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Cómo conseguir que tu hijo solucione sus problemas
Cómo conseguir que tu hijo solucione sus problemas

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Cómo conseguir que tu hijo solucione sus problemas

Si quieres que tus hijos aprendan a solucionar sus propios problemas, no te pierdas estas estrategias para conseguirlo.

Antes de que los niños aprendan a solucionar los problemas pueden llorar ante cualquier dificultad o frustrarse porque sienten que no son capaces de hacer las cosas por sí solos. Un niño que llora suele hacerlo porque se siente frustrado y porque llorando consigue que otros solucionen los problemas que le hacen estar mal emocionalmente.

La frustración como señal para resolver problemas

Pero es deber de los padres enseñar a los niños las estrategias adecuadas para que sean capaces de resolver los problemas que tienen y que de esta manera, la baja tolerancia a la frustración sea cosa del olvido.

Si un niño llora pero no le solucionan los problemas y sí se le guía para que aprenda a hacerlo por sí mismoSi un niño llora pero no le solucionan los problemas y sí se le guía para que aprenda a hacerlo por sí mismo

Si un niño llora pero no le solucionan los problemas y sí se le guía para que aprenda a hacerlo por sí mismo, en el futuro tendrá mejores habilidades resolutivas para conseguir por él mismo resolver lo que le genera frustración. Porque los niños seguirán frustrándose, es lo normal, ¡los adultos también lo hacemos! Pero aprenderán a utilizar su frustración como una señal para calmarse y pensar en soluciones.

Si está frustrado no le digas que se calle

Si tu hijo está llorando porque se siente frustrado, no le digas que se calle o que te deje en paz. ¡No hagas eso porque él te necesita! Tu hijo te está pidiendo ayuda con su actitud pero no tienes que resolverle el problema solo por no escucharle, debes darle las herramientas necesarias para que sea consciente de lo que sucede y busque soluciones de forma creativa.

Mantén la calma y no te pongas nervioso. Los niños saben que los padres nerviosos le darán más fácilmente lo que quieren o que le resolverán sus problemas. No caigas en esto, lo que realmente necesita es que le enseñes y no que le soluciones todo. Si no aprende de sus errores o no aprende a encontrar soluciones creativas a las diferentes situaciones, crecerá sintiéndose inseguro e incapaz, algo que sin duda, afectará negativamente a su autoestima y a la percepción que tiene de sí mismo.

No recompenses un mal comportamiento

Si los padres realmente quieren que los niños aprendan respuestas más maduras, respetuosas y constructivas a las frustraciones de la vida, no hay que recompensar los malos comportamiento. Cuando te niegas tranquilamente a participar en la exasperante rabieta, tu hijo experimenta un momento de aprendizaje... ¡y es fundamental para su desarrollo!

Si está en mitad de una rabieta, no cedas a sus pretensiones. Hazle ver que no perderás el tiempo ante un mal comportamiento. Debes transformar el mal comportamiento en un niño que sabe solucionar los problemas de forma constructiva.

Si está en mitad de una rabieta, no cedas a sus pretensionesSi está en mitad de una rabieta, no cedas a sus pretensiones

Por ejemplo, si tu hijo se frustra porque no es capaz de atarse los botones de un pantalón, pregúntale qué le ocurre en lugar de darlo por supuesto y pregúntale cómo puedes ayudarle. Te dirá que se lo abroches tú, pero no lo harás, le dirás que le enseñarás a hacerlo para que sea capaz de hacerlo bien la próxima vez o al menos mejor que lo ha hecho hasta ahora, y sin ponerse nervioso.

Si tu hijo insiste en que le abroches el botón, tendrás que mantenerte firme y enseñarle igualmente a hacerlo por él mismo. Puede tomar algún tiempo, pero está bien, el tiempo es necesario para aprender cosas nuevas. Eres el maestro y tu hijo está aprendiendo todo de ti. Utiliza palabras positivas mientras alabas los esfuerzos de tu hijo por intentarlo, aunque no le salga bien a la primera.

Convierte la situación en una experiencia positiva

Es necesario que el sentimiento negativo de frustración desparezca y dejes paso a una experiencia positiva para que tu hijo aprenda que es capaz de conseguirlo, que aunque cueste al principio, si pone el empeño suficiente será capaz de hacerlo mejor la próxima vez, hasta que lo domine del todo. Esta pequeña nueva habilidad es un primer paso para la independencia de tu hijo.

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