Las comidas en familia pueden parecer una guerra entre padres e hijos que se niegan a comer. Si tus hijos son demasiado quisquillosos a la hora de comer es más que probable que te pongas nervioso/a cuando es el momento de ponerse todos en la madre. En muchas ocasiones los padres cuando están estresados o muy cansados pueden sentirse culpables por la alimentación que les ofrecen a sus hijos.
Estos padres saben la importancia que tiene alimentar a los niños con alimentos saludables pero no saben cómo hacerles que las coman y acaban dándoles de comer otros alimentos que prefieren los niños solo para que coman. La comida representa mucho más que vitaminas y minerales. Además de la nutrición, a veces se trata de diversión, comodidad, celebración, oportunidades de aprendizaje y mucho más... Hay que aprovechar todo esto.
Una buena nutrición está vinculada a un mejor rendimiento y bienestar escolar, por lo que es necesario que los padres reflexionen sobre cuál es el tipo de alimentación que están ofreciendo a sus hijos y si realmente es la alimentación más acertada para que puedan crecer sanos y fuertes. Para acabar la guerra en la hora de la comida y que tus hijos aprendan a comer de todo, no dudes en seguir los siguientes consejos.
Cocinar en familia
Los niños necesitan control sobre lo que comen, por eso déjales que te acompañen cuando vas a la compra y permíteles que escojan algo para comer, siempre con límites, por supuesto. Los niños necesitan tener un sentido de la responsabilidad y escoger frutas y verduras que van a comer puede ayudarles a tenerla.
Es probable que los niños quieran pasar más tiempo en la parte de los dulces, pero aliéntales a pasar más tiempo en la parte de frutas y verduras. Hazlo con conversaciones interesantes y atractivas sobre los tipos de alimentos y productos saludables para todos. Planifica con tus hijos la comida semanal y si son suficientemente mayores cocínalas con ellos.
Descubre las comidas saludables que les gusta
No tiene sentido forzar a un niño a comer cosas que no le gustan, esto solo os creará ansiedad a los dos. Conocer la variedad de alimentos es importante, por lo que céntrate en los alimentos que no disfrutan y de los que sí disfrutan. Si por ejemplo a tu hijo le gusta la coliflor, ¡hazle platos divertidos con coliflor! ¿Le gusta el brócoli? ¡Piensa recetas con este estupendo vegetal!
Apuesta por la magia de los colores
Todas las personas comemos por los ojos, por lo que si les pones platos con colores a los niños les motivará mucho más a consumirlos. Puedes organizar los platos con formas, en torres, cortados diferentes, aprovechando los colores que te ofrece toda la comida saludable.
Permite algunas golosinas
Muchos padres se sienten culpables cuando dejan que sus hijos coman golosinas, pero seamos sinceros, los niños adoran los dulces y las golosinas. Muchos adultos no toman una dieta perfecta el 100% del tiempo, por lo que tampoco puedes esperar que tus hijos lo hagan. Prohibirles ciertos alimentos solo hará que sean más tentadores para ellos.
Para aliviar tu conciencia, ofrece golosinas con algún valor nutricional: los paletas de helados de yogurt, el queso y los bizcochos, son buenas fuentes de proteínas y calcio. Las frutas como las fresas espolvoreadas con cacao en polvo o canela espolvoreadas sobre rodajas de naranja también son una delicia.
Todos los padres tienen la mejor intención para criar y educar a sus hijos en todos los aspectos. Por esto, todos hacen lo correcto tomando las medidas que consideran más positivas para sus hijos. En este sentido, no dudes en pensar en cómo mejorar la alimentación de tus hijos haciendo que la hora de la comida no vuelva a ser una guerra nunca más.