Aunque de adulto nos parezca obvio, a los niños se les debe enseñar el respeto por los animales desde que nacen. Los más pequeños de la casa tienden a repetir los comportamientos que ven en los adultos, por lo que si no se les inculca el amor y el cariño por la naturaleza desde sus primeros años de vida, probablemente no tengan esta actitud verso a ella durante el resto de su vida. Por eso, en Bekia te contamos cómo inculcar en los niños el respeto por los animales.
Haz lo que veas
La mejor manera de enseñar a nuestros hijos es siempre dando ejemplo. Si nosotros mismos no tratamos a los animales y a la naturaleza con respeto, nuestros hijos nunca lo harán. Si vivís en la ciudad y no tenéis mascotas en casa, seguramente los niños tienen menos oportunidades para estar en contacto con los animales o con la naturaleza. Es muy aconsejable salir al campo los fines de semana, que visitéis una granja o que simplemente disfrutéis de los animales en su ámbito natural.
No debemos jamás dejar ver a los niños que nos da miedo un animal, como por ejemplo, una pequeña araña, un ratón o una cucaracha, porque ellos adoptarán estos miedos como suyos propios y tendrán la necesidad de huir o matar a estos animales porque se sentirán bajo vuestro miedo ante ellos. Debemos enseñarles a nuestros hijos que todos los animales merecen nuestro respeto. Por lo tanto, si nos entra una araña en casa quizás podemos pedirle a nuestra pareja, si a nosotros nos da miedo, que la saque fuera por la ventana o al jardín.
También deberemos siempre hacer presente en los más pequeños de la casa que cualquier acción de violencia hacia los animales nos parece totalmente negativa. Así pues, si vemos a un animal siendo atacado en la televisión les diremos a nuestros hijos que esto es un comportamiento totalmente inaceptable. Con los más pequeños de la casa funcionará ver películas de dibujos animados con animales. La personalización de la naturaleza les hará verla como algo más cercano y ameno, por lo cual no deberíamos sentir ninguna necesidad de hacerle daño a unos seres que sienten y padecen como nosotros, los humanos.
Una educación constante
Debes tener presente que los niños saben si realmente crees en algo o si se lo estás diciendo para darles una lección. Tu ejemplo será siempre el mejor, por lo que deberéis hacer visitas a la naturaleza y estar en contacto con los animales la mayor cantidad de veces que os sea posible.
Tener una mascota en casa le ayudará a aprender que los animales tienen las mismas necesidades que los humanos, por lo que deberá tenerle siempre la jaula o la pecera limpia, la constancia de salir a pasear el perro, darle de comer y tratarle con amor. La mascota, a cambio, le dará amor por su parte y eso le hará entender mejor que muchas palabras que los animales son capaces de devolverles todo el amor que les damos.
Si no queréis o no podéis tener mascotas en casa (por ejemplo, en casos de alergia), estaría bien que tuvieseis la oportunidad de estar en contacto con las de otras personas para que tu hijo no les tenga miedo y aprenda a respetarlas. En algunos zoos o granjas tienen espacios especiales para que los niños puedan compartir un rato con cabras y conejos, por ejemplo. Animales totalmente inofensivos capaces de dar amor y cariño, siempre bajo nuestra supervisión, a los más pequeños de la casa.
Recuerda que tu ejemplo es importante y que tu tono no debe nunca variar. Si te cuenta que algún niño le ha hecho daño a un animal debes explicarle, de modo tranquilo y coherente, que eso está mal. Los animales sienten y padecen igual que los humanos y nosotros no tenemos ningún derecho a hacerles daño gratuitamente. La violencia o la falta de respeto hacia los animales demuestran lo mala que es una persona y la poca empatía que tiene verso al resto de los seres vivos.
Si tus hijos ven que realmente crees en estas palabras y que vives según ellas, seguramente no tendrán ninguna duda de que los animales merecen ser tratados con respeto y quieran a sus mascotas y otros seres vivos como parte de la gran familia que es la naturaleza.