general, las personas que contraen esta enfermedad lo hacen antes de cumplir dos años, o durante la adolescencia. De hecho la gran mayoría de adultos mayores de 40 años ya son portadores del virus.

Es un virus que una vez que se introduce en el cuerpo de un bebé o de una persona adulta, permanece ahí el resto de la vida del paciente, aunque poseas un buen estado de salud.

La vacuna aun está en período de desarrollo

El problema de este virus es cuando el sujeto que lo padece ya acarrea anteriormente dificultades en el sistema inmunológico, o si el que se infecta es un feto y lo hace a través de su madre, ya que puede tener efectos graves en su salud.

Aunque por regla general el CMV no perjudica a los fetos, algunos pueden desarrollar discapacidades para toda la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada setecientos cincuenta bebés nacen o desarrollan posteriormente problemas como resultado del citomegalovirus.

Algunas complicaciones que puede experimentar un feto si es contagiado mientras está formándose en el embarazo son:

- Problemas de salud a largo plazo

- Pérdida de la audición

- Problemas de visión

- Retrasos mentales

- Cabeza inusualmente pequeña de tamaño

- Bazo e hígado anormalmente grandes

- Anomalías en el sistema nervioso

- Restricciones del crecimiento

- E incluso la muerte sobrevenida a causa de estos problemas.

¿Cómo se diagnostica?

La mayoría de la gente no sabe si lo tiene o no, ya que no suelen haber indicios externos de la infección. A causa de ésto, si no enfermas o no tienes síntomas no puedes saber a ciencia cierta que tienes el citomegalovirus a menos de que te hagas una prueba médica.

La vacuna todavía está en desarrolloLa vacuna todavía está en desarrollo

Sin embargo hay gente que sí que desarrolla la enfermedad, pero ésta puede ser confundida perfectamente con la gripe o la mononucleosis ("enfermedad del beso"). Puede cursar con:

- Fiebre

- Inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello

- Fatiga

- Inapetencia

- Malestar

- Dolores musculares

- Erupción cutánea

- Dolor de garganta

- Debilidad

- Pérdida de apetito

Con menos frecuencia puede cursar con:

- Dolor torácico

- Tos

- Dolor de cabeza

- Rigidez del cuello

- Sensibilidad a la luz

- Dificultad respiratoria

- Frecuencia cardíaca rápida

- Urticaria

Las personas que sufren de inmunodeficiencias como los que poseen el VIH o los que han sido trasplantados recientemente y están tomando inmunodepresores podrían tener síntomas más graves. Los síntomas más graves entre pacientes de citomegalovirus son:

- Ceguera

- Neumonía

- Diarrea

- Sangrado de úlceras en el esófago o en los intestinos

- Inflamación del cerebro (encefalitis)

- Convulsiones

- Muerte del paciente

Si sufres alguno de estos síntomas y estás embaraza o crees estarlo, acude a tu médico de cabecera que te hará las pruebas pertinentes y te dirá qué tienes que hacer. Especialmente si posee afecciones como el VIH o SIDA, ya que es posible que le provoque problemas de visión. Lo lógico es que el médico de cabecera le envíe al oftalmólogo para determinar si le ha afectado o no.

Existen exámenes de laboratorio basados en el cultivo del virus del citomegalovirus que pueden indicar si estamos o no infectados, pero suelen ser bastante complicados y caros, y no se suelen realizar.

Sin embargo lo más sencillo es hacer un análisis de sangre, puesto que existen marcadores en estos análisis que te dirá si posees o no el citomegalovirus.

El problema de este virus es cuando el sujeto que lo padece ya acarrea anteriormente dificultades en el sistema inmunológico

El médico debería hacerte un examen físico y palparte el abdomen. El hígado y el bazo pueden padecer cierta sensibilidad si el médico te los presiona suavemente. También es posible que exista alguna erupción cutánea.

