Llevar una alimentación sana y equilibrada es básico en nuestras vidas si lo que queremos es estar saludables y fuertes para afrontar nuestro día a día. Pero cuando se trata de un niño, es todavía más importante. En plena etapa de crecimiento es esencial que nuestros hijos coman de todo en su alimentación, incluyendo en su dieta las verduras, y es ahí cuando viene el problema.
Por todos es sabido que los niños no quieren comer verduras. Cada vez que has intentado que tus hijos coman verduras siempre ha pasado lo mismo: han acabado en la basura de nuestras cocinas. Esta situación puede convertirse en una verdadera obsesión por los padres, que ya no saben cómo incluir las verduras en la dieta de sus hijos. Es en este momento cuando tienes que sacar tus dotes imaginativas y creativas e incluir en el menú semanal de los más pequeños las verduras de forma divertida, de una manera que las sientan atractivas y ricas.
Cómo incluir en nuestras cocinas las verduras para que los niños las vean atractivas
En muchas ocasiones, hasta a nosotros mismos nos cuesta comer verduras. Y es que a quien no le ha pasado alguna vez eso de ver en nuestro plato un brócoli cocido con una pechuga de pollo a la plancha y no ser capaz de pegar bocado. Los niños en estas situaciones no entienden que las verduras son necesarias para vivir, ellos solo piensan en si le gusta su sabor, su textura y su sabor, y en la mayoría de los casos las verduras no cumplen estos requisitos.
Mezclar las verduras con otros alimentos que le gusten puede ser clave para incluir estos alimentos en su dieta. Pongámonos manos a la obra en nuestras cocinas. Hacer alguna receta de pizzas con verduras, incluir las verduras en el arroz, en la pasta o incluso hacer versiones de brochetas y pinchitos que lleven verduras mezcladas con carne de pollo o de pavo, son una versión muy sana y baja en grasas y calorías que pueden conformar una cena ideal para nuestros pequeños.
Que nuestros hijos se sientan útiles en las cocinas puede ser un aliciente y recurso que podemos utilizar para que estos coman verduras. Llevar a nuestros hijos a la compra, puede ayudarte a que este se conciencie de los beneficios de las verduras en la alimentación, a la misma vez que os servirá para aumentar vuestra unión y mejorar la relación padre/madre hijo. A la vuelta a casa siempre puedes pedirle opinión sobre con cual receta le gustaría comer las verduras y así verá como su opinión cuenta, lo cual hará que se siente importante y a la misma vez acabará comiendo verdura. Darle un papel importante en la compra y elaboración de la cena puede ser clave, el pequeño se sentirá responsable y querrá comer lo que ha preparado.
Cocinar verduras con una receta diferente también puede ser una buena manera de mejorar la relación de los pequeños con este alimento. Hacer hamburguesas, albóndigas o purés de verduras es una forma perfecta de que nuestros pequeños coman verduras sin saber que están comiéndolas.
Sacar toda tu creatividad a la luz y aplicarla en la receta de los platos con verduras para tus hijos puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza pero cuando ves a tus hijos disfrutando del plato que le has cocinado, todo el esfuerzo se esfuma de golpe y te llenas de felicidad. Muchas veces el verdadero éxito para que los niños coman verduras es la presentación que le pongamos en el plato Hacerlo de forma divertida puede resultar para ellos un juego, por lo que comerán encantados su plato de verduras. Para ellos no es lo mismo ver en un plato un trozo de brócoli, dos tomates cherris y unos guisantes, que comerse al señor árbol de los ojos rojos. He aquí el secreto del éxito.
Otro truco, que parece una tontería pero que puede ser determinante a la hora de que los niños coman verduras, es ver cómo sus padres también las comen. Está demostrado que los hijos en la mayoría de las situaciones actúan en función de lo que ven en casa. por lo que un niño que no está acostumbrado a ver a sus padres comiendo verduras, va a ser muy difícil que este las consuma, ya que no lo ve algo natural.
En el caso de que con alguno de estos trucos hayamos conseguido el milagro de que nuestros pequeños coman un plato de verdura, lo ideal no es darle un premio por ello. Lo que tenemos que conseguir es que los niños incluyan en su vida las verduras como algo normal y natural, por lo que si le damos un premio por ello, estos lo van a ver como algo extraordinario y será el momento en el que estos asocien las verduras y las hortalizas como algo malo. Lo que sí deberíamos hacer para que sepan que están haciendo las cosas bien es decírselo con palabras. Que sean conscientes de lo orgullosos que estáis de él por llevar una alimentación sana, incluyendo verduras en su día a día. Esto provocará en ellos una subida en su ego y se sentirán muy orgullosos de sí mismos.