A veces tener paciencia con los hijos puede ser bastante complicado, sobre todo cuando llegas a casa después de un día largo de trabajo y tu energía está por los suelos. Cuando esto ocurre el estrés puede apoderarse de ti y que pierdas el control incluso por la tontería más pequeña. O por eso es tan importante a reducir el estrés que sientes y así sentirte más tranquilo y fresco. Tus hijos también agradecerán y el ambiente familiar será mucho más calmado.
Para conseguir ser más paciente con tus hijos debes aprender a ser más paciente contigo mismo/a primero. A continuación vas a encontrar una serie de consejos que te ayudarán a ser más paciente con tus hijos y a mejorar tu relación con ellos.
Suelta lo que tienes dentro
Si estás estresado o cansado, suelta esos sentimientos. Escríbelos en un papel para que no estén en tu cabeza y que te ocupes de esos asuntos cuando no estés con tus hijos. Si tienes problemas en el trabajo, deja los problemas fuera de casa, tu familia no tiene que pagar el mal humor que te han contagiado en la oficina.
Respira hondo
Respirar es imprescindible para poder estar bien contigo mismo y con el entorno. Respirar oxigena tu mente. La próxima vez que estés en casa y el estrés se apodere de ti, deja lo que estés haciendo durante un minuto y sigue los siguientes pasos:
-Haz cinco respiraciones profundas
-Imagina que dejas el estrés fuera de tu cuerpo con cada exhalación.
-Sonríe, aunque no tengas ganas. Es muy complicado seguir enfadado con una sonrisa en la cara.
Sigue estos pasos todas las veces que sea necesario tanto en casa como en el trabajo para conseguir estar mejor.
Destensa el cuerpo
Si te sientes demasiado/a tenso como para poder estar bien, deberás destensar tus músculos. Toca o haz pequeños masajes suaves en cualquiera de las partes de tu cuerpo que estén bajo tensión para fomentar la relajación total. También puedes imaginarte que estás en un lugar relajarte como una playa paradisíaca o un lugar que te aporte calma.
No exijas perfección a tus hijos, ni tampoco a ti mismo/a
No eres perfecto y eso está bien. Tus hijos no son perfectos y eso está mejor aún. Debes mostrarte al mundo y a tu familia tal y cómo eres, que quizá tengas tus defectos que intentas mejorar día tras día. Exigir la perfección solo te hará sentir estresado porque eso simplemente, no es posible.
Practica la paciencia todos los días
Para aprender a ser paciente con tus hijos, tendrás que practicar la paciencia todos los días. A continuación v as a encontrar algunas maneras sencillas de practicar la paciencia todos los días, lo que aumentará tu capacidad para mantener la calma frente a cualquier momento de estrés:
-La próxima vez que vayas al supermercado ponte en la cola más larga.
-Toma el camino más largo para ir a trabajar.
-Camina por un parque y disfruta de tu paseo.
-Pinta mandalas-
-Escribe cartas a mano a personas que te importen.
-Disfruta de una tarde de juegos con tus hijos.
-Cuando tus hijos discutan, respira hondo y no alces la voz.
Busca en tu interior qué son aquellas cosas que te pueden hacer practicar la paciencia y así ponerla en practica todos los días, para que tu familia se vea beneficiada. Si pones de tu parte cada día un poquito, te darás cuenta de que la vida familiar irá mucho mejor porque tu paciencia se verá incrementada. Debes tener fuerza de voluntad para conseguir buenos resultados y sobre todo, tener muy presente que cuando pones de tu parte y tus hijos ven en ti un buen modelo de paciencia, ellos también aprenderán esa buena conducta.