Ya sea homosexual o heterosexual tener hijos es un tema peliagudo para muchas parejas que se aman y que viven juntas. Está enamorados, se quieren, disfrutan juntos y comparten sus vidas. Para una de las partes la relación en si es el paraíso, no quiere que nada cambie. Pero la otra sin embargo, no se siente realizada y el instinto maternal/paternal está llamando a la puerta. Hoy vamos a ver los dos puntos de vista.
Mi pareja quiere tener hijos pero yo no
Si tu caso es este tienes que dejar las cosas claras desde el principio. Si la maternidad o paternidad es algo que nunca te habías planteado tendrás que empezar a sopesarlo si ves que las cosas empiezan a ir en serio con tu pareja. Si él o ella te ha sacado el tema es porque desea saber tu respuesta, date un tiempo para meditarlo con calma y poder decidirlo. Si es algo que tienes claro al 100% la mejor opción es hablarle con sinceridad y decir tu opinión al respecto, sobre todo es muy importante que no seas ambiguo, no le des largas porque estará contigo con la falsa esperanza que un día cambies de idea, y eso es injusto tanto para ti como para el otro. Ser padres es un tema demasiado serio que cambia la vida de las personas y es lo primero que una pareja que vive junta tiene que tener en cuenta. Por eso, si lo tienes decidido y sabes que no hay vuelta atrás no pospongas más la conversación y da el paso.
Para hablar del tema escoge un momento en el que sepas que vais a estar solos y que nadie os va a molestar. No esperes a que sea el otro el que saque el tema a colador porque dará la impresión de que le has estado engañando todo ese tiempo. Explícale como te sientes y los motivos por los cuales no quieres tener hijos. Te será más fácil si antes de hablar con él o ella enumeras los motivos de tu decisión, así evitarás echarte atrás en medio de la conversación.
Decidamos lo que decidimos tenemos que defenderlo hasta el final, en el calor de la conversación se pueden decir cosas de las que más tarde nos arrepentimos o transmitir ideas que pueden dar lugar a confusiones. Dará lugar a que nos sintamos mal porque estaremos actuando en contra de nuestros principios, de lo que realmente sentimos, y esto a largo plazo nos producirá insatisfacción y también perjudicaremos a nuestra pareja y al futuro bebé que venga en camino. Una persona que acepta la paternidad o maternidad por obligación tiende a ser más negligente en su educación, a desentenderse de los problemas. Muchos se escudan en la frase de: "eras tú el/la que querías tener hijos". Un hijo no es un regalo que se haga a otra persona, las dos partes tienen que cargar con la responsabilidad de ser padres y ese rol no puede recaer solo en uno.
Quiero tener hijos pero mi pareja no
Ahora las tornas cambian. Después de hablar sobre ser padres en un futuro próximo, la persona a la que amas te confiesa que no tiene interés en tener hijos por el momento. Es común entonces aferrarse a la esperanza ("por el momento"), ¿podría cambiar de idea en el futuro? ¿Qué hacemos? ¿Seguimos cada uno por nuestro lado o espero paciente?
Lo que puedes ir haciendo por el momento es investigar el motivo por el cual no quiere tener hijos, quien sabe, a lo mejor sus motivos son superables y puede cambiar de idea. ¿Es por dinero? Puede que más adelante la situación económica en la casa cambie, y por tanto, cambie su decisión ¿Es por miedo a no ser un buen padre o madre? ¿Se ve demasiado joven? ¿Es porque nunca le ha atraído la idea? Hay que descubrir sus motivos para valorar si la espera merece o no la pena. Lo mejor es hablar abiertamente con la persona y que te lo diga sin vacilar, pero hay que tener empatía y ponerse en el lugar del otro. Si realmente te quiere tendrá miedo de perderte si te da una respuesta que no deseas oír, por eso es entendible que pueda dar una respuesta ambigua. Si ese es el caso, apuesta por la sinceridad y explícale tu situación, que no puedes continuar sin tener claro la opinión que tiene al respecto sobre ser padres.
Por otro lado, se debe huir del chantaje emocional y no intentar convencer al otro aprovechándose de un momento en el que esté moralmente bajo. Si la otra persona tiene la sensación de que lo hace obligado surgirán en el futuro reproches y una de las partes tomará un papel más pasivo que otra en la educación del bebé.
¿Es normal que sea decisión de la mujer no tener hijos ?
Los tiempos cambian y las sociedades evolucionan. Hace 50 años la imagen de una mujer realizada era una mujer con éxito en su trabajo (en el mejor de los casos), casada y con hijos . De eso no había dudas. Por eso, todavía hoy existen personas que no conciben que una mujer que esté económicamente bien y con pareja no quiera tener hijos. Bien es cierto que la biología juega un papel importante y sobre los 30 a la mayoría de las mujeres se les empieza a despertar el instinto maternal, pero no es una regla. Las jóvenes de hoy en día tienen otro tipo de prioridades antes de pensar en procrear y se debe desterrar la idea de tener un hijo como el punto culminante de la realización de la mujer.
Otra cuestión es cuando la mujer o el hombre ya han tenido hijos de otra pareja anterior, entonces es normal que no desee pasar de nuevo por lo mismo, mientras que la otra parte anhela pasar por esa experiencia ya vivida por el otro.
Finalmente, sean cuales sean los motivos es recomendable no dejar pasar la oportunidad de aclarar las bases de la relación y la perspectiva de futuro que ambos tenéis. Esperar a que la otra parte cambie de opinión es absurdo. ¿Tú cambiarías de opinión? Entonces, ¿por qué crees que el otro lo hará? Si no os ponéis de acuerdo pero ambos os seguís amando con locura replantearos acudir a un psicólogo que pueda asesoraros y ayudaros a empatizar con la otra parte.