Es cierto que la llegada de un bebé es un momento en la vida maravilloso, pero no hay que dejar de lado un aspecto que va de la mano de este momento, y es que a nivel de relación trae a veces complicaciones, sobre todo si la pareja ya no estaba muy equilibrada y el bebé venía de camino. A veces llevamos aguantando tiempo y tiempo y decidimos tener un bebé para ver si las cosas se vuelven más estables en busca de un equilibrio ficticio. Sin embargo, en muchos casos, este desequilibrio no es el final de una relación. Hay que dejar el drama a un lado y sentarse cara a cara a tratar el tema, exponiéndonos a nuestra pareja sin ningún tapujo y charlar sobre los temas que os están desgastando. Es normal que una relación no esté siempre en un punto perfecto y es por eso que el equilibrio está en aceptar que puede haber momentos malos, que no hay tener aguante y seguir viviendo de la misma manera.
Antes de comenzar con los consejos, hay que tener clarísimo que el bebé no es culpables ni será culpable de esta situación. No debéis pasar vuestras frustraciones de pareja a un niño que acaba de pisar el mundo y que le queda mucho por vivir. Debéis ser responsables y hacer todo lo posible por no perjudicarle con riñas o situaciones incómodas.
Cuidad la relación
El primer paso para volver a una relación equilibrada es entender qué os gustaba de vuestra pareja cuando empezasteis a salir. El problema de los roces cuando llega un bebé es la falta de tiempo para el disfrute personal y en pareja. El bebé necesitará muchos cuidados y además os absorberá la energía ya que necesita atención veinticuatro horas diarias. Si estáis ambos trabajando, deberéis dejarlo a cargo de un familiar o de un asistente, y eso creando estrés ya que no está bajo vuestra protección directa. En el caso de que uno de vosotros se dedique al trabajo en el hogar y al cuidado del bebé, será igual, ya que estará con el bebé todos los días y puede resultar muy agotador. Esto nos lleva al momento en el que tu vida es trabajo y más trabajo, por lo que si ya es difícil que dediques tiempo personal con amigos por ejemplo, también será muy difícil encontrar tiempo para estar en pareja.
El primer consejo es muy simple; consigue pasar más tiempo con tu pareja (esto va dirigido para ambas partes). Sé que acabo de comentar que no hay tiempo libre, pero la cuestión es intentarlos de la manera que sea. Si tienes que contratar a un niñero o niñera, hazlo. Plantead que una vez a la semana será vuestro día en pareja y otro día a la semana vuestro día con amigos. Sabéis que tener un bebé desgasta la relación y debéis recuperarla poco a poco. Id un día al cine, otro día a dar un paseo, a cenar, etc. Solo tenéis que volver a los inicios de vuestra relación y recordar (a vosotros mismos) lo que os gustaba en un principio de la otra persona, por qué os gustó tanto.
Incluso en estas salidas puede salir el tema de las complicaciones con el bebé y entender un poco la postura del otro respecto a este tema. Tratad de ser comprensivos el uno con el otro y comprended que no hay nada que aguantar, sino que hay que entender la causa de este aguante y desgaste.
Hablando y obviando los detalles que más os irritan
Cuando se tiene un bebé, en muchos casos la pareja tiende a centrarse en sí misma. Es decir, la relación toma un camino de egoísmo. Esto se debe a que ese aguante va mermando la paciencia con respecto a otras personas y se centra en una paciencia hacia el bebé. El equilibrio que tenía la pareja antes se ve afectada por una mala canalización del aguante y del estrés. Esto trae muchas complicaciones comunicativas que llevan a discusiones por pequeños detalles.
Para este aspecto de la relación hay que poner de parte de uno mismo ya que si no, no funciona y es que hay que entender que cada persona es cómo es. Esto no da rienda suelta a la otra persona para hacer lo que quiera pero sobre todo en gestos o pequeños detalles, has de tenerlo en cuenta. Por supuesto, no vale que deje todo sucio y te suelte la frase "es que yo soy así", eso es evadir responsabilidades aludiendo a su personalidad pero que realmente es una falta de interés por mantener unas normas.
Las complicaciones en una relación de pareja que acaba de tener un bebé es una mala gestión del tiempo libre y de los momentos personales para disfrutar no solo del bebé sino de vosotros mismos. El equilibrio siempre es posible, pero tenéis que ser honestos y tratar los temas para poder arreglarlos. La vida transcurre y nada va a ser igual que al principio, pero todo episodio nuevo en la vida tiene sus cosas positivas y lo importante es saber sacar lo bueno.
Dedicaos a organizar un horario que os permita disfrutar de esos ratos libres y sobre todo entended de dónde procede todo ese estrés. Debéis ser críticos con vosotros mismos, porque es la única manera de seguir caminando.
Espero que estos pequeños consejos os hayan ayudado un poco a entender mejor los problemas en pareja cuando hay un nuevo miembro en la familia y recordad, en lo simple está el cambio.