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Cómo dar negativas a los niños a través de la disciplina positiva
Cómo dar negativas a los niños a través de la disciplina positiva

DISCIPLINA POSITIVA

Cómo dar negativas a los niños a través de la disciplina positiva

Decir 'no' con disciplina positiva a los niños es necesario para su desarrollo emocional, pero,¿cómo darles negativa.

Los niños, según en qué situaciones nos encontremos con ellos, son difíciles de tratar. Muchos padres primerizos ven en sus hijos un lienzo totalmente en blanco sobre el que hay que trabajar en valores, convivencia, sociabilidad, etc., y muchas veces no saben cómo deben hablarles. Para un niño pequeño, es importante la forma de cómo recibe los estímulos y las enseñanzas de sus padres y maestros pues tal cual los recibe, así los asimila.

La disciplina positiva se trata de un método educacional que surgió alrededor de los años 20 La disciplina positiva se trata de un método educacional que surgió alrededor de los años 20

Un adulto que quiera educar a un niño pequeño ha de tener claro en todo momento que este último es como una esponja que absorberá, sin filtros, todo lo que escuche y todo lo que se le enseñe. Por esto mismo es importante tener clara la metodología de enseñanza y una de las más utilizadas por sus efectos positivos en los niños pequeños es la llamada disciplina positiva. Algo tan delicado como darle negativas a un niño o corregirle sus errores puede suponerle, a largo plazo, rechazo o inseguridad en sí mismo así que por ello es muy importante la manera en la que le transmitimos nuestros conocimientos. A continuación, Bekia te explica una de las metodologías de educación más conocidas por sus beneficios en la enseñanza infantil: la disciplina positiva.

¿Qué es la disciplina positiva?

La disciplina positiva se trata de un método educacional que surgió alrededor de los años 20 por parte de los psiquiatras infantiles Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, y que más tarde fue desarrollado por las psicólogas Jane Nelsen y Lynn Lott. En lo que consiste esta filosofía es en entender el comportamiento de los niños, así como su forma de interactuar con el mundo, para poder guiarles en su desarrollo personal de una forma positiva, aunque firme respecto a la figura del adulto.

Los pilares más importantes de este modelo educativo son la comunicación con el niño, el cariño y la empatía. La disciplina positiva pretende eliminar las luchas de poder, así como la figura autoritaria del padre sobre el hijo, de forma que este último aprenda cometiendo fallos y sin miedo de reprimendas. La disciplina positiva no admite el control excesivo ni la "mano dura" y se fundamenta en el respeto padre-hijo.

Uno de los puntos que más preocupan a los padres es cómo dar una mala noticia o cómo decir no a un niño pequeño sin que este coja un berrinche, se ponga triste o simplemente sin que no sepa o no quiera asimilar la negativa. La disciplina positiva juega un papel muy importante en la forma de dar negativas a un niño así que presta atención a los siguientes consejos:

Razonar la negativa

Muchos adultos solucionan una situación y argumentan una negativa con la típica frase "porque lo digo yo que soy tu padre/madre". Esta sentencia, casi siempre inamovible, hace que el niño pequeño vea a su padre como alguien cuyos mandatos hay que cumplir sí o sí y sin posibilidad de discusión. Dar una negativa de esta forma solo logrará que tu hijo se vuelva sumiso ante ti y, aunque te obedezca, esto lo hará para evitar un posible castigo o reprimenda y no porque él mismo razone y asimile el porqué de esa negativa.

Lo más recomendable es argumentar junto a tu hijo todas las negativas que tengas que darle. Para decir no, comunícate con él y establece una conexión lineal en la que no haya una figura autoritaria y otra sumisa. Explícale las razones que te llevan a decir no y hazle cómplice de tu punto de vista, pero sin imponérselo.

Hazle sentir responsable

Muchos niños juegan a ser mayores y no hay nadie a quien más admiren que a los adultos. Cuando un padre habla con su hijo habiendo una clara desigualdad de poder, el niño se siente inferior y llega a experimentar un sentimiento parecido al de una marioneta a la que no se le tiene en cuenta. Respecto a esto, la disciplina positiva lucha contra esa relación desigual padre-hijo que, aunque está claro que cada uno ha de tener su rol, no resulta beneficiosa para el niño a largo plazo.

Lo recomendable es, cuando des una negativa, que hables a tu hijo de forma firme y respetuosa. Ya desde pequeño ha de aprender que de nada sirve hacer pucheros o chantaje emocional y que ha de empezar a comportarse como un adulto ante las negativas. Por tu parte, como padre, es importante que hagas saberle a tu hijo que estás orgulloso de que este decida tomarse con entereza y entienda la decisión así que motívale de forma positiva para que, a la próxima, actúe de igual forma.

Huye del autoritarismo

Ningún extremo es bueno así que, si como padre tienes un carácter fuerte y autoritario, no cambies radicalmente hacia la permisividad más absoluta. Dar una negativa a un niño no ha de suponer que este la acepte únicamente por el temor de una posible represalia. Obligar a tu hijo a acatar una decisión hará que, a la larga, acabe desarrollando patrones de rebeldía o sumisión que aplicará en sus relaciones sociales y que afectarán a sus rutinas diarias. Evita la competitividad con tu hijo y la manifestación de poder con él y verás como en el futuro gozaréis ambos de una buena relación.

Evita la competitividad con tu hijoEvita la competitividad con tu hijo

Construir una conexión sana entre padre e hijo es fundamental para afrontar juntos los diferentes problemas que puedan surgir. Para evitar el impacto negativo de decir no, otra opción es optar por transformar una frase negativa en positiva. De esta forma, tu hijo entenderá y comprenderá mejor las normas y habrá una mayor harmonía en casa. Por ejemplo, si ese día no se puede ir al parque, transforma esa negativa proponiéndole un plan para hacerlo dentro de casa. También, en vez de prohibirle que haga algo, muéstrale las consecuencias que traería esa acción para que sepa actuar de forma autónoma.

Algo relevante a tener en cuenta es que no se debe abusar de las negativas pues se corre el riesgo de que el niño acabe por perderles el respeto y no hacer caso. Crea un balance y limítate a decir no, por ejemplo, para ocasiones en las que verdaderamente haya que ser tajante y firme como, por ejemplo, alguna circunstancia que pueda poner en peligro al niño.

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