Siendo la pubertad un período tan drástico en la vida de los adolescentes , debido a que se enfrentan a una etapa llena de cambios para los que no están preparados, es habitual que, por el desconocimiento de lo que están viviendo, acudan a páginas de Internet para obtener más información sobre esta etapa. Pero, debido a la sobrecarga que puede existir en la red de artículos y páginas sobre este tema, a veces puede producirse el efecto totalmente contrario: desinformación general.
La preocupación es normal. Son chiquillos de 11-12 años y los cambios que puede estar sobrellevando tu hijo adolescente pueden ser, en ocasiones, agobiantes. La vergüenza sobre su propio cuerpo y el miedo pueden llevarlos a no querer preguntar a la mejor fuente de información, sus padres . Por eso, en estos casos, es mejor prevenir que acabe buscando en el lugar equivocado y seáis vosotros los que propongáis, siempre con un poco de tacto, los temas habituales de conversación.
Centrándonos en los varones, uno de los elementos de la pubertad más perceptibles es la aparición de vello. De la noche a la mañana una sombra oscurece varias partes de su cuerpo: pubis, axilas y cara. El bigote, las patillas y el mentón son las primeras zonas en las que el vello se fortalece y se vuelve más oscuro y, al ser las más visibles, son las que más pueden preocupar a tu hijo: puede no gustarle la apariencia que le da, puede que esté sufriendo algún tipo de presión por parte de amigos o compañeros de clase, o cualquier otro motivo que pueden hacer querer quitarse el vello. Es esta, en realidad, el único requisito para afeitarse. Pues, en realidad, no hay una edad que sea mejor o peor para que tu hijo adolescente reciba su primer afeitado. Eso sí, siempre con la supervisión de alguien de confianza como un hermano mayor o su padre.
Cosas a tener en cuenta antes de ayudar a tu hijo con su primer afeitado
Es obvio que la piel del padre y del hijo no son exactamente iguales, pues la edad, los afeitados y muchos otros factores hacen que difieran en sensibilidad y tacto. Es por ello que es necesario escoger una buena cuchilla de afeitar para tu hijo y que, en la medida de lo posible, no utilices los productos de la misma forma. Con frecuencia muchos somos los que nos afeitamos sin hacer uso de la espuma o del aftershave por falta de tiempo o ganas, pero siendo este el primer afeitado y estando a una edad tan temprana como la pubertad es recomendable que no se inculque este mal hábito a tu hijo. Así que escoger una buena cuchillla -desechable, de cabezal o eléctrica- de una calidad decente será primordial junto al uso de gel o espuma de afeitar -a preferencia del hijo- y aftershave, recomendable las que no están basadas principalmente en alcohol.
Si tiene acné o padece de un número aumentado de granitos, las cuchillas con más hojas son algo mejores ya que permiten filtrar mejor y afeitar solo el vello, evitando daños y cortes innecesarios y si tiene cabezal flexible hará que se adapte bien a su piel. Así que, con los materiales adecuados elegidos y preparados, ya solo queda enseñarle a afeitarse.
¿Cómo enseño a mi hijo a afeitarse?
Realmente no hay mucha ciencia en el arte del afeitado, es por eso que, realmente, enseñando de primera mano como te afeitas tú, tu hijo puede aprender cómo se hace. A parte del proceso básico -las pasadas con la cuchilla por las zonas con vello para rasurarlo- lo único con lo que hay que tener cuidado es que como la piel y el vello son mucho más sensibles en el adolescente, hay una serie de consejos que habría que explicar mientras se está dando su primer afeitado para que los tenga en cuenta a partir de entonces.
1. Es mejor utilizar una cuchilla nueva, ya que si se han utilizado varias veces no cortarán igual.
2. Después de darse una ducha con agua caliente el vello está mucho más blando y se corta más fácilmente.
3. Aplicar por toda la zona a afeitar el gel. Afeitarse sin usar esto es bastante dañino para la piel, y evitar los productos basados en alcohol.
4. Sobre todo en una época tan temprana de su juventud, lo mejor es afeitar a favor del vello y no a contrapelo, pues puede ser ligeramente doloroso y dejar pequeñas erupciones.
5. Es mejor dar varias pasadas que dar una sola, fuerte, y acabar cortándose.
6. En el mentón y los bordes de la mandíbula es mejor seguir el contorno de la cara con pasadas cortas y suaves.
Siguiendo estos consejos todo el proceso será suave, ligero y sin incidencias. Pero como a menudo hasta los más expertos se cortan en un momento de despiste, utilizando un pequeño trozo de papel higiénico impregnado en aftershave para tapar el corte ayudará a que sane más rápidamente. Tras el afeitado, solo bastará con utilizar la loción del afeitado para hidratar la piel, cerrar los poros y, tras un par de palmaditas en las mejillas, ya se habrá dado su primer afeitado.