Sí, es posible que tengas dudas sobre cómo es tu crianza y si realmente estás haciéndolo lo mejor que puedes no deberías dudar de ti mismo/a. La mejor manera de vencer a la inseguridad en la crianza es convertirte en un padre o una madre que está seguro/a de sí mismo/a. Hay muchas cosas que puedes hacer para confiar más en tu capacidad de crianza. Empieza a tener comentarios positivos hacia ti mismo/a en tu mente para sentirte motivado.
Si no sabes cómo hacerlo, a continuación vamos a darte algunos consejos para que puedas tener más confianza en tu mismo/a respecto a tus habilidades como padre o madre. No pierdas detalle y empieza hoy mismo a tener más confianza en tus capacidades.
Sé tu propio motivador
Para tener más confianza en ti mismo/a es importante que tengas motivación. Apaga esa voz negativa de tu cabeza que te dice que no estás haciendo las cosas bien. Los fracasos que crees que has cometido como madre o padre, ¡no son fracasos! Son oportunidades de aprendizaje para hacer las cosas mejor. Así que deja a un lado el sentimiento de culpabilidad y transfórmalo en tu fuerza para mejorar.
No tires la toalla
Si sientes que estás fracasando o que estás derrotado/a, no tires la toalla. Aunque es verdad que a veces puedes sentir incertidumbre, no te permitas sentir que no vales como madre o padre, porque simplemente, esto no es cierto. Si realmente te sientes incapaz, busca ayuda de un profesional para que te dé las pautas necesarias y te ayude a ver tu mundo desde otra perspectiva, quizá, más positiva.
No es necesario que grites tanto
Cuando gritas estás dejando que la frustración se apodere de ti de forma negativa. La frustración solo debe hacerte ver que eres capaz de hacer las cosas de otro modo y que puedes mejorar. Por ejemplo, puedes gritar a tus hijos porque no han hecho los deberes, y después de haberlo hecho te castigas porque les has gritado y no has controlado tu reacción.
En lugar de castigarse internamente, detén el diálogo interno negativo tan pronto como sepas que ha comenzado. Míralo como una oportunidad para reconocer los factores desencadenantes que llevaron a tu estallido, tal vez tuviste un mal día en el trabajo. Entonces habla contigo mismo y dite que lo harás mejor la próxima vez.
Además, es importante que saques tiempo para reflexionar sobre cómo debes hablar con tus hijos y disculparte por los gritos para poder hablar después con calma sobre lo ocurrido. Pensar las soluciones antes de dejarse llevar por la ira te ayudará a resolver las situaciones de conflicto de forma asertiva y real y también, crecerás como padre o madre. Por si fuera poco, teniendo en cuenta esto, también aprenderás a cerrar la conversación negativa y reemplezarlo por soluciones, una gran lección para tus hijos cargado de mensajes positivos.
Reduce el estrés en tu vida
Si queres ser un mejor padre y sentirte más confiado/a, es importante que reduzcas el estrés y la fatiga en tu vida. Cuando nos sentimos estresados como padres, a veces lo desquitamos con los que están más cerca. Si estás en tu casa por la tarde con tus hijos y tienes una larga lista de cosas para hacer, junto con muchos otros factores externos, es difícil ser amable, calmado y amoroso con nuestros hijos. Pero ellos no merecen palabras o tratamientos desagradables solo porque estamos estresados o sobrecargados en el trabajo.
Lo que los niños quieren de sus padres es que estén menos estrenados y cansados. Los padres deben priorizar las cosas realmente importantes y ver qué es lo que les causa agotamiento. Es necesario hacer una reflexión de la vida y de las actividades que se desarrollan.
Las soluciones pueden ser simples: hacer un horario, hacer que los niños ayuden con las tareas, preparar las cosas la noche anterior, despertar antes que los hijos, hacer planes de comidas que funcionen para la familia, organizarse y planear las cosas por adelantado. Empieza a encontrar las formas en que puedas reducir el estrés en tu vida y toda tu familia vivirá menos estrenada y tendrás más armonía en tu hogar.