Llega un momento en tu vida que crees tener definida tu orientación sexual. Lo más probable es que quieras compartir esta noticia en el caso de que seas gay o lesbiana y llevar tu vida con la mayor normalidad posible. Nuestra familia suelen ser las personas más importantes en nuestras vidas y su opinión será altamente importante para nosotros. Sin embargo, debemos aprender cómo decírselo y cómo actuar dependiendo de su reacción para llevarlo todos del mejor modo posible.
Cómo decírselo
Lo más importante es que aclaremos primero nuestras ideas y sepamos qué queremos decirles exactamente.Una vez lo tengamos todo claro podemos pasar a pensar en cómo decírselo.
No tenemos porqué sentirnos avergonzados ni diferentes por ser gay o lesbiana, hoy en día ser homosexual está cada vez más aceptado y nos estamos convirtiendo en una sociedad más abierta y tolerante.
Tienes que presentarlo como una noticia positiva
Tendríamos que buscar una ocasión cotidiana, ya que si organizamos una cena o un evento fuera de lo normal podremos hacerles pensar que algo malo sucede y que se preocupen en exceso. Así pues, un momento cualquiera cuando estemos reunidos en un lugar familiar, como en nuestra propia casa, es lo más adecuado.
Podemos tantear el tema y hablar de la homosexualidad en general, de los gay y las lesbiana, así podremos ver cuál es la opinión de nuestros padres respecto este tema. Puede que bien nuestro padre o nuestra madre sean más flexibles que el otro. En el caso de que esto sea así podemos contárselo primero a este y preguntarle cómo enfocar mejor el tema para poder contárselo posteriormente al otro.
No obstante, hay padres a los que no les gusta saber que su pareja o cualquier otro miembro de la familia ya conocía la información y se le ha dejado el último. Así pues, si decides contárselo primero a uno de ellos no dejes mucho tiempo hasta que se lo cuentes al otro.
Cómo actuar si no obtenemos el apoyo esperado
Aunque hoy en día la gente acepta mayormente el ser homosexual, todavía quedan muchos padres que fueron educados de un modo distinto a la juventud actual y no terminan de entender que ahora puedes querer a quien quieras, indistintamente del sexo que sea la otra persona.
En algunos casos cuando se cuenta a la familia que eres homosexual y quieres ser feliz de este modo, ellos lo entienden y desean la felicidad para ti, quieras a quien quieras. Sin embargo, en muchos otros casos, los padres o solamente el padre o la madre no llegan a entender esta situación. Quizás ellos fueron enseñados a que solo se puede querer a una persona del sexo contrario y que no hay otra opción, ni ser gay ni lesbiana.
Si te encuentras en esta situación y tus padres son dados al diálogo podrías explicarles, con talante y paciencia, que tu no serás feliz de ese modo y que tu corazón te lleva a querer a personas de tu mismo sexo. Si les explicas que es una cuestión de amor y felicidad, más que puro sexo, es probable que te entiendan y te respeten como eres.
Desafortunadamente, otros padres tienen una mentalidad más cerrada y no pueden llegar a entender un tema tan sencillo como la homosexualidad. Puede que intentes hablar con ellos y que no sea nada flexible. Si este es tu caso, lo mejor es no intentar bombardearlos con el tema. Si se lo has contado ya no tienes nada más que hacer. Simplemente, vive tu vida e intenta que vuestra relación no se deteriore por tu identidad sexual.
Da a tus padres algo de tiempo para acostumbrarse a lo que acaban de conocer
Hay personas que tienen ideales muy cerrados y padres que quieren controlar la vida de sus hijos en exceso. Si tu padre o madre se enfada contigo por causa de tu homosexualidad deberás dejarles un tiempo para entenderlo y, más adelante, intentar retomar la relación, manteniendo este tema un poco al margen para no perder el contacto. Eso sí, tu haz lo que te haga feliz en tu vida sentimental y respeta a tus padres tanto como te gustaría que ellos te respetasen a ti.
Apóyate en tus otros familiares, como hermanos, primos o amigos en este momento y pronto verás como hay mucha gente que te quiere, entiende y acepta por quien eres y no a quién quieres.