Si un análisis finalmente afirma que posees el citomegalovirus, el médico te realizará unas pruebas con ultrasonido o la llamada aminocentesis (recogida de líquido amniótico) para saber si tienes algún tipo de problema. Aun así no podrá decirte a ciencia cierta si el bebé desarrollará posteriormente algún tipo de problema o discapacidad debido a la infección.

Contagio del citomegalovirus

Aunque muchas personas nunca hayan oído hablar de este virus, es bastante común. Las personas que lo padecen pueden contagiar a los demás a través de la orina, la saliva, heces, secreciones vaginales, lágrimas, sangre, leche materna y semen.

Puedes infectarte si compartes botella de agua, cubiertos, o si besas en la boca a una persona infectada. También si mantienes relaciones sexuales con ella, o si al tocar un fluido de una persona infectada, posteriormente te tocas cualquier mucosa, como la boca o la nariz; ya que en estas zonas el cuerpo absorbe especialmente.

No suelen haber indicios externos de la infección

El CMV también puede transmitirse a través de la placenta, por lo que si la madre está afectada puede transmitirlo al feto. Aunque la mayoría de bebés infectados contraen el citomegalovirus durante el parto o a través de la lactancia. Otras maneras de contagio aunque no tan comunes, son mediante trasplantes de órganos y transfusiones de sangre.

¿Puedo pasar el virus al bebé?

Por supuesto, como hemos explicado un poco más arriba, es una de las maneras más comunes del contagio del citomegalovirus. Pero eso no significa que sea algo seguro, depende mucho del momento en que te contagies del virus.

Si lo has tenido o te has contagiado anteriormente al embarazo, es probable que tu cuerpo ya posea anticuerpos contra éste, y es probable que no se lo transmitas. También hay mujeres con un sistema inmunitario debilitado, en este caso aunque ya hayas vencido al CMV, puede volver a surgir, lo que se llama citomegalovirosis recurrente. Aun así, el riesgo de transmitir al bebé el virus durante una infección recurrente es muy bajo.

Si te infectas por primera vez durante el embarazo, la probabilidad de transmitir el virus al bebé son mucho mayores

Cura del citomegalovirus

El citomegalovirus no tiene cura, es un virus que el sistema inmunitario de nuestro cuerpo vence con bastante facilidad, aunque eso no significa que desaparezca, simplemente no nos hace enfermar.

La mayoría de los pacientes se recuperan en un período de 4 a 5 semanas sin ningún tipo de medicación ni cura. De hecho los medicamentos antivirales generalmente no se usan en personas con un sistema inmunitario que funcione perfectamente.

Se requiere reposo y algunos medicamentos como los analgésicos pueden ayudar a aliviar los síntomas.

Embarazada mostrando una ecografíaEmbarazada mostrando una ecografía

Sin embargo si tienes problemas con el sistema inmunitario, sí que te administran antivirales. La vacuna aun está en período de desarrollo, pero puede ser una solución dentro de unos años.

Sin embargo podemos evitar infectarnos, sobre todo si ya estamos embarazadas y sabemos que nunca nos hemos infectado del citomegalovirus.

Para evitarlo debemos:

- Lavarlos las manos con frecuencia especialmente después de tocar unos pañales, o la saliva de un niño pequeño.

- Las manos deben lavarse durante al menos treinta segundos y hacer especial hincapié en las uñas.

- Intentar llevar siempre consigo jabón del que no necesita agua, para desinfectarse siempre que haya cometido el error de realizar un acto de riesgo.

- No dar besos en la boca a niños menores de seis años.

- En la mejilla si están llenas de saliva tampoco. Siempre puedes abrazarles o darles besos en la cabeza.

- Evite limpiar los mocos o saliva de los niños pequeños con un contacto directo, use siempre pañuelos y posteriormente lávese las manos.

- No compartas cubertería, botellas de agua o comida con niños pequeños.

- En el caso de que no tengas una relación estable o que tu pareja no se cuide tanto como tú en no contagiarse, utilizad siempre condón en vuestras relaciones sexuales, y no le bese.

- No se meta en la boca el chupete del bebé.

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