Los hijos primogénitos se han acostumbrado a ser el centro de la atención y pueden tener dificultades para pasar a asumir el rol de hermano mayor. En cierto modo los niños sólo buscan reclamar la misma atención que se les daba antes y ahora tienen que compartir. Se trata de una fase de adaptación.
Pero si la respuesta a los celos es exagerada o prolongada en el tiempo, puede acabar generando sentimientos de resentimientos entre los hijos y deteriorar las relaciones en la familia. En cualquier caso, hay formas de facilitar el proceso de integración del nuevo bebé en la familia y frenar los problemas relacionados con los celos.
Los celos del hermano mayor: ¿cómo lo vive tu hijo?
Todos los niños sienten celos cuando llega un nuevo miembro a la familia, no sólo es algo normal sino que también es beneficioso, el proceso adaptativo que supone amoldarse a la nueva situación, les hace crecer y madurar. Los celos son un sentimiento normal siempre que se vivan dentro de unos límites.
Tu hijo mayor debe entender la nueva situación familiar
A veces los niños desplazados cambian su comportamiento. Pueden tener pataletas sin ninguna razón, o molestar al bebé muestras de cariño algo "agresivas". Quieren volver a ser un bebé (fase de regresión). Desafían la autoridad, presentan pérdida del apetito y tienen alteraciones del sueño. Están hipersensibles y lloran sin motivo aparente. En ocasiones retoman comportamientos ya superados, chupete, pañal... Todas estas demostraciones están relacionadas con la necesidad de llamar la atención.
Cómo prepararle para la llegada del nuevo hermano
Una de las mejores maneras de ayudar al primogénito es prepararle desde el embarazo. De este modo podrá ir asumiendo el cambio que se va a producir en su vida con antelación. Cuéntale que estás embarazada, si los niños tienen menos de tres años es conveniente esperar hasta que los cambios en tu barriga se noten. Implícale en los preparativos para su llegada, que note que su opinión de hermano mayor es importante. Crea en él una expectativa positiva. Cuéntale cómo va creciendo, enséñale ecografías, que ponga la mano en tu tripa y que mantengan "charlas" entre hermanos.
Cuando quede poco para el nacimiento explícale que faltarás unos días y cuéntale quien le va a cuidar. Déjale practicar con una muñeca, así aprenderá a cogerlo y puede servirte para explicarle cómo debe tocarle. Existen libro que ilustran con mensajes positivos la llegada de un hermano. Prepárale para la parte negativa. Usa las situaciones de la vida diaria para enseñarle cosas acerca del bebé, que llora y que necesita ayuda para comer... tiene que comprender que no será inmediatamente un compañero de juegos. Es importante que comprenda los aspectos negativos al igual que los positivos, para que no sea una decepción.
Una vez en casa
Cuando llegues a casa por primera vez, en conveniente que sea el padre el que lleve al hermano, así la madre podrá abrazar a su primogénito y presentarles como es debido. Deja que creen vínculos cuando el bebé llegue. Supervisa la interacción entre ambos y permite que sepa lo frágil que es el bebé. Si siente que el bebé es algo que sólo los padres pueden tocar, generarás en él resentimiento.
Usa halagos positivos para recompensarle su comportamiento responsable y cariñoso con el bebé. Anímale a expresar sus sentimientos. Si te pregunta ¿Cuándo lo devolvemos?, explícale con paciencia que es parte de la familia y que entiendes que se sienta desplazado. Coméntale también aspectos positivos de su llegada.
Si se muestra muy efusivo con el bebé y le hace llorar no se lo recrimines, pídele que te ayude a calmarlo. Si regresa a etapas anteriores ya superadas, cómo pedir de nuevo el chupete, concédeselo, tan sólo quiere llamar la atención y comprobar que sus padres también le permiten cosas a él, reforzará su confianza, y pronto abandonará esa actitud.
Fomenta la comunicación emocional, a través de gestos y palabras, que sienta que el amor de sus padres no se ha perdido, porque quieren a ambos por igual. Pídele ayuda en los cuidados del bebé, que note que participa pero que no lo vea como una obligación.
Otros consejos para atenuar sus celos
Crear un espacio especial para el primogénito, de modo que mantenga su individualidad. Fomentar su vida social con otros niños de su edad. Dedícale un tiempo específico sólo para él, en el que él sea el centro, haciendo lo que le gusta. Es fundamental establecer un equilibrio en el trato a los diferentes hermanos de forma que no haya un trato de preferencia hacia ninguno.
Los celos entre hermanos son muy comunes
Pedir a las visitas que pregunten primero por él en lugar de ir directos a ver al recién nacido y que le traigan algún detallito (unos cromos, unas pinturas...). Aumenta el tiempo de juegos de toda la familia, es un buen método para estrechar lazos entre hermanos. Mantén las rutinas del hermano mayor, hora del baño, comida, escuela, parque... le dará seguridad. Recuérdale las ventajas y privilegios de ser el hermano mayor: cómo acostarse más tarde o hacer "cosas de mayores".
No hay que tener miedo de los celos del hermano mayor, estos sentimientos le ayudan a madurar, le enseñan a compartir y refuerzan la confianza en sí mismo. No hay que preocuparse la relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Si el clima familiar es estable y si se aborda el tema con paciencia, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayor problemas.