¿Ha llegado la hora de retirar el pañal a tu hijo y no sabes cómo ayudarle a dar el paso de ir al cuarto de baño solo? Quizás estos consejos te ayuden. Después de cambiar pañales al bebé una media de seis veces al día durante un par de años, muchos padres desean que llegue el momento de que su hijo aprenda a ir sólo al baño. Sin embargo, han de saber que el proceso es lento y frustrante en la mayoría de los casos; y aunque algunos niños aprenden en pocos días, muchos tardan varios meses en los que en general suelen aparecer retrocesos y los temidos escapes o accidentes que ponen la paciencia de los padres a prueba.
Alrededor del año de edad, los bebés comienzan a identificar que lo que siente son ganas de hacer pipí o popó. Así, algunos están listos para empezar el proceso de retirada del pañal a los 18 meses de edad, pero hay otros que no demuestran el más mínimo interés hasta que tienen 3 años o más.
Conviene tener en cuenta el momento vital del niño, evitar que además esté pasando por un gran cambio en su vida, como es una nueva guardería o la llegada de un nuevo bebé. En estos casos existen más posibilidades de que el proceso de retirada del pañal sea más difícil y lo ideal es posponerlo.
Conocer el proceso y saber cómo ayudarle en este importante paso hacia su independencia puede facilitar la labor de los padres y que sea más fácil conseguir el objetivo ansiado.
¿A qué edad se puede comenzar a retirar el pañal?
Como ya hemos mencionado, la mayoría desarrolla las habilidades físicas y cognitivas entre los 18 y los 24 meses, aunque hay niños que no están preparados hasta que tiene casi 3 años e incluso 4. Por regla general, alrededor del segundo cumpleaños del bebé suele lograrse el control de la caca. El control del pis diurno se suele alcanzar entre los 2 años y medio y los 3, y el nocturno cerca de los 3 y medio. Aún así uno de cada cinco niños aún necesitan pañales por las noches en el cuarto cumpleaños.
Existen ciertas señales que a los padres les pueden servir de orientación. Como son:
- Empieza a pedir ir al baño o quiere quitarse el pañal cuando está mojado.
- Si se encuentra molesto cuando está mojado, quiere quitárselo o nos avisa para que se lo cambiemos.
- Identifica correctamente el pis y la caca.
- Imita cuando los adultos van al baño.
- Aguanta tres o cuatro horas sin miccionar, a veces el pañal está seco en el momento de la retirada. Esto nos indica que los músculos de la vejiga se están fortaleciendo.
- Es capaz de obedecer a órdenes sencillas. Y puede subirse y bajarse la ropa interior.
- Conoce la importancia de la higiene.
La retirada del pañal debe ser una decisión consensuada con el propio niño que no debe vivirlo como una imposición. Abandonar el uso de los pañales no es cuestión de un día. La mayoría de los padres se plantean dudas a lo largo del proceso de control de esfínteres sobre los retrasos de sus hijos, las complicaciones, los retrocesos o las dificultades. Los médicos y psicólogos siempre aconsejan lo mismo: tranquilidad, no apresurarse, no presionar, evitar la tensión y sobre todo, paciencia.
¿Cómo ayudarle a que abandone el pañal? ¿Por dónde empiezo?
Lo primero es hablar con tu hijo sobre el proceso y lo que se espera de él, además de los beneficios que va a suponerle. El ambiente debe ser relajado, comprensivo y sin presiones, ayudándose de juegos y toallitas, que suelen ser preferibles al papel higiénico al principio por ser delicadas y permitir una higiene más profunda.
Existen tres etapas que pueden ayudar a los padres:
1. Nos avisa cundo ya lo hizo. En ese caso felicitarle por avisarnos y preparar juntos las cosas para la higiene.
2. Nos avisa cuando lo está haciendo. No le regañes porque no avisa con tiempo.
3. Nos avisa antes de hacerlo o da señales de tener ganas. Aprovecha el momento para preguntarle si quiere ir al baño y si da tiempo a llegar con el pañal seco le ayudamos a hacerlo en el orinal. Cada vez permitiremos que sea él quien lo haga sólo, ayudándole simplemente en lo que nos pida.
Apoya y crear confianza en sus propias decisiones
Los obstáculos más comunes que pueden aparecer y cómo superarlos
1. Mi hijo se niega a usar el baño
Los niños algunas veces no quieren usar el baño porque les da miedo. Lo mejor que puedes hacer es ayudar a tu hijo a sentirse cómodo. Cómprale un orinal con el que él se sienta cómodo y permítele que lo decore a su gusto con pegatinas o escribe su nombre en él.
2. Si le sugiero que use el baño dice no o se enfada
En ocasiones decir que no es su manera de ejercer poder. Evita estar encima de él y no le obligues a sentado en el baño, si tan sólo aguanta un par de minutos y luego se levanta prémiale por el esfuerzo aunque después se orine encima.
3. Hace pis pero no caca
A los niños les resulta más fácil hacer pis que caca, ya que el esfuerzo en el segundo caso es mayor. Para ayudarle, cuando observes que está haciendo caca llévale al baño para que al menos termine allí.
4. No usa el baño del colegio pero sí el de casa
Suele ser más frecuente los primeros días porque no conocen el entorno o a los cuidadores. Los expertos aconsejan no darle importancia, pero dejarle claro al niño que debe usar el baño cuando tenga ganas sin importan donde esté.
5. Después de un tiempo vuelve a orinarse encima
Las regresiones son muy habituales y cualquier alteración en la rutina puede propiciarlas. No hay problema, tan sólo habrá que reforzar los hábitos de higiene durante unos días.
6. No pide pis pero si le siento en el orinal lo hace
No tiene mayor importancia, ayúdale explicándole que igual que cuando tiene hambre, lo dice, cuando tenga ganas de ir al baño, también debe pedirlo.