La anemia es la falta de hemoglobina o glóbulos rojos en el organismo. La hemoglobina es la proteína rica en hierro presente en los glóbulos rojos que permite el transporte de oxígeno a los tejidos y, cuando este transporte es demasiado bajo, aparece la anemia. La anemia en el embarazo produce cansancio, dificultad respiratoria, palidez, mareos, además de provocar el retraso en el desarrollo del feto e incluso la muerte materna.
Durante el embarazo, es frecuente que disminuyan los niveles de hemoglobina en el organismo porque aumenta el volumen sanguíneo hasta un 50% para llegar con mayor rapidez a la placenta, satisfaciendo así la demanda de oxígeno y nutrientes que necesita el feto. Sin embargo, cuando la disminución en la concentración de hemoglobina en la sangre se sitúa por debajo de los 11,5 g/dl, el equilibrio se pierde y aparece la anemia. Es por ello que, para prevenir su aparición, conviene que hagas una dieta equilibrada con alimentos ricos en hierro.
Una alimentación equilibrada puede proporcionar de 10 a 15 miligramos de hierro
No obstante, el organismo sólo aprovecha 2 o 3 miligramo de hierro y la madre embarazada necesita unos 8 miligramos diarios aproximadamente. El hierro que aporta los alimentos de origen vegetal se absorben peor que los que aportan los alimentos de origen animal. Si estás embarazada y tienes anemia, te aconsejamos que sigas una diera variada y equilibrada en hierro y vitamina B12, las cuales están presentes en las carnes rojas y vísceras, así como en vegetales verdes crudos ricos en ácido fólico.
Se considera que la mujer embarazada tiene anemia cuando la hemoglobina está por debajo de 11,5 g/dl, el hematocrito es menor del 33% y el recuento de glóbulos rojos es inferior a 3.800.000. De esta forma, además de seguir la dieta variada mencionada anteriormente, el ginecólogo receta un suplemento de hierro a partir de la segunda mitad del embarazo, siendo dos o tres pastillas de 300 miligramos de sulfato ferroso al día.
Prevención de la anemia durante el embarazo
La alimentación de la madre antes y durante el embarazo es esencial para que el niño nazca sano y con buenas defensas. A continuación, te mostramos una serie de alimentos que te ayudaran a prevenir la aparición de la anemia durante el periodo de gestación.
Así pues, es necesario que te asegures de obtener suficiente hierro, por lo que es importante llevar una dieta equilibrada y añadir más alimentos ricos en hierro. De este modo, incluye en ésta vegetales de hoja verde oscuro (espinacas y brócoli), carnes rojas magras (pollo y pescado), cereales, legumbres (lentejas, alubias), nueces, huevos, frutas ricas en vitamina C, pan y bollos de harina integral y mariscos (nunca crudos o poco cocinados).
También es muy importante consumir alimentos ricos en vitamina C para hacer que el hierro sea absorbido por nuestro organismo más rápidamente. En este caso encontramos las frutas cítricas y sus zumos, las fresas, los kiwis y vegetales como pimientos y tomates. La verdura de hoja verde mencionada anteriormente, así como los cítricos y los cereales enriquecidos son ricos en ácido fólico ayuda a prevenir la deficiencia del hierro. Ente los alimentos ricos en folatos destacan las alubias, el plátano y los cereales enriquecidos, pero sólo se asimila el 25% del ácido fólico que contienen.
Es interesante conocer que, para mejorar la absorción de hierro, debes evitar ingerir otros productos como el té y el café, pues estos impiden que se aproveche el 60% del hierro ingerido, así como de la fibra y el calcio. Lo ideal es que tomes hierro dos horas antes o dos horas después de los derivados de la leche y acompañarlo de vitamina C para ayudar así a su absorción. Por ejemplo, toma un sandwich de pan integral con un zumo de naranja, o toma de postre unas fresas después de comer un plato de lentejas.