Tras la larga espera, por fin ha llegado al mundo nuestro bebé. Muchos serán los cuidados que deberemos proporcionarle y debemos estar preparados para ofrecer lo mejor para nuestro pequeño.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, por ello, debemos prestar una atención especial en la del recién nacido, ya que es mucho más sensible y delicada que la de los adultos.
Cómo cuidar la piel del bebé nada más nacer
La piel del recién nacido es inmadura y tierna, puesto que aún está formándose. Como todavía no está curtida deberemos utilizar ropa de algodón y poco pesada, especial para un recién nacido, con tal de no dañársela. Indiferentemente que el niño haya nacido en época de calor o frío debemos evitar al máximo la exposición del sol, porque este será altamente perjudicial para nuestro bebé.
Si el bebé no está bien alimentado o no está bebiendo el agua suficiente eso también puede reflejarse en su piel, aparecerán más irritaciones o sequedad. Por lo cual la alimentación y la hidratación son cruciales para la salud de la piel de nuestro bebé.
Hay zonas en el cuerpo de nuestro bebé en las cuales que debemos tener más cuidado, sobre todo detrás de las orejas y el rostro
Cada vez que vayamos a tocar el bebé debemos tener las manos limpias y desinfectadas. Sería conveniente no lavárnoslas con productos que contengan alcohol o colonias, porque estos también serán dañinos para la piel de nuestro pequeño. Con los mismos jabones neutros con los cuales podemos limpiar al bebé podemos también limpiarnos las manos cada vez que queramos besar, mover o coger al pequeño.
Lo mismo se aplica si tenemos alguna infección cutánea como un herpes o eccema. Si tenemos alguno de estas enfermedades en la piel es conveniente tocar la piel del bebé lo menos posible, porque podríamos contagiarle. Lo mejor es hablarlo con un profesional para que pueda aconsejarnos del mejor modo posible, para que nuestro bebé esté sano y protegido.
Qué productos se pueden o no aplicar
En cuanto a los productos que podemos aplicar a nuestros pequeños debemos comprarlos siempre específicos para el bebé recién nacido. Es también importante que la marca sea de confianza y que el mismo producto no contenga colonias o alcoholes que puedan irritar la piel del pequeño.
Como la piel está todavía formándose es más fina que la piel de la de los adultos. Así pues, las cremas hidratantes y los jabones se absorberán con más facilidad y debemos tener en cuenta de que no sean demasiado grasas para que no arrastren la grasa natural de la piel del bebé que aun mantiene de cuando estaba en el vientre de la madre.
Cuando apliquemos cualquier producto sobre la piel del pequeño debemos tener en cuenta que la piel esté libre de otros productos con tal de no irritarle. Si hemos aplicado crema hidratante no aplicaremos ningún otro producto sobre la piel del bebé hasta que no se le haya bañado de nuevo y limpiado la piel de cualquier otro producto.
La piel del recién nacido es inmadura y tierna, puesto que aún está formándose
Cuando apliquemos el jabón o las cremas hidratantes podemos hacerlo con un leve masaje que además ayudará al bebé a tranquilizarse y a sentirse más relajado. Además este leve masaje te ayudará a esparcir mejor la crema o el jabón sobre la piel del pequeño. Estos jabones o cremas deben ser siempre de PH4 o 4'5 como máximo, pero nunca superior a él, ya que este es el más indicado para nuestro bebé.
Finalmente, si queremos aplicar colonia al bebé lo más indicado es aplicarla ligeramente sobre la ropa, pero es mejor no aplicarla sobre la piel. Aunque es una colonia indicada para los recién nacidos, y siempre aceptada por nuestro médico, deberemos ponerla mejor sobre la ropa del bebé (y aquella parte de la ropa que no le toque la piel) porque así podemos evitar posibles roces o irritaciones.