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Cómo ayudar a tu hijo a dormir mejor
Cómo ayudar a tu hijo a dormir mejor

SUEÑO

Cómo ayudar a tu hijo a dormir mejor

Si a tus hijo o hija le cuesta conciliar el sueño, te damos algunos consejos para que la hora de ir a dormir deje de ser un suplicio para todos.

niño durmiendoSi el niño duerme mal se sentirá muy cansado durante el día y los padres también

Si eres padre o madre estoy segura que alguna vez has deseado que tu hijo/a tuviera un interruptor de "apagado" para que pudiera dormir y descansar al final del día. Pero es que los niños, cuanto más cansados están más difícil les resulta dormirse y descansar. Pero tus hijos, y más si son pequeños necesitan dormir lo suficiente cada día para poder disfrutar del día sin tener sensación de cansancio o irritabilidad.

El sueño ayudará a los niños a poder afrontar los desafíos diarios, a tener control sobre sus emociones y habilidades, y en definitiva, a sentirse mucho mejor y más feliz. Igual que a los adultos necesitamos dormir para poder afrontar los problemas diarios, a los niños les pasa exactamente lo mismo... y ellos necesitan dormir más horas que los adultos.

El sueño en los niños

Pero un niño que duerme mal hará que los padres se sientan también cansados e irritados durante el día. Hay niños que duermen muy bien y otros que no duermen tan bien. Los niños cuando son bebés pueden dormir mejor siempre que estén los padres presentes, parece que los seres humanos estamos diseñados para dormir con otros seres humanos, y quizá por eso a los niños cuando les toca dormir en otra habitación. Pero claro, esto no es algo generalizado ya que también puede haber niños que prefieran dormir a solas para conciliar mejor el sueño.

Pero la buena noticia es que el hecho de conciliar el sueño es un hábito que se puede aprender y que todos los niños pueden conseguir. Lo cierto es que hay niños que pueden tener más dificultad que otros para aprender a dormir, pero al final todos pueden aprenderlo con una buena guía por parte de los padres. Así, llegará un momento en que cuando el niño se sienta preparado, podrá dormir sin la presencia de los padres y poder dormir toda la noche entera casi todos los días. Aunque puede tomar algún tiempo desarrollar este hábito, es necesario no perder la esperanza y establecer algunos cambios en el día a día.

Tranquilidad antes de dormir

A los adultos nos cuesta menos pasar de actividad a inactividad y conciliar el sueño, pero a los niños les cuesta más. Por este motivo es necesario que una hora antes de dormir en casa se bajen las luces y haya un ambiente tranquilo y de paz. Así los niños empezarán a entender que queda poco para dormir y para poder estar calmados.

niño durmiendoLas rutinas y la tranquilidad son la clave para un buen sueño

Las rutinas son clave

Para que los niños puedan sentirse seguros y tranquilos será necesario que en casa hayan unas rutinas, y para dormir bien necesitarán unas rutinas de la noche. Por ejemplo: el baño, la cena, lavarse los dientes, contar un cuento en la cama, cantar una canción, darle un beso y apagar las luces para que se duerma él solo. Esta es una rutina común y muy eficaz para los niños, así podrán predecir qué es lo que toca a cada momento y serán más capaces de dormirse solos y con tranquilidad.

Pero debes tener cuidado porque hay niños que usan las rutinas para tardar más en meterse en la cama y las amplían. Una rutina para ir a dormir no debe ser demasiado larga, para ello deberás pensar en convertir este momento en la mejor parte del día para que todos disfrutéis y que el vínculo entre padres e hijos se aumente.

Cuando los niños no quieren dormir

Es posible que los niños muestren una actitud reticente en cuanto a ir a dormir y que se resistan cuando notan que la rutina está empezando y que la hora de acostarse está cerca. La mejor manera de evitar esto es motivar a tu hijo pequeño para que haga todas las tareas de la rutina. Por ejemplo, puedes crear un gráfico con fotografías reales de tu pequeño haciendo las rutinas de antes de acostarse y poner una hora de reloj a cada imagen para que sepa a la hora que se debe hacer (más o menos) cada noche.

A medida que tu hijo va haciendo las rutinas puedes quitar las fotos y así tu hijo aprenderá a saber qué toca en cada momento. Y si lo hace bien durante toda una semana, el domingo puede tener un premio como salir a pasear al parque que más le guste. Pero es importante que no se cree una guerra de voluntades.

No le acuestes muy tarde

Hay padres que piensan de forma errónea que si un niño se acuesta más tarde será más fácil que pueda conciliar el sueño porque está cansado, pero la realidad es que los pequeños si acumulan demasiado cansancio le costarán dormir más porque las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) se lo impedirán.

Los niños que se duermen más tarde o que tienen dificultades para dormir, se despiertan más durante la noche y normalmente se despiertan muy temprano por la mañana. También es necesario tener en cuenta que los niños que hacen siesta durante el día probablemente será necesario acostarles una hora más tarde durante la noche.

niño bostezandoAcostar a los niños más tarde no hace que cojan mejor el sueño

Las luces tenues y las rutinas tranquilas ayudarán al cuerpo del niño a que sepa que es hora de dormir y que se vaya preparando para poder conciliar el sueño con mayor facilidad. La clave sobre todo, es estar atento a los bostezos que señalan que el niño está empezando a tener sueño. Si el niño se empieza a sentir demasiado cansado, es posible que se sature y que a causa de la adrenalina y el cortisol sea mucho más difícil meterlo en la cama.

Un dormitorio cómodo y confortable

Todos los niños pasan por ciclos normales de sueño en los que se despiertan de vez en cuando pero se vuelven a dormir y a entrar en un sueño profundo rápidamente. Para asegurarte de que tu hijo cuando se despierta no se vuelve a dormir, será necesario que tenga una cama cómoda y confortable adaptada a su edad. Si es un bebé es mejor que uses un saquito de dormir que le proporcionará seguridad y que sólo uses mantas y sábanas cuando notes que está preparado para ello, por ejemplo a partir de los dos años y medio o tres años.

La oscuridad en la habitación también es importante en la habitación para que el niño pueda dormir tranquilamente, por lo que deberás oscurecer la estancia (sobre todo en verano cuando el niño se va a dormir y aún hay luz fuera). En invierno deberás asegurarte de que no pasa frío y cuando no use pañales deberás asegurarte de que no tiene ganas de hacer pipí ni otras necesidades cuando se mete en la cama.

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