Como cualquier fiesta que requiere disfrazarse y organizar una línea temática, Halloween es una festividad que encanta a los niños pequeños. Siendo el miedo y el terror la línea que esta celebración sigue en prácticamente todos los países del mundo, organizar una decoración y diseñar un disfraz resulta una tarea de lo más fácil. El resultado puede que se complique cuando se trata de una fiesta de Halloween para niños pero, aun así, hay trucos y consejos que no fallan.
Siendo esta festividad un día de celebración y de diversión para los más pequeños, es muy importante tener presente que el terror y las ganas de hacer pasar miedo han de pasar a un segundo plano. En una fiesta de Halloween, los pequeños detalles e incluso las obviedades serán los que marquen la diferencia. A continuación, Bekia te detalla una guía completa de decoración y protocolo para crear la fiesta de Halloween perfecta y apta para los más pequeños de la casa.
Ten clara la temática y sus elementos
Puede resultar muy obvio pero en una fiesta de Halloween no pueden faltar los fantasmas, las cabalazas decoradas y las brujas. Primero de todo, ten en cuenta que los protagonistas de esta fiesta son los niños así que intenta que los motivos utilizados para decorar no les den miedo. Si optas por personajes que suelen aparecer en películas de miedo, escoge su versión más light y procura que sean en forma de muñeco. Si infantilizas un objeto que, de primeras, da miedo, le restarás siniestralidad.
Los ataúdes, los vampiros y las telas de araña tampoco pueden faltar en una fiesta de Halloween. Inspírate en películas especiales para niños cuyo argumento giren alrededor de estos elementos para saber qué cosas son las más apropiadas y acertarás sin duda en la ambientación de la fiesta. También, y si el presupuesto lo permite o tu imaginación es capaz de crear algo chulo, el humo como elemento ambiental puede resultar todo un acierto. Eso sí, si lo usas, procura que la decoración esté muy trabajada y conseguida para que el local o sala donde vayas a hacer la fiesta no se quede en una mera habitación normal con humo.
No te olvides de los dulces
Aunque el día de Halloween no sea una festividad que se caracterice por sus grandes comilonas, cuando la fiesta va dirigida a los más pequeños, lo ideal es preparar unos aperitivos y/o dulces. Si estos cuentan con alguna característica propia del día en cuestión, triunfarás. Para los más arriesgados y dedicados, una opción con la que acertarás al 100% sería la de los dulces de moda: los cupcakes. La combinación de bizcocho con una crema dulce y un topping hará la boca agua a los más pequeños.
Recuerda que la ambientación debe ser infantil
La decoración es la clave
En toda fiesta para niños, algo que sin duda marca la diferencia es la decoración. Si de verdad quieres que tu celebración sea todo un éxito, no te cortes con los elementos decorativos. Para decorar las paredes, utiliza hilos en color negro, blanco y gris para crear en las esquinas telarañas ficticias. También puedes pegar varios murciélagos y pequeñas arañas hechas con cartulina a lo largo de dicha pared. Las lámparas puedes aprovecharlas y colgar de ellas distintos bichitos, como arañas y simular que están bajando de ellas. Colócalas a diferentes alturas y listo.
Para no saturar todo con los mismos elementos, compra globos de colores y selecciona aquellos que sean naranjas, negros o blancos y dibújales caras terroríficas. También no te olvides de las balas y de colocar alguna que otra calabaza, y si puede ser con velas dentro, para seguir con la ambientación.
Para los platos o vasos, y sobre todo si no quieres gastarte mucho dinero en comprar unos especiales para la ocasión, puedes también decorarlos pintándolos. Para los vasos puedes crear la típica mezcla de papel higiénico con cola y pegársela a los vasos por fuera para simular que es un vaso momia y dibujarle unos ojos y quizá simularle un poco de sangre. Usa tu imaginación, crea texturas y usa cartulinas, papel de seda y papel pinocho.
¿Cómo divertir a los niños?
A pesar de que los dulces y la decoración son muy importantes en una buena fiesta, y más si se trata de una fiesta de Halloween, también es esencial tener pensado de antemano un par de juegos ambientados en esta fiesta para divertir a los más pequeños. Algo que siempre suele triunfar y que es un pasatiempo muy típico en esta celebración es el juego de envolver a la momia. Consiste en que un adulto, disfrazado a medias de momia, se deje envolver con papel higiénico o con cualquier otro material por los niños hasta quedar completamente cubierto de arriba abajo.
Otro juego que consiste en versionar de forma terrorífica un pasatiempo típico es el de la piñata pero adaptándolo a Halloween haciendo que la forma de esta tenga forma, por ejemplo, de fantasma. Dentro los dulces tendrán que seguir la misma temática y estos podrás encontrarlos en cualquier tienda especializada en fiestas o mismo en las ediciones especiales por Halloween que muchas marcas de dulces hacen especialmente para esta festividad.
Mantener entretenidos y controlados a los pequeños es muy fácil cuando organizas toda clase de juegos pero también lo es cuando son un número que un adulto puede controlar. Como cualquier fiesta en la que los niños son los protagonistas, deberás ser tú mismo el que considere a cuántos peques puede invitar o no. Como recomendación, se aconsejaría no invitar a más de 15 niños cuando los encargados de que todo salga bien son dos adultos. Sin embargo, si ves que quieres que la fiesta sea más amplia, puedes proponerle a algún otro padre organizar a medias la fiesta para Halloween. Así luego seréis más para controlar a los peques y para supervisar que todo vaya como la seda.