La asertividad es la capacidad de defender nuestros derechos y expresar libremente una opinión sin ofender a los demás y sin dejar que nos ofendan. Las personas asertivas son aquellas que mediante la palabra "consiguen lo que quieren", de manera que en una negociación consigue que las dos partes queden medianamente satisfechas. Es decir, si nos comportamos de una manera asertiva tendremos el doble de posibilidades de salir airosos de una negociación o discusión, a la vez que liberaremos las emociones negativas sin tener que alzar la voz.
Los niños cuando son muy pequeños tienen dificultades para expresar sus emociones, por eso la mayoría de las veces recurren a la violencia, llantos y gritos. Es porque no tienen lo suficientemente desarrollado el lenguaje como para poder expresar esas emociones hablando, como los adultos. Pero aun así, incluso a los más pequeños podemos enseñarles con el vocabulario adaptado a su edad como expresar sus emociones correctamente a los demás.
1. Enséñale los modos de comunicarnos que hay
Esta explicación va dirigida para niños de 7-8 años pero se puede adaptar si el niño es más pequeño, con un vocabulario más fácil. Lo importante es que entiendan el concepto en sí.
Tenemos que explicarle que tres formas diferentes de relacionarnos con los demás:
- Estilo agresivo : las personas que se comportan así humillan, chantajean, culpabilizan y en general, hacen sentir mal a la otra persona. No necesariamente tienen que levantar la voz para ello.
- Estilo pasivo : es el estilo en el que la persona no dice lo que realmente piensa para no hacer daño a los demás. Siempre acaban cediendo ante los demás.
- Estilo asertivo : personas que expresan su opinión y se defienden a si mismas sin agredir verbalmente a los demás, tampoco se dejan pisotear por los otros. En este sentido, ser asertivos nos ayudará a liberar nuestra frustración mediante el diálogo y sin que nadie salga herido.
Ponle ejemplos de cada tipo de relación.
"Imagina que un niño te pide que le dejes copiar tus deberes y tu no quieres. ¿Cómo podemos contestarle?
A) ¡No quiero! ¡Déjame en paz! ¡Se más responsable la próxima vez!
B) Está bien...
C) Lo siento no puedo, pero si quieres puedo explicarte como hacerlos."
Le explicamos que estilo es cada respuesta. La primera es agresiva porque aparte de alzar la voz le echamos en cara que no los ha hecho. La segunda es pasiva porque cedemos a su petición sin quererlo nosotros. La última es asertiva porque te mantienes firme, lo dices con respeto y además te ofreces a ayudarle, buscas una solución al problema que convenza a ambos.
2. ¿Cuándo tengo que ser asertivo?
Enséñale en que momentos tiene que mostrarse asertivo. En general, cuantas más veces lo haga mejor, es una habilidad que nunca viene mal ensayar y le va a abrir muchas puertas en el futuro, tanto como para relacionarse con sus compañeros como con otros adultos. Sin embargo, es vital que lo aplique cuando tenga un problema con alguien y quiera solucionarlo. La asertividad es una forma de resolver conflictos sin tener que llegar a la violencia.
En este sentido, le explicamos que cuando tenga un problema con un compañero tiene que ser asertivo. Primero, antes de ir a hablar con él, tiene que asegurarse de que los dos están tranquilos, porque si no acabarán discutiendo. Tiene que contar hasta 10 y respirar por la nariz mientras expulsa aire por la boca. Después, una vez que está más relajado tiene que pensar en lo que le va a decir. Por último cuando haya decidido cuál es la mejor solución tiene que dirigirse al chico con el que haya tenido el roce y hablar el problema.
3. Guión para practicar cómo ser asertivo
A continuación os dejamos un guión que tenéis que enseñar a los niños y practicar con él. Un guión asertivo para adultos es más complejo, nosotros lo hemos simplificado para que los niños lo apliquen directamente.
A) Di que es lo que no te ha gustado que la otra persona hiciera.
"Cuando tú...."
B) Di como te sentiste cuando hizo eso y por qué.
"Me sentí... porque..."
C) Que es lo que podéis hacer para solucionarlo, que te gustaría que tu compañero hiciese.
"Me gustaría que..."
Ejemplo:
"Cuando en el patio te vas con Fulanito a jugar y me dejas solo, me siento triste y enfadado porque parece que ya no quieres jugar conmigo. Me gustaría que pudiésemos jugar los tres juntos. Al ser tres podemos jugar a más cosas y nos lo pasaríamos mejor"
4. Los niños deben practicar la asertividad
Como todo en esta vida, cuando queremos hacer bien las cosas tenemos que ponerlas en práctica. De nada nos va a servir enseñarle a los niños a ser asertivos si después no practican. Para ello ponle situaciones hipotéticas y que te diga como lo diría él, corrigiendo sus errores y reforzándole por sus aciertos. Tienes que supervisar que no se salta ningún paso y que el tono que utiliza es el correcto. Además debes hacer hincapié en que cuando se exprese debe mantener el contacto visual con el compañero, si no, no será efectivo. A continuación os dejamos algunas situaciones que podéis ponerle al pequeño.
"Hay un compañero en vuestra clase que todos los días te llama por un mote que a ti te molesta. ¿Qué le dirías?"
"Un chico que no conoces te pide que le des tu bocadillo porque a él se le ha olvidado en casa. ¿Qué respondes?"
"Un amigo va a tu casa a jugar, ponéis la televisión un rato para ver tu programa favorito. De repente tu amigo cambia de canal y pone unos dibujos que a ti no te gustan nada. ¿Qué harías?"
5. La asertividad también se usa para lo bueno
Por último, hay que explicar al pequeño que la asertividad no solo se usa cuando hay conflictos entre compañeros si no también para expresar cosas buenas, por ejemplo si queremos agradecer un favor que nos han hecho, si los demás han hecho algo que nos ha gustado o para halagar a alguien. Los demás se sentirán agradecidos y más cómodos en nuestra compañía. Al fin y al cabo, a todos nos gusta recibir palabras amables de vez en cuando.