Todos los que nos hemos puesto a dieta alguna vez sabemos lo duro que es seguir unos hábitos de vida saludable, renunciar a la tentación y conseguir bajar esos kilos de más. Si es difícil para los adultos, imagina lo complicado que es el en caso de los niños. Pero también es cierto que cuanto más pequeño se es más fácil es conseguir interiorizar esos hábitos saludables y mantenerlos durante toda la vida.
Si a un niño se le ha diagnosticado obesidad infantil o empezamos a preocuparnos porque parece que va por ese camino es importante consultar con el médico, a poder ser con un nutricionista, para que dé las instrucciones necesarias para que con dieta y ejercicio pueda adelgazar. No va a ser un camino fácil, porque cuando se tienen pocos años no se es consciente de lo que ayuda a perder peso ni de la importancia de no tener kilos de más.
Por eso se hace necesario que la familia se vuelque con el menor y le ayude a adelgazar. En este artículo te daremos varios consejos sobre qué hacer para ayudarle a alcanzar su objetivo.
Concienciar, pero no estigmatizar
La obesidad infantil no es tema baladí, de mantenerse el sobrepeso en el futuro puede acarrear importantes problemas para su salud, por lo que es importante tratarlo a tiempo. Por ello es necesario que el menor entienda qué ocurre y por qué debe tratar de adelgazar. Si razonamos con él es más fácil que lo consigue a que si simplemente le imponemos una dieta.
Además de la salud los kilos de más son motivo de burla, especialmente entre los menores. Adelgazar le permitirá sentirse mejor y no ser el foco de críticas por parte de sus compañeros. Para ayudarle no debemos estigmatizarle nosotros mismos, ni darle más importancia de la que tiene la obesidad infantil, que puede tener consecuencias psicológicas para los niños.
Por lo general con seguir una dieta y realizar ejercicio es fácil que un niño consiga adelgazar rápidamente, por lo que no es necesario, mucho menos recomendable, presionarle o hacerle sentir mal para que lo consiga.
Adelgazar unidos
La mejor forma de que un niño adapte hábitos de vida saludables es verlos en quienes le rodean. Así que si lo que queremos es que no coma alimentos no recomendados para ellos nosotros tampoco debemos hacerlo, mucho menos delante suya. Lo ideal para ayudarle a adelgazar es comprometernos toda la familia del mismo modo que él ha de hacerlo.
Esto supone ponernos toda la familia a dieta. Hay que tener en cuenta que cuando se trata de casos de obesidad infantil, si no son extremos, la dieta no será estricta, sino bastante llevadera. Así es fácil que toda la familia coma lo mismo y no se los demás.hagan comidas diferentes para el niño que tiene que adelgazar. Esto hará que no se sienta aislado por comer otras cosas ni sufrirá envidias al ver lo que hay en los platos de
Hacer ejercicio como un juego
Para adelgazar hay dos cuestiones básicas: comida saludable y practicar ejercicio de manera habitual. Tan importante es una como la otra, así que además de cuidar la alimentación del niño que sufre obesidad infantil hay que buscar que realice actividades físicas que le mantengan activo.
Puede ser que ya lo haga con sus amigos, pero si no es así, si tiene una vida sedentaria, hay que animarle a moverse. La mejor forma de conseguirlo es haciendo que lo vea como algo divertido, un juego, no una obligación. Hay que pensar en actividades físicas que le motiven y le gusten y organizarlas en familia o con otros amigos.
Si él ve que sus padres salen a correr en bici, juegan a baloncesto o a fútbol o se apuntan a cursillos de natación probablemente quieran participar de ese ejercicio. Si ve que no lo hacen sentirá menos ganas de empezar a hacer ejercicio.
Hábitos para la vida adulta
Hay que tener en cuenta que aunque el niño consiga adelgazar y vencer a la obesidad infantil es importante que aprenda a mantener unos hábitos saludables durante toda su vida. No basta que durante unos meses realice dieta y ejercicio, porque si después vuelve a las antiguas costumbres volverá a ganar peso.
Lo ideal es concienciarle de la importancia de comer alimentos saludables y hacer ejercicio de manera regular, que también le aportan beneficios importantes. De esa manera que lo interiorice y lo mantenga sin considerar que se trata de una obligación. La mejor forma de que lo haga es que su familia actúe así y él copie la conducta de los mayores.