Cuando nos mudamos a una nueva ciudad todos, mayores y niños, sentimos cierta reticencia. El miedo a lo desconocido y el tener que dejar atrás a los amigos nos hace más difícil el hecho de irnos. Sin embargo, cuando tenemos hijos pequeños en casa también tenemos que tener en cuenta que ellos lo llevarán de un modo distinto, por lo que tendremos que dedicarles nuestro tiempo y atención para hacerles más sencillo el proceso de adaptación. En Bekia te contamos cómo ayudar a tu hijo pequeño a adaptarse a una nueva ciudad.
Los amigos y el colegio
Probablemente cuando le cuentes a tu hijo pequeño que tendrá que irse del colegio donde estudia ahora y dejar a sus amigos, se pondrá muy triste. No obstante, no debemos compadecernos de su tristeza ni dejarle ver que nosotros también sentimos malestar, sino que tendremos que animarle y ser positivos. Hacer amigos es mucho más fácil cuando los niños son pequeños y se adaptarán a los cambios más fácilmente que nosotros.
Si nos mudamos a otro país en el que hablen un idioma distinto, quizás sea un poquito más complicado para el niño adaptarse. Sin embargo, no deberás preocuparte demasiado, porque los hijos pequeños aprenden idiomas nuevos mucho más deprisa que los adultos y, antes de que te des cuenta, lo hablará perfectamente. El idioma o su procedencia puede ser un problema durante los primeros días en el colegio, pero si hablas con el director o los profesores de la escuela ellos entenderán tu situación y serán capaces de adaptarse para cubrir las necesidades del niño. Ellos saben que, en pocos días, tu hijo pequeño ya será capaz de entender y comunicarse en el idioma, lo que le permitirá tener amigos y tener una vida normal dentro del colegio.
Cuando dejéis la ciudad puede que los niños tengan una pataleta o se pasen unos días tristes. Es normal y seguramente que si algún día volvéis podrá reencontrarse con sus antiguos amigos como si nada hubiese pasado. Los adultos llevamos peor estas cosas, por lo que no dejes que tu hijo pequeño vea cuánto te afecta a ti también el traslado, puesto que eso le hará mucho más difícil el proceso de adaptación a los cambios. Si quieres puedes hacer una pequeña fiesta de despedida, invitando a sus amigos más próximos. Intenta que dicho evento esté lleno de actividades divertidas para que el niño no relacione el hecho de irse con algo negativo, ya que eso ayudaría a hacer su adaptación a la nueva ciudad mucho más difícil.
Fuera del colegio
Seguramente que en pocos días tu hijo pequeño ya tenga amigos en el colegio y eso ya no suponga un problema para vosotros. No obstante, será fuera de la escuela dónde quizás se sienta realmente extraño. Una casa nueva, un barrio diferente, etcétera. Por eso, es muy importante que le dediques todo el tiempo libre que te sea posible durante los primeros días. Juntos podéis poner la casa a vuestro gusto, para que nos haga perder el sentido del hogar y os sintáis mucho más cómodos en este nuevo espacio.
Al salir de la escuela o durante los fines de semana podéis ir a descubrir el barrio, meteros en las tiendas y comer fuera. Mientras más actividades realicéis en la zona nueva más fácil os será acostumbraros a ella.
Así, la próxima vez que volváis a pasar por ese lugar ambos tendréis una experiencia y memoria positiva de él y, poco a poco, os hará sentir como en casa.
Por lo tanto, adaptarse a una nueva ciudad para nuestro hijo pequeño será mucho más fácil que para nosotros. Tienen menos tendencia a apegarse al pasado, y aunque no olviden completamente a sus antiguos amigos, pueden hacer nuevos con mucha facilidad y eso les hace sobrellevar mejor la experiencia. Si crees que tu hijo tiene problemas en el colegio con otros niños o en la adaptación en general, no dudes en hablar con los profesores para que le hagan el tiempo que debe pasar allí lo más placentero posible. Los ratos que pase fuera de la escuela estarán en tu mano para que se pueda adaptar mejor y podáis sentiros como en casa en esta nueva ciudad en poco tiempo